“No me quejo, creo la solución”

ANDRÉS BARRETO: Surgió de una necesidad propia. En 2006 estudiaba en Estados Unidos y era casi imposible encontrar música colombiana. Entonces, en vez de quejarme, decidí crear la solución.

A.B.: A los 14 años descubrí internet. Me di cuenta de que es fácil crear software y me metí a un club de diseño web en mi colegio. Uno puede hacer cosas con impacto global sin mucho más que una conexión a la red.

A.B.: Mi empresa cambió una industria de manera repentina y, por supuesto, hubo resistencia de quienes tradicionalmente la controlan. Pero yo sigo la ley.

A.B.: En la tecnología sucede algo curioso. Uno, como startup, no está necesariamente en desventaja respecto a los grandes. Innovar dentro de esas empresas es muy difícil. Pero en un equipo de gente decidida a cambiar el mundo pasa lo contrario. Mi competencia son otros emprendedores que ofrezcan una mejor solución que la mía.

A.B.: Que lo más importante es la pasión. Un emprendedor necesita convicción, porque suele enfrentarse al fracaso, a la frustración… Uno aprende de estas experiencias y así, en algún momento, tiene éxito. Nadie le dice a uno hasta dónde llegar, uno mismo pone el límite.

A.B.: Hay grandes oportunidades. Colombia puede volverse un jugador internacional porque aún está a tiempo de basar su desarrollo económico en la innovación tecnológica. Tenemos todos los ingredientes para hacerlo. El gobierno está ayudando, pero los emprendedores son los protagonistas. De ellos depende el éxito.

A.B.: Algo simple, que consigan el mejor equipo posible, que resuelvan un problema que ellos mismos tengan y que sepan que en internet no hay límites geográficos.