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Lo bueno, lo malo y lo feo del tarjetón

20 de marzo de 2010

Lo bueno: El tarjetón sin fotografías ha estimulado el voto por los partidos políticos que es uno de los propósitos de la reforma política de 2003. Este año, la única candidata que sacó más votos que su partido, fue Gilma Jiménez. Se dieron casos como el de la U, que para el Senado sacó 479.682 votos, es decir, más del doble del primero de la lista.

Lo malo: Aún no es muy claro por qué tantas personas se quejaron este año del proceso de votación. Hasta el vicepresidente Francisco Santos dijo, después de votar, que el tarjetón era muy enredado. 
 
El más confuso de todos, en términos de diseño fue el de la Cámara, que tenía una franja muy delgada arriba, la que debían utilizar la mayoría de los votantes, y la mayor parte del espacio se dedicaba a decenas de candidatos de las circunscripciones especiales en los cuales la gran mayoría de los votantes no estaba interesado.

Lo feo: El fracaso de la votación por el Parlamento Andino. Cerca de 4,5 millones de votos fueron en blanco, nulos o tarjetas no marcadas.