Foto de un almacén de Sodimac.

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Ella pone sus manos a la obra

Leonor Uribe es una colombiana que durante más de 15 años ha trabajado como vendedora de pinturas. Los consejos que antes daba a sus clientes ahora también los lleva a la práctica, siendo una de las líderes del programa voluntario de reparaciones locativas de escuelas en Sodimac.

26 de marzo de 2014

Reparar, resanar y pintar. Estas son algunas de las tareas que Leonor Uribe hace los días en que deja su trabajo como asesora de ventas en la tienda de Homecenter de la Calle 80 de Bogotá y participa en las jornadas de voluntariado que organiza la compañía para mejorar las instalaciones de algunos colegios públicos en Colombia.

El trabajo, aunque es físicamente exigente, se ve recompensado en la alegría de las niñas y niños que llegan a ver la transformación que vive la escuela cuando los voluntarios acaban la jornada. Por esto, para Leonor es gratificante ‘ponerse el overol’ cada vez que puede y poner al servicio de los demás sus conocimientos.

Desde cómo utilizar un rodillo hasta cómo aplicar una capa de pintura en forma pareja, Leonor se caracteriza por guiar a sus compañeros y aportar su experiencia para hacer la mejor intervención, como parte del programa ‘Soy voluntario Sodimac’.

Este es un programa que inició en el año 2012 y que justamente tiene como propósito que los empleados de la compañía puedan donar su tiempo aportando sus habilidades, destrezas y conocimientos a una causa social.

Interviniendo las comunidades

Como explica Paola Hernández, Jefe de Responsabilidad Social de Sodimac, la idea es que a través de esta modalidad de voluntariado se contribuya al mejoramiento de los lugares en los que miles de niños reciben sus clases diariamente.

“Como compañía entendemos que nuestro aporte debe estar ligado a la naturaleza de nuestro negocio, por lo que se relaciona mucho con la experiencia que tienen nuestros colaboradores y los productos que comercializamos”, explica Hernández.

La intervención se realiza en instituciones que son sometidas a un proceso juicioso de selección, en el que se contempla que estén ubicadas en áreas cercanas a donde operan las tiendas Homecenter y Constructor y que tengan necesidades significativas en términos de infraestructura, como pintura, pisos, baños, áreas comunes o jardinería.

Bajo este concepto, la organización ha intervenido 36 instituciones educativas en 22 ciudades y municipios, beneficiando a más de 15 mil niñas y niños.

Unidos por una causa


Para que la intervención sea efectiva, Sodimac busca que haya una acción tripartita desde tres frentes: la empresa privada, las instituciones públicas y la comunidad educativa. Esta última se compromete a participar durante la reparación locativa y además a mantener las instalaciones en el futuro.

Desde que el programa empezó, la compañía ha invertido aproximadamente 215 millones de pesos para su desarrollo, sumando las contribuciones en especie de productos que ellos comercializan y el dinero que emplean en la contratación de mano de obra especializada que lleva a cabo las tareas más técnicas de la intervención.

En la actualidad se llevan a cabo entre una y dos intervenciones por mes. El mayor impacto se dio en diciembre de 2013, cuando la organización intervino 100 escuelas en simultánea, en diferentes ciudades del país, con motivo de celebrar su aniversario número 20 en Colombia.
 
Así como Leonor, al menos 905 empleados –cerca del 12 por ciento del total de colaboradores– se han vinculado a estas jornadas voluntarias. Ella, particularmente, recuerda con nostalgia una oportunidad en la que tuvo que faltar porque se encontraba en vacaciones. “Pero yo soy de las que primero estoy ahí, lista para ayudar”, concluye.

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