LOS AGUAFIESTAS

En la penúltima semana del año, guerrilleros pertenecientes al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru se tomaron la embajada de Japón en Lima mientras se realizaba una recepción diplomática, y retuvieron como rehenes para presionar la liberación de sus compañeros presos más de cuatrocientas personas, entre ellas el ministro de relaciones exteriores del Perú, otros miembros del gabinete, múltiples diplomáticos de varios países y una delegación de industriales del Japón. El hecho afectó negativamente la imagen del Perú como país receptor de inversiones extranjeras, que había sido laboriosamente construida por el presidente Alberto Fujimori, quien incluso había llegado a proclamar el fin de la guerrilla en su país.