Especiales Semana

Los próceres

Los patriotas ilustres fueron determinantes con su valor en la independencia de Colombia. Estos son algunos de ellos.

12 de julio de 2010

Simón Bolívar
Noble, rico y con talento. Así era descrito por sus contemporáneos este caraqueño nacido el 24 de julio de 1783 y bautizado como Simón José Antonio de la Santísima Trinidad. De origen vasco, hacía parte de una familia que en varios siglos de presencia en Venezuela había acumulado una gran fortuna. Tierras, minas, plantaciones, ganado, esclavos y residencias le permitieron a Simón disfrutar de privilegios, pero también, paradójicamente, de privaciones. Muy temprano perdió a sus padres, los dos por tuberculosis, enfermedad de la que también padeció él mismo.

A los 15 años partió a España, donde, en 1802, se casó con la joven María Teresa Rodríguez del Toro, quien murió ocho meses después de la boda. Bolívar afirmó años después que si no hubiera enviudado, quizá su vida hubiese sido otra y no sería el Libertador. En Europa entró en contacto con las ideas de la Revolución francesa. Ya en 1805 lo acompañaba el convencimiento de que su destino era liberar a su país de la dominación española.

En 1810 se unió al proceso por la independencia que comenzó en Venezuela con Francisco Miranda como líder. Cuando este primer intento concluyó en fracaso, Bolívar se vio obligado a refugiarse en la Nueva Granada, donde en 1812 emitió el Manifiesto de Cartagena, una proclama en la que convocó a los americanos a rebelarse y corregir los errores cometidos en estos dos primeros años de lucha.

Desde esa ciudad emprendió en 1813 otra ofensiva para liberar a Caracas, conocida como la Campaña Admirable, en la que manifestó su preferencia por las tácticas napoleónicas del ataque relámpago. Pronto liberó su ciudad, y el ayuntamiento caraqueño, agradecido, le otorgó el título de El Libertador. Pero la contraofensiva realista de José Tomás Boves lo obligó a regresar derrotado de nuevo a Cartagena, y participó de la guerra civil que azotó a la Nueva Granada. Ante la inminente ofensiva de Pablo Morillo, se refugió en Jamaica y Haití, de allí partió a Venezuela para emprender una tercera revolución, entre 1816 y 1819.

El éxito llegó en Boyacá, el 7 de agosto de 1819, cuando ganó la primera batalla decisiva contra los españoles, con la que se inició el derrumbe militar de la presencia colonial española.

Los patriotas, ahora dirigentes de una naciente nación, comprendieron que liberar al resto de Hispanoamérica era necesario. Para ello, Bolívar ejecutó la campaña del Sur: liberó Quito con la batalla de Pichincha, en 1822, y con la de Ayacucho, en 1824, consolidó la independencia de Perú.

La organización civil de la República se inició con la Constitución de Angostura en 1819, cuando nació la República de Colombia, integrada por Venezuela, la Nueva Granada y Ecuador. Luego, con la Constitución de Cúcuta, 1821, se organizó el Estado. Sin embargo, el caudillismo venezolano y las diferencias con los neogranadinos acabaron con la idea unitaria. Frustrado e incomprendido, pero tocado por la gloria inmortal, Bolívar murió en Santa Marta el 17 de diciembre de 1830, cuando se disponía a viajar a Europa.

Francisco De Paula Santander
El 20 de julio de 1810, el estudiante Francisco de Paula Santander se encontraba en la casa de un criollo santafereño cuando llegó el rumor. En la Plaza Mayor de Santafe el pueblo se levantaba contra la autoridad española. A partir de ese momento, la vida del joven cambió para siempre, porque de inmediato se unió a los revoltosos. Había nacido el 2 de abril de 1792 en la Villa del Rosario de Cúcuta y tenía escasos 18 años cuando se vinculó a la causa independentista. Al comenzar la reconquista española, desde 1816 se encargó de organizar la resistencia en los Llanos Orientales, que fue el comienzo de la campaña que concluyó en 1819 con el paso por el páramo de Pisba los Andes y el triunfo decisivo en la batalla de Boyacá.

Más allá de su destacada historia como militar de la guerra de independencia, la importancia histórica de Santander reside en su obra como estadista. Primero, como vicepresidente de Cundinamarca, como se denominó a la Nueva Granada durante el período hoy conocido como la Gran Colombia. Y luego de toda la república, luego de ser aprobada la Constitución de Cúcuta.

Caracterizado por su civilismo, pronto entró en conflicto con los militares venezolanos que acompañaban a Bolívar, y luego fue acusado de participar en la conspiración septembrina de 1828, que atentó contra el Libertador. Perdonado por éste, salió al exilio en Europa hasta 1832, cuando regresó a ocupar la Presidencia, primero de manera interina, y luego, por elección, desde 1833 hasta 1837.

A Santander se atribuye la creación del orden legal necesario para hacer viable a la República. Por eso, su pensamiento quedó recogido en la frase: “Colombianos, las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad”. Y su pensamiento civilista quedó consignado en la frase siguiente: “La espada de los libertadores tiene que estar, de ahora en adelante, sometida a las leyes de la República”.

Santander construyó el primer sistema de educación pública que existió en Colombia, al impulsar la creación de escuelas, colegios y universidades en los que se impartía una educación laica orientada por una filosofía liberal. Murió en Bogotá el 6 de mayo de 1840 y es considerado el fundador del Partido Liberal.

José María Córdova
Nació en Concepción el 8 de septiembre de 1799 y murió el 17 de octubre de 1830. A sus 30 años fue general en el Ejército libertador.

Ante la ofensiva de la reconquista, participó en la guerra de resistencia que organizó Santander en el Casanare y también en las batallas decisivas del Pantano de Vargas y Boyacá, en 1819. Luego, consolidó la liberación de la Costa Caribe y después se trasladó a Quito para participar en la campaña del sur, bajo las órdenes del mariscal Sucre. Participó en las batallas de Pichincha y Ayacucho, cuando arengó a sus tropas antes de la lucha con una frase que hizo historia: “Soldados, armas a discreción; de frente, paso de vencedores”.

Se levantó contra la dictadura de Bolívar y murió asesinado por Ruperto Hand cuando yacía herido tras la batalla de Santuario. Hoy uno de los departamentos de Colombia lleva su nombre.

Antonio José De Sucre
Nació en Cumaná, Venezuela, el 3 de febrero de 1795. Perteneció a una familia rica y de tradición militar; su padre fue coronel del Ejército español. Participó en la guerra de independencia venezolana y logró su máxima gloria al vincularse a la campaña del sur.
Comandó las tropas patriotas en la batalla de Pichincha, en 1822, y en la de Ayacucho, en 1824. Designado por Bolívar presidente de Perú, y luego de Bolivia, pronto las disensiones se apoderaron de la joven nación y tras sufrir un atentado, Sucre se vio obligado a abandonar la Presidencia. Regresó a Quito, donde se casó con la marquesa de Solanda. Años después trató de regresar a Venezuela, pero el régimen de Páez le impidió entrar a su patria, por lo cual regresó a Quito. Pero nunca llegó. Fue emboscado y asesinado en las montañas de Berruecos, el 4 de junio de 1830.

En su memoria, un departamento de Colombia lleva su nombre, lo mismo que la antigua moneda del Ecuador, una ciudad en Bolivia y varias en Venezuela.

Juan José Rondón
Nació en 1790, en un poblado del actual estado Guárico (Venezuela). Sin embargo, el clérigo e historiador colombiano Cayo Leonidas Peñuela asegura en una de sus publicaciones que Rondón habría nacido en Soatá (Boyacá).

Se vinculó al Ejército patriota en 1817 para acompañar a Simón Bolívar en la campaña libertadora de 1819, donde se distinguió en la Batalla del Pantano de Vargas; un combate en el que fue protagonista de una hazaña con los 14 lanceros que hicieron retroceder a las tropas realistas. Por esto se le considera el primer héroe de la caballería colombiana. Rondón también luchó en el combate de Las Queseras del Medio y, en 1820 formó parte del Regimiento de la Guardia de Cúcuta que participó en la Batalla de Carabobo. Murió en Valencia (Venezuela) a causa de una herida que se gangrenó en su pie.

Atanasio Girardot
Nació en San Jerónimo, Antioquia, el 2 de mayo de 1791, de la unión de un francés y una criolla. Se graduó en derecho en 1810, año en el que comenzó a participar en la causa patriota. Al año siguiente, le correspondió comandar las tropas que se enfrentaron al gobernador realista de Popayán, Miguel Tacón, en el puente del río Palacé, donde logró un resonante triunfo. Participó con Bolívar en la Campaña Admirable, y con Rafael Urdaneta derrotó a los realistas en la llanura de Taguanes. Murió en el cerro de Bárbula, Venezuela, el 30 de septiembre de 1813, cuando cayó envuelto en la bandera . Recibió el honor de ser designado por Bolívar como héroe.

Juan Del Corral
Nació en Mompox el 23 de junio de 1778. Se trasladó a Antioquia y allí estaba en 1810 cuando se inició la independencia. Nombrado, junto con José Manuel Restrepo, representante de Antioquia al Congreso de Provincias Unidas, en 1813 fue declarado dictador del Estado de Antioquia y se encargó de la defensa de esta provincia.
Como gobernante promulgó la declaración de independencia el 11 de agosto de 1811. Sin embargo, su máximo aporte consistió en haber propuesto al órgano legislativo antioqueño la libertad de los hijos de los esclavos, llamada “libertad de partos”, aprobada el 20 de abril de 1814. Murió en Rionegro, Antioquia, el 7 de abril de 1814.

José Antonio Anzoátegui
Nació en Barcelona en 1789, pero se convirtió en uno de los hijos adoptivos destacados de la Nueva Granada. Ocupó importantes puestos oficiales en el Ejército venezolano en la Independencia. Su intervención en la Batalla de Boyacá le valió el ascenso a general de división. Anzoátegui no pudo disfrutarlo, pues el 15 de noviembre de 1819, un día después de cumplir 30 años, murió. La causa de su muerte nunca se determinó. Algunos se la atribuyen a una fiebre y otros a un posible envenenamiento.

José Prudencio Padilla
Nació el 19 de marzo de 1784 en la Villa de Pedraza, provincia de Riohacha. Su madre fue una wayuu; su padre, un negro libre. A los 14 años, entró a la Real armada española y participó en la batalla de Trafalgar, en 1805, donde fue hecho prisionero por los ingleses. Luego de tres años de prisión, fue liberado y recibió el nombramiento de contramaestre del arsenal de Cartagena.

Ocupaba ese cargo cuando estallaron los sucesos de 1810 y tomó las armas patriotas.. Luego de numerosas acciones navales fue ascendido a general de brigada de la Armada de Colombia. Se le considera el héroe de la batalla del Lago de Maracaibo, el 24 de julio de 1823, cuando se selló la liberación del Caribe.

Fue elegido dos veces senador de la República, pero el 26 de mayo de 1828 fue detenido y enviado a Bogotá, acusado de participar con otros oficiales en un acto de indisciplina. Estaba preso cuando ocurrió el atentado contra Bolívar del 25 de septiembre. Algunos conjurados asaltaron el cuartel donde se hallaba preso para nombrarlo comandante de la rebelión. Se le juzgó por conspirador, y fue condenado a muerte y fusilado el 2 de octubre de 1828. Fue el gran héroe naval de la independencia, fundador de la Armada nacional y primer almirante de Colombia.

Antonio Baraya
Capitán de la guarnición de Santafé de Bogotá. Cuando la Junta Suprema de Santafé creó el batallón de voluntarios, nombró comandante a Baraya, el único militar de carrera. Combatió al realista Miguel Tacón en el occidente y el 28 de marzo de 1811 lo derrotó en Palacé, la primera batalla ganada por los patriotas.

Cuando estalló la guerra entre federalistas y centralistas, Antonio Nariño, presidente de Cundinamarca y dirigente de los últimos, le otorgó el mando de sus tropas, pero Baraya se pasó al bando contrario. Cuando atacó a Santafé fue derrotado por Nariño el 9 de enero de 1813. Durante la Reconquista fue fusilado por los hombres del Pacificador Pablo Morillo.

José Antonio Páez
El ‘León de Apure’ nació en Curupa, Venezuela, el 13 de junio de 1790. Su obra militar en los llanos colombo-venezolanos fue fundamental en el triunfo de la Campaña Libertadora de 1819 y la Campaña de Venezuela de 1821, que terminó en la Batalla de Carabobo. Su gesta lo convirtió en un caudillo de la independencia y en 1830 en el primer presidente de Venezuela, luego de que se desintegró en forma definitiva la Gran Colombia. Murió en Nueva York el 6 de mayo de 1873.

Pedro Romero Walker
Nació en Matanzas, Cuba. Llegó a Cartagena pasada la segunda mitad del siglo XVIII. Romero se comprometió con el movimiento emancipador y el 11 de noviembre de 1811, a la cabeza de los lanceros y del pueblo cartagenero, exigió a la Junta Suprema la proclamación de la independencia. Pero la persecución de Morillo hizo que los patriotas cartageneros dejaran la ciudad.

Hermógenes Maza
El general José Hermógenes Maza nació en 20 de abril de 1792 en Santa fe de Bogotá. En 1810 se unió a la causa de la independencia y se alistó en el Batallón Auxiliar. Desde entonces libró diferentes batallas entre las que se cuentan la de Tenerife, donde culminó la liberación del Magdalena, y la de Pichincha, en la que luchó junto a Sucre. En 1826 recibió el despacho de general de brigada y se retiró a Mompox, donde murió en 1847.

José María Cabal
Nació en Buga en 1770. En 1811 fue nombrado Presidente de la Junta de las ciudades confederadas del Cauca y poco tiempo después, primer dignatario de la junta revolucionaria de Popayán. Se unió al Ejército libertador y actuó junto a Nariño en batallas como la de Palacé. Cabal murió sin ver la independencia definitiva de su país, pues fue hecho prisionero y ejecutado en 1816.