Especiales Semana

Angustia en Florida

Un brote de ántrax investigado como un acto criminal podría ser el primer caso de bioterrorismo desde el atentado de las Torres Gemelas.

12 de noviembre de 2001

En un mes normal los bomberos del condado Miami-Dade, en el sur de la Florida, si acaso reciben una llamada reportando incidentes de contaminación química o biológica.

Pero en el sólo transcurso del martes al miércoles de la semana pasada ya habían tenido que responder a más de 60 reportes de personas que aseguraban haber estado expuestas a un polvo blanco que sospechaban, ser la letal bacteria del ántrax.

Ninguna de las llamadas resultó ser nada grave. Pero el miedo que se ha apoderado de muchos de los residentes del estado del sol no es para menos. El fin de semana anterior se había reportado la primera muerte de ántrax desde 1978 en el cercano condado de Palm Beach, al norte. Y, para colmo de males, lo que se pensaba había sido un incidente aislado el FBI lo había catalogado como un acto criminal premeditado, ya que dos compañeros de trabajo del muerto resultaron también contaminados con ántrax, una enfermedad que no es transmitida de una persona a otra.

“Es que usted no se contagia con estar cerca de una persona infectada. Tiene que respirar directamente las esporas que lo causan, dijo a SEMANA Judy Orijuela, la portavoz del FBI en el sur de la Florida. Estamos manejando esto como una investigación criminal”.

El último golpe a la seguridad que sentían los estadounidenses en su país, comenzó el martes antepasado cuando Robert Stevens, un editor de fotografía del diario sensacionalista The Sun, se registró en la sala de emergencia de un hospital en el Condado de Palm Beach. El jueves epidemiólogos del estado de la Florida habían descubierto que lo que tenía Stevens, de 63 años, era ántrax, una enfermedad más comúnmente encontrada en el ganado.

El viernes ya Stevens había fallecido y para el jueves de la semana pasada ya se había descubierto que dos personas que trabajaban en el mismo edificio de Stevens estaban también contaminadas. Afortunadamente el diagnóstico fue mucho más rápido y la enfermedad más fácil de controlar. Pero a todos los empleados de la compañía American Media Inc., a la que pertenece The Sun, se les había ordenado hacerse examinar y el miedo comenzaba a regarse por todo el país.

De acuerdo con el Centers for Disease Control (centro nacional para control de epidemias), en Atlanta, los síntomas del ántrax varían dependiendo en cómo sea contraído. En casos en que se han inhalado esporas que contengan la bacteria la enfermedad se manifiesta como una gripa, pero pronto ataca la capacidad respiratoria. Si el paciente no es tratado con antibióticos la persona puede morir pronto.

Sin embargo Terry Murray, portavoz del departamento de bomberos de Miami-Dade, dijo a SEMANA que no hay necesidad de que la gente se deje hacer presa del pánico. Explica que para ser contagiado de ántrax hay que respirar las esporas directamente o a través de una herida en la piel. Y aun si una persona queda expuesta a un poco de polvillo en su mayoría no es suficiente para enfermarla. Lo que ella recomienda es actuar con rapidez y normalmente no es fatal si en verdad la persona ha estado expuesta.

Hasta ahora todas las llamadas a las que han respondido, dijo Murray, el polvo ha terminado siendo o talco, o azúcar refinada. Pero, como dice él, son los tiempos que corren.

Pero para un pueblo donde el terrorismo nada más era algo que se veía en tierras lejanas a través de CNN, estas noticias llegan en los momentos de incertidumbre que han seguido al ataque terrorista contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Momentos en que funcionarios del presidente Bush para abajo le han dicho al pueblo estadounidense estar con la guardia en alto, ya que son posibles otros ataques terroristas, incluyendo armas químicas o biológicas.

A eso hay que sumarle que Mohammed Atta, uno de los hombres que se sospecha estrelló uno de los aviones contra las Torres Gemelas, entrenó como piloto a poca distancia de donde vivió y trabajó Robert Stevens, el hombre quien falleció contaminado por ántrax.

Nada más esta pasada primavera Atta estuvo haciendo averiguaciones en Belle Glade, a una media de donde vivía Stevens, acerca de las capacidades para cargar insecticida que tenía un avión de fumigación agrícola. Preguntó cuánto costaría y detalles de cómo volarlo, lo que ha hecho sospechar a los investigadores que estaba buscando una forma de regar agentes biológicos o químicos desde el aire..

Sin embargo Orijuela, del FBI, dice que todavía no se han encontrado pruebas que involucren a Atta y a su gente en el caso de ántrax y por eso lo están manejando como una investigación separada.

Pero lo que sí es seguro, dice Orijuela, es que no están tomando la situación con ligereza y no van a esperar que ocurran más muertes masivas. Orijuela dice que otras investigaciones federales de alto perfil han tomado un segundo plano a raíz de los últimos sucesos.

“Todos nuestros recursos humanos y materiales están concentrados en investigar ántrax y Penttbomb (el nombre código de la investigación del las torres), dijo Orijuela. Hemos manejado otros casos de supuesta contaminación en el pasado, pero esta vez resultó ser verdad”.



Las Zonas Libres de Armas Nucleares: su importancia para un mundo







Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el empleo de armas químicas y sobre su destrucción



Declaración conjunta sobre la prohibición completa de las armas químicas y biológicas. Compromiso de Mendoza





Documentos de la Cruz Roja Internacional sobre Armas nucleares, químicas y biológicas