Especiales Semana

LA ERA DE LAS 'HOLDING'

Se ha impuesto en Colombia el sistema de las compañìas matrices que, directa o indirectamente, generan utilidades insospechadas.

23 de mayo de 1994

DURANTE LAS ASAMBLEAS de accionistas que acaban de pasar, muchos de los presidentes de grandes compañías advirtieron repetidamente a sus socios que la mayor rentabilidad de sus empresas no se centró tanto en su producción como en sus actividades de inversión. Los ingresos de diversas sociedades dependen cada día más de los dividendos y valorizaciones de sus portafolios, que de las diferentes líneas de producción que tradicionalmente han atendido.
Esa situaciòn se desprende de la consolidación del sistema de empresas holding que, por lo menos en el caso de los grupos manufactureros, hace que obtengan más ganancias con los movimientos de sus activos. Uno de los casos más llamativos es el de Cemento Argos, cabeza de uno de los más poderosos conglomerados industriales y económicos antioqueños. En 1993 las ganancias para la compañía ascendieron a 19.201 millones de pesos, de los cuales el 81 por ciento provino de utilidades generadas por sus filiales o subsidiarias. Sólo el 19 por ciento restante se derivó de su gestión como empresa manufacturera.
Incluso Argos incursionó por primera ocasión en la participación del capital de sociedades extranjeras. Posee tan envidiable portafolio que mientras la empresa tenía una valoración de 12.488 millones de pesos en 1987, hoy vale en el mercado 758.863 millones de pesos. Resultados parecidos produjeron otras joyas del grupo empresarial paisa, como la Compañía Nacional de Chocolates, Industrias Alimenticias Noel, la aporreada Compañía Colombiana de Tabaco y, obviamente, Suramericana de Seguros. Para muchas de estas empresas, el fenómeno de la alta rentabilidad de dividendos, mediante una agresiva y acertada política de diversificación de inversiones, ha comenzado a rendir los frutos esperados. Tanto o más que el olfato y visión de los ejecutivos, la fuerza motora de la nueva tendencia radica en las posibilidades ilimitadas de producción que ofrece la apertura y en los beneficios tributarios que reciben quienes crean empresas y, a través de ello, empleo y riqueza.

OTRAS EPOCAS
En Colombia funcionan holding horizontales y verticales. Su conformación se remonta a los años 60, con la aparición de los grupos económicos. Hasta entonces reinaban los accionistas minoritarios, quienes, en su gran mayoría, vivían de los dividendos. Pero con la incursión de los conglomerados, se produjo un éxodo gradual y acelerado de esos pequeños inversionistas, debido, fundamentalmente, a la reinversión de utilidades. Los modestos capitalizadores terminaron vendiendo sus acciones, y los compradores fueron, por supuesto, los socios mayoritarios.
No todas las empresas utilizaron esos procedimientos, pero se calcula que los minoritarios representan hoy del 3 al 5 por ciento de los accionistas. "Definitivamentese acabaron los dìas en que los portadores de títulos de alguna empresa marchaban en familia hacia cualquier sucursal del Banco Central Hipotecario para reclamar lo que les correspondía", dive Hugo Obando, catedrático de la Escuela de Administración y Finanzas y Tecnología (Eafit), en Medellín.
Existen holdings o conglomerados como los grupos Santo Domingo o Ardila Lulle, que incluyen intereses que van desde importantes y poderosas empresas industriales hasta medios de comunicición. Allí casi siempre las decisiones importantes las toman las cabezas principales, y estas pueden afectar o beneficiar a todos sus componentes por igual.
Existen otros ejemplos como el del citado grupo Argos, líder en la producción de cementos en el país, donde, se afirma, existe una mayor autonomía. El éxito de la política de diversificación se debe, en palabras de su presidente, Adolfo Arango Montoya, "al riesgo que asumimos al crear filiales dedicadas a la misma actividad productiva". En efecto, Argos promovió el montaje de importantes empresas como Cementos del Valle, Cementos Caribe, Cementos El Cairo, Cementos del Nare, Cementos Rioclaro y Cementos de Caldas entre otras. "El aporte no sólo ha sido financiero, sino también de transferencia de conocimientos y tecnología, en nuestra calidad de empresa líder del ramo", dice Arango.
El portafolio accionario de Argos incluye también participación en sectores tan disinliles como Tejicóndor, Coltabaco, Conavi o el Banco Industrial Colombiano, y en nuevos proyectos industriales como Setas Colombianas, Tablemac, Antioquia Celular, Hotel Pereira y Suramericana de Seguros. "En cualquier caso -dice Arango-, la idea es apoyar iniciativas y proyectos que generen empleo y riqueza para la región y el país".
Otra gran beneficiada del sistema holding es la Compañía Nacional de Chocolates. Al terminar 1993, el costo de las inversiones fue de 18.222 millones de pesos, mientras que la valorización acumulada llegó a 193.030 millones de pesos. Como consecuencia del acierto, su patrimonio se fortaleció de 21.000 millones de pesos en 1988 a 400.000 millones en 1993.
Inclusive la aplicación de la estrategia les ha servido a entidades como Coltabaco que, gracias a un portafolio diversificado, ha podido enfrentar la grave crisis que afecta a la producción nacional de cigarrillos, que, en el caso de esa empresa, representó, en 1993, pérdidas por 10.207 millones de pesos. Pero Coltabaco tocó la otra orilla con ingresos derivados de sus operaciones no industriales, que sumaron, en el mismo período, 21.055 millones de pesos.
Según Rafael Mario Villa, presidente de Industrias Alimenticias Noel -que han entrado de lleno en el nuevo esquema-, "el fortalecimiento patrimonial y el aseguramiento de utilidades vía inversión debe ser una prioridad". Según Villa, la realidad económica actual, caracterizada por el mercado de apertura, expone a las empresas a significativos reveses operativos, y la tabla de salvación resulta siendo la diversificación de sus inversiones.

LA HOLDING POR EXCELENCIA
De alguna manera, todas estas empresas se benefician de la experiencia en colocaciones que posee Suramericana de Seguros, socia en todas las compañías del Sindicato Antioqueño y tal vez la empresa holding por excelencia. "Invertir es nuestra naturaleza", dice Jorge Londoño, vicepresidente financiero de Suramericana. De hecho, es la única manera tanto de preservar la capitalización de los ahorradores como de garantizar el pago de los seguros contratados. Lo cierto es que ninguno tendrá nada que temer: las inversiones que maneja la casa matriz en más de 90 empresas -17 de ellas filiales y subordinadas- tienen en libros un valor de 188.600 millones de pesos. A precios de mercado, la valorización podría ascender hoy a más de un billón de pesos.
Para las bolsas de Bogotá y Medellín el sistema holding es una excelente noticia, pero lo sería màs si todas las compañías creadas por estas matrices entraran también al mercado bursátil, rompiendo un poco con el tabú de que, a través de nuevas emisiones, puedan ingresar grupos hostiles. "Sería importante que las empresas que se crean a la sombra de los grupos dominantes también inscriban acciones -dice Luis Fernando Uribe Restrepo, presidente de la Bolsa de Medellín-. Para los fundadores de esas empresas sería interesante apoyarse un poquito en los recursos que puedan aportar terceros inversionistas para valorizar sus propias inversiones y reducir su exposición en términos de riesgo".
Pero surgen dudas en torno del verdadero poder de todas las empresas holding colombianas. Sólo a partir del primero de enero de 1994 se reanudó el requisito de presentar estados financieros consolidados, que incluyan los de la casa matriz y los de las filiales y subordinadas. "Esa será la única manera de conocer el monto de recursos de un determinado grupo, aunque nunca desaparecerán los procedimientos contables que oculten las verdaderas realidades económicas de las empresas", dice el experto Obando.
La Superintendencia de Sociedades ha tomado cartas en el asunto, y sus funcionarios dicen que, además de los estados financieros consolidados para consumo general, se deberán presentar estados financieros de períodos intermedios. La suma total de información servirá para alimentar la actualización de datos sobre los conglomerados colombianos. Infortunadamente, desde 1979 esa información dejó de hacerse pública, al parecer por problemas de seguridad.
Actualmente cursa en el Congreso de la República un proyecto de ley que reforma el Código de Comercio vigente. En lo que atañe a las holding, se establecerán controles para evitar desmanes contra las filiales y subordinadas, los accionistas o los acreedores, tanto de las matrices como de las subordinadas. Curiosamente, esas nuevas reglas de juego estarán, segùn los expertos, más dirigidas a los grupos pequeños que a los grandes. El abogado comercialista Enrique Gaviria Gutiérrez lo resume así: "Los grandes grupos de este paìs tienen un prestigio que defender, y eso tal vez harà que nunca se excedan en sus prácticas comerciales".
Se trata, pues, de un asunto que, aunque no nuevo, ya es debatido abiertamente hasta en las mismas asambleas de accionistas, y cuyo éxito en gran parte también depende de lo bien que ande el mercado de capitales. El boom de la bolsa en los últimos tres años ha contribuido en gran forma a que el sistema gane adeptos. Sin embargo, en otros sitios las holding están ya en vías de desaparición y las grandes compañías están regresando a su negocio central.