Vehículo deportivo | Foto: Archivo particular

SALÓN DEL AUTOMÓVIL

Con alma deportiva

La tecnología y el diseño son virtudes para disfrutar y seducir, por eso los fabricantes de autos apuestan por los modelos deportivos.

28 de noviembre de 2014

Si hay un tema claro desde los inicios del automóvil es que no solo se trata de un invento para transportar gente de un sitio a otro, sino que también debe generar ciertas emociones a la persona que lo guía. Por ello, casi todos los fabricantes de renombre tienen en su catálogo algún modelo de capricho que satisface esas ansias de libertad asociadas al auto deportivo.

Un ejemplo de ello es el nuevo Audi TT, modelo que la marca introduce en el Salón del Automóvil de Bogotá. La tercera generación de este cupé reafirma su carácter como vehículo de placer al tener un habitáculo minimalista donde los controles se agrupan en pantallas táctiles para disminuir la distracción al piloto, quien debe estar plenamente concentrado en domar a este bólido de 230 hp. Como le reitera Marco Pastrana presidente de Audi en Colombia al afirmar que la tecnología y la conectividad del vehículo deben ser disfrutadas y aprovechadas, pero no deben interferir con el placer de conducir.

Al respecto, Adriana Casadiego, gerente de marca de Peugeot en Colombia, menciona que los fabricantes (sobre todo europeos) están empezando a implementar elementos inspirados en la competición, como timones de un diámetro reducido para mejorar la maniobrabilidad o cuadros de instrumentos colocados casi sobre la línea de horizonte que permiten una mejor visibilidad.

En este y otros aspectos, el automovilismo ha jugado un papel importante, pues es el campo de pruebas de diversas soluciones que luego fueron trasladadas a los modelos de serie, como es el caso del sistema de tracción Quattro, el turbocargador, la inyección directa de combustible o la caja S-Tronic de doble embrague, elementos probados por Audi en los campeonatos de rallye o en las carreras de duración y que hoy están disponibles en casi todos sus modelos.

Precisamente, autos como el cupé TT simbolizan esa tendencia de los fabricantes por volcarse hacia el lado deportivo sin dejar de lado la seguridad o la eficiencia, ya que el elevado desarrollo tecnológico del automóvil (y su correspondiente complejidad) le permiten a las marcas tener en vitrinas autos capaces de brindar prestaciones de infarto en las pistas, pero que pueden ser guiados de forma dócil tanto en la ciudad como en la carretera.

Con esto, se busca transmitir un poco de esa “pasión” generada por los mismos fabricantes al poner un auto de carreras en las pistas pero sin las particularidades que distinguen a esta clase de vehículos, ajustados para ser pilotados por verdaderos profesionales al volante y que les permiten a las marcas dar fe de su seriedad y compromiso con el avance tecnológico del automóvil.

Siendo el automovilismo y la deportividad dos temas que requieren fuertes inversiones de recursos en I+D (Investigación y desarrollo), la popular frase acuñada por los expertos en la industria automotriz norteamericana en los años 60 y 70 de “Gana el domingo, vende el lunes” cobra cada vez más vigencia, pues no existe un solo apasionado a los autos que no quiera tener el gusto de disfrutar en las calles de algún modelo de esa marca que ve dominando los circuitos del mundo durante cualquier día del año.