Inocencia en la tormenta

PIERRE HOLTZ - REUTERS
5 de septiembre de 2004

La felicidad de dos niños de Dakar, Senegal, contrasta con la tragedia que vive su tierra: corren en medio de la tormenta de 80 millones de langostas que devoran cuanto cultivo se cruza en su recorrido destructivo por los países del oeste de África. Se estima que el 97 por ciento de los sembrados de la zona han sido devorados y, ante la falta de recursos económicos para combatir la plaga y la hambruna en que está sumida la población, la única solución que vislumbran los afectados es utilizar al insecto, rico en proteínas, para sustituir el alimento que les ha quitado.

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