Especiales Semana

INDUSTRIA DEL CUERO

13 de marzo de 1989

MOSTRAR Y VENDER
La vitrina de artículos de cuero más importante de Latinoamérica acaba de cerrar sus puertas. La primera Impresión es que el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, en el Centro Internacional de Bogotá, se quedo pequeño para el evento. Cada año es mayor el número de expositores y, por fortuna, mayor también el número de visitantes de diversas nacionalidades que se ha dejado contagiar por el sustentado rumor de que el cuero colombiano es "la machera".
Por eso, el antes Bogotá Leather Show debió cambiar su nombre, para otorgarle su verdadera dimensión nacional: de ahí que a partir de su decimoprimera edición, el evento se seguirá conociendo como el Colombian Leather Show.
Pero el nombre es simplemente un detalle de maquillaje. En esencia, la feria del cuero sigue fiel a su propósito inicial: mostrar a todo el mundo las manufacturas del cuero colombianos exportar en g rande y convertir al sector en uno de los más pujantes en el engranaje económico del país.
¿Qué tan efectivo ha resultado el evento? Las cifras constituyen la mejor respuesta. El último balance señalaba exportaciones cercanas a los 100 millones de dólares y con esto las manufacturas de cuero ascendían al quinto renglón de ventas al exterior en el listado de Proexpo.
Se trata pues de un balance positivo, pero lo mejor de todo es que aún queda mucho campo por explotar. Sólo un dato es suficiente para comprender hasta dónde se puede llegar: en la actualidad el 65% de las exportaciones del sector va dirigido a los Estados Unidos, y sin embargo, esta cifra apenas equivale al 1% de la demanda de dicho país en materia de manufacturas de cuero.
La importancia que representa el Leather Show para la economía y la imagen de Colombia no requiere, pues, otra explicación. Sin embargo, hay que entender que este evento apenas constituye uno de los logros de la Asociación Colombiana de Manufactureros del Cuero. Detrás de cada stand detrás de cada uno de los múltiples contactos internacionales que se registra, se encuentra el esfuerzo de una entidad que se ha interesado al máximo por promover el desarrollo de los diferentes sectores que aportan para obtener alguno de los productos que se venden. Efectivamente, Asocueros ha llegado hasta renglones como el de las curtiembres, los herrajes, las cremalleras, los hilos, las confecciones y el diseño, entre otros, para hacerlos mirar en la misma dirección.
Así, al tiempo que los ha reunido a todos y los ha motivado para que intercambien ideas y conozcan los diversos productos, la asociación, ahora comandada por Mario Hernández y María Angela Tavera, ha realizado una meritoria labor en otros frentes, como el de la investigación de tendencias, la capacitación de personal, la apertura de canales de exportación y la participación de los manufactureros colombianos en las ferias más importantes alrededor del mundo.
En cuanto a la capacitación, se ha trabajado a nivel internacional, mediante la coordinación de cooperaciones técnicas: el año pasado se llevaron a cabo dos con Alemania en el renglón de equipajes y una con la Comunidad Económica Europea en la línea de accesorios; y a nivel nacional, con cursos sobre contabilidad de costos, cambios internacionales, el Plan Vallejo y otros. María Angela Tavera, directora ejecutiva de Asocueros, asegura: "Este es uno de los puntos que requiere más atención, debido a que la mayor parte de los trabajadores del cuero es empírica, porque en Colombia no existen escuelas en dicha área. Otro punto clave es la permanente actualización de tendencias. Todo tiene su moda, incluso una maleta de viaje, y si se quiere vender en grande hay que estar siempre al día en los parámetros de cada región".
Otra faceta vital de Asocueros es el estudio y la selección de las ferias de cuero más importantes del planeta, con el objeto de buscar un cupo para las manufacturas colombianas. En este aspecto el proyecto más destacado del momento es el trabajo que se viene realizando desde hace tres años en Milán, Italia, ciudad sede de la feria "Mipel", considerada por los expertos como la más ambicionada por las industrias del sector.
Para quienes decidieron esperar unos años para vincularse a Asocueros, hasta ver con sus propios ojos las labores y los éxitos del sector, las razones aumentan cada año. De ahí que una entidad que comenzó con 12 afiliados en la década del 70, se haya visto en la necesidad de abrir capítulos regionales en tan breve lapso. En efecto, la entidad cuenta ahora con dos subsedes en Bucaramanga y Cali, respectivamente, debido al crecimiento que ha ido tomando el gremio en éstas y otras regiones. La capital santandereana, que ya realizó su propio Leather Show el año pasado, registra una de las más importantes industrias manufactureras del cuero, con énfasis en calzado. Aproximadamente 300 pequeños y medianos industriales y más de mil talleres, justifican su posición de segunda en Asocueros. De manera semejante, la capital vallecaucana prepara para el próximo año su primera gran exposición regional.
Con este crecimiento, que constituye verdadero ejemplo para la industria colombiana, el sector del cuero seguirá tocando nuevas puertas internacionales. Las operaciones en Estados Unidos, parte de Europa, el Caribe y aun en Suramérica seguirán marcando la pauta. La primera consigna es siempre la calidad. Ya en el extranjero esta idea comienza a hacer escuela, y gracias a ello se ha llegado a pagar un poco más por los productos colombianos- frente al precio del sureste asiático, por ejemplo- pero se ha comprobado que cada maleta, cada bolso de mano, cada zapato, cada billetera, y en fin cada producto que lleve la marquilla made in Colombia, tiene el respaldo de empresas sólidas y de manos que laboran artísticamente... tiene el respaldo de la otra Colombia, la que está proyectando la buena imagen a través del trabajo y la calidad.