Especiales Semana

El sector más productivo

Las universidades han comenzado a ofrecer posgrados para técnicos y tecnólogos, que son quienes tienen mayor demanda laboral en el país.

24 de marzo de 2007

C ontrario a lo que se cree, las carreras técnicas y tecnológicas también tienen manera de especializarse. Este reconocimiento se considera como un paso hacia el proceso de cambio en el tema de la 'revolución educativa', teniendo en cuenta los grandes retos en materia económica que traen consigo la globalización y la internacionalización de las empresas.

La expedición de la Ley 749 de 2002 fue el primer paso. Con ella se determinó que las instituciones de educación superior (IES) pueden ofrecer especializaciones para todos los niveles de formación de pregrado. Es decir, que quienes terminan una carrera profesional no son los únicos que pueden continuar capacitándose.

Sin embargo, el crecimiento en la demanda de talento humano técnico y tecnólogo no responde del todo a los requerimientos del sector productivo colombiano. De ahí el llamado urgente que hacen los empresarios y los industriales a las universidades para que actualicen e implementen nuevos programas de formación y se puedan ocupar los vacíos que los profesionales han dejado.

El objetivo de desarrollar parte de los programas homologados con las universidades es establecer acuerdos mutuos sobre módulos de competencias de desempeño, acordes con las necesidades del mercado. "Hay que abandonar el apego al pasado metodológico de la educación superior y formar profesionales capaces de aportar a la cadena de valor en las empresas" advierte el director del Sena, Darío Montoya.

El último informe entregado por el Observatorio Nacional del Ministerio de Educación muestra que los técnicos y tecnólogos tienen mayor cabida en el mercado laboral, pero las estadísticas confirman que las tendencias entre los jóvenes no han cambiado. En los tres años anteriores, la matrícula en educación superior está distribuida entre el 74,6 por ciento en programas universitarios y un 20,7 por ciento para áreas técnicas y tecnológicas.

Por su parte, Carlos Forero, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún), dice que desde antes de ratificarse la Ley 749, este gremio ya tenía una oferta de programas dirigidos a técnicos y tecnólogos, aunque aclara que no se puede concebir esta medida como un puente o mecanismo para ser profesional rápida y fácilmente.

Según Forero, "a la formación técnica y a la tecnológica se les debe dar identidad propia, y conectarlas desde la educación media para que tenga una visión más integral". Forero insiste en que para generar mayor confianza, se requieren medidas y políticas de estímulo que transformen la pedagogía y los currículos.

Hay cifras más alicientes sobre al tema. De acuerdo con lo reportado por el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), para el primer semestre de 2006 se reportaron 15 instituciones educativas que ofrecieron programas de especializaciones técnica profesional y tecnológica; de ellas, dos fueron técnicas y 13 tecnológicas.

El total de matriculados en los 22 programas para las 15 instituciones, sin incluir el Sena, fue de 396 estudiantes en todo el país. Es evidente que Colombia está en camino de acelerar el proceso de parecerse laboralmente a los países desarrollados, donde el sistema educativo se concibe a partir de la demanda, ahora cuando se está construyendo el Plan Nacional Decenal de Educación. De ahí que se deba concentrar en identificar las necesidades de formación de las empresas, para traducirlas en competencias laborales. n