Especiales Semana

ANTIOQUIA

16 de abril de 1990

RIQUEZAS NATURALES
UN MAPA ESPERANZADOR
Antioquia cuenta con una gran calidad humana y su inmenso potencial natural, en 64 mil kilómetros de extensión, aún está por descubrirse. Sus tierras poseen desde valles, montañas y ríos hasta bosques pantanosos.
Son conocidos por todos los inmensos problemas de orden público que afronta esta región. Lo que es desconocido es que detrás del arriero, los minerales o los empresarios existen tierras capaces de lograr el asombro por sus bellas formaciones naturales, por producir flores de las más diversas especies y algunos animales en vía de extinción como el oso de anteojos que se encuentra en el Parque de los Katios, al noroccidente del departamento.
La gran extensión, la variedad en el terreno y en el clima, obligan, para comprender mejor el departamento, a dividirlo por regiones.

CAFE Y PICOS

El suroeste antioqueño es la región cafetera del departamento. Los problemas de seguridad son "vacunas a los cafeteros o asaltos a los bancos en algunos municipios. Este hombre arriero que recoge café representa la imagén de Antioquia y de Colombia ante el mundo; las hermosas fincas cafeteras y lo pintoresco de sus pueblos se enmarcan en montañas que constituyen formaciones natura les únicas y sede de tesoros arqueológicos invaluables.
El Cerro Tusa, en Fredonia, la Piedra de la Diosa en Venecia, las cavernas con petroglifos en Támesis o la vereda de Cristiania en Jardín donde habitan los indios Katios, son algunos de los sitios dignos de conocerse en el suroeste antioqueño.

MINAS Y CASCADAS

El nordeste antioqueño comprende la zona minera del departamento, la cual aporta el 78 por ciento del oro y el 56 por ciento de la plata de la producción total del país. Esta zona, a pesar de ser terriblemente celebre por masacres como la de Tres Esquinas, ofrece al turísta, a través de sus minas, un sitio de encanto y de tradicionales travesías, como visitar la primera mina explotada, acción que requiere un viaje de seis días en mula partiendo de Remedios.
También allí la naturaleza viva es prodiga: los ríos Bagre y Porce facilitan la pesca, la navegación y el camping. Las cascadas de La Quiebra y La Chorrera pueden disfrutarse en baños naturales. Adentrarse en el jardín natural del Alto de las Flores, en Remedios, y asistir a las fiestas del oro en Segovia, que se celebran en el mes de diciembre, es otra de las prácticas del turismo en esta región.

AGUA Y SUELOS

El oriente antioqueño es la región hidroeléctrica por excelencia del país. Sus embalses son ideales para practicar los deportes acuáticos, pescar o para visitar grandes obras de ingeniería. Es, también, una superficie rica en piedras calizas como mármoles, el feldespato o el caolín. Tiene baños termales o cavernas como las de Danta en Sonsón y La Cascada de la Cuba en San Luis. Entre cultivos de flores y zonas arqueológicas, se encuentra la Piedra del Peñol, sobre la cual se han tejido miles de historias por su magnitud y procedencia. Hasta Sonsón llega también un famoso camino de los arrieros, el camino de la riqueza, el que todavía puede recorrerse a través de las montañas.

EL CAMINO DE LA RIQUEZA

El Magdalena medio comprende los municipios de Puerto Berrio, Yondó, Puerto Triunfo Puerto Nare y Doradal, esta surcado por el río Magdalena y es, después de Uraba, la región con más riqueza natural y mineral del departamento. El petróleo es un recurso abundante en su subsuelo. Sus tierras es tan llenas de ganado y sus formaciones geológicas produjeron cavernas laberinticas como las de Nare, Danta, Nus y las de Puerto Triunfo, que bien vale la pena visitar.
El río Magdalena propicia la navegación y la pesca, su fauna nativa mezcla nutrias, tigres y serpientes. A Puerto Nare llega otro camino de herradura, que fue muy utilizado para entrar todo lo que llegaba desde Europa hacia el país.

FAUNA Y BANANO

El noroccidente comprende a Urabá, la más extensa y rica zona de todas las de Antioquia. Los problemas de los bananeros, los militares y la guerrilla, son imperceptibles para los tres parques naturales que guardan celosas esta tierras, tan desconocidas y exóticas para el resto del país como las del Chocó o el Amazonas. El Parque Natural de los Katios, en los limites del departamento, lo comparten Antioquia y Chocó. Su fauna y su flora muestran una clara afinidad con la zona amazónica. Tiene 560 especies de vertebrados sin contar peces. Se destaca la diversidad de aves e incluso algunas especies en vías de extinción, como los osos de anteojos, los tigres, el jaguar Tití o especies de águilas y caimanes. Su fauna se tine con la naturaleza que forma cascadas y saltos de agua en esta zona pantanosa del país, que es ideal para aves y peces.
El Parque Nacional de las Orquídeas, llamado así por la gran cantidad, de especies que conserva, va desde Urrao hasta Frontino y es conocido por sus hermosos valles y ríos y por el solitario Alto Mosilga. El tercer parque natural antioqueño es el de Paramillo, asentado entre Ituango y Peque, cubierto de 1.500 hectáreas de bosques tropicales húmedos. En este se encuentra el macizo de Paramillo, donde nacen los ríos Sinú y San Jorge, que corresponden a la culminación de la Cordillera Occidental en tres serranías, Abibe San Jerónimo y Ayapel.
Urabá se extiende en hermosas playas, tan extensas como las de la Guajira: las de Arboletes o Necocli son las más visitadas. Brotan en ellas volcanes de lodo o aguas azufradas. Es una tierra minera por naturaleza: posee oro, petróleo, carbón, plata y podría ser, por su potencial hidrográfico y minero, el primer productor de energía eléctrica del país. Incluye importantes asentamientos indigenas: en Dadeiba habitan los Cunas, en Turbo los Katios y en Frontino subsiste una gran zona arqueológica. Pero Uraba, ante todo, es conocido por producir el 92 por ciento de la producción total de banano de Colombia.

ALTOS Y GANADOS

El bajo Cauca, víctima de violentos ataques a los ganaderos, abarca a Nechi, el Bagre, Caucasia, Tarazá y Cáceres. Es una tierra minera, rica en metales preciosos, en ríos y en ciénagas. Miles de sus hectáreas están dedicadas a la ganadería, pero esto no excluye que las playas de Caracolí o las ciénagas de San Lorenzo, Mandinga Bijagual o Anapsi, y los sitios como el Alto de Matasanos o Las Cruces, dan un espectáculo visual al viajero de estas tierras. Sus aguas han facilitado la masiva explotación del oro, que allí se da silvestre.
Antioquia es, pues, tierra de parques naturales, de terrenos selváticos, pantanosos y fertiles donde la belleza de la naturaleza no se abruma por los variados fenómenos sociales que allí se padecen, porque ella sigue majestuosa en medio de hechos impactantes.