Especiales Semana

LA SEÑORA AMAZONAS

Catherine Sánchez, la protagonista del mayor escándalo en los 60 años del reinado, cuenta cómo fue la historia.

12 de diciembre de 1994

SIN LUGAR A DUdas el mayor escándalo en los 60 años de existencia del reinado de Cartagena fue el protagonizado el año pasado por Catherine Sánchez. Esta joven paisa llegó a Cartagena en representación del departamento del Amazonas. En los primeros días se colocó como una de las favoritas y su nombre comenzó a sonar para la gran final. Pero cuando el concurso entraba en la recta final se descubrió que ella era una mujer casada.

El engaño a las directivas del reinado, a las autoridades del Amazonas, a su preparador y diseñador fue sólo una parte de la historia. El final fue mucho más escandaloso. La salida de Catherine Sánchez de Cartagena fue digna de una película de aventuras. Ciento cincuenta periodistas se lanzaron en su persecución mientras ella, en un taxi, escoltada por dos camperos y una motocicleta, los burló y se abrió paso en busca de la pista del aeropuerto, donde un avión privado la esperaba.

Un año después de este bochornoso incidente, que puso a tambalear al Reinado de Cartagena y que obligó a sus directivas a realizar una reestructuración a fondo, Catherine Sánchez decidió contar su versión de lo ocurrido. Ella negó rotundamente que su participación en Cartagena hubiera tenido que ver con una apuesta de cuatro millones de dólares entre narcotraficantes, como se dijo. "No era una apuesta. Todo comenzó en un restaurante en el norte de Bogotá, en septiembre de 1992. Hacía dos meses me había casado y estábamos celebrando con mi esposo. Entonces una pareja de amigos nos dijo que por qué no participaba en la elección de la Señorita Amazonas, pues ellos eran muy amigos del diseñador Jaime Arango y él me podía ayudar", recordó Catherine. Quince días después estaba no solo en manos del diseñador Arango, sino de un cirujano plástico, quien la operó de los senos y la nariz.

Cuando se recuperó de la cirugía regresó a cumplir con una extenuante agenda de compromisos sociales, la cual había sido programada por las autoridades del Amazonas y su diseñador. Fue en uno de esos compromisos donde se enteró que estaba embarazada. "Cuando realizaba una sesión de fotos me comencé a sentir muy mal. Mi esposo me llevó a la clínica Santa Fe y allí me dijeron que estaba esperando un bebé", recordó Catherine. La noticia del embarazo era en ese momento la mejor excusa para abandonar el barco, pues la mentira que había montado le deparaba un futuro no muy halagador. "Hablé con Jaime Arango y le dije que me retiraba porque tenía problemas de salud y que me iban a operar de unos quistes en los ovarios. No le quise contar la verdad porque sabía que todo el mundo iba a decir que por buscar plata para el reinado me había acostado con algún mágico, y esas eran las consecuencias. ¿Quién me iba a creer en ese momento que yo ya estaba casada?" .

Entonces Catherine Sánchez llegó a Cartagena casada y con dos meses y medio de embarazo. Llevaba consigo dos maletas con vestidos de cóctel, una tula atestada de zapatos y docenas de trusas. Pero en ninguna de las maletas de su equipaje iba el vestido de coronación. "Estoy casi segura que Jaime Arango sabía la verdad. El nunca me mostró el traje de gala para la noche de coronación, pues creo que sabía que no pasarían muchos días sin que se descubriera todo ese rollo".

Cinco días después de haber llegado a Cartagena la candidata del Amazonas renunció al concurso. "Yo salí del reinado porque renuncié y no porque me hubieran echado. Doña Tera nunca pudo comprobar que yo era casada. Nunca les conté porque me amenazaron y me encerraron en un cuarto y en la puerta colocaron dos policías que me vigilaban y no me dejaban salir", contó Catherine.

Después de abandonar a Cartagena en un avión privado, piloteado por su esposo, la señora Amazonas -como comenzaron a llamarla los colombianos- desapareció del escenario público casi por un año. Volvió a aparecer en vísperas de las fiestas novembrinas. Esta vez para lanzar un atrevido almanaque con fotos suyas, donde aparece semidesnuda. Y otra vez volvió a ser noticia y a robarse el show en el Corralito de Piedra. Y de nuevo puso nerviosas a las directivas del reinado, quienes nunca vieron con buenos ojos la aparición de esta mujer que les mintió descaradamente. Este primer trabajo como modelo de calendarios parece que se repetirá en los próximos meses. Pero en esta oportunidad será para ilustrar la portada de la revista Penthouse. Si acepta la propuesta recibirá 25.000 dólares y tres millones de lectores, que mensualmente adquieren la revista, se deleitarán con los encantos de la famosa señora Amazonas.