Especiales Semana

REGALOS Y NAVIDAD

Un inglés fue el creador de las tarjetas de Navidad en 1846

2 de enero de 1984

POR LOS BUZONES
Por las oficinas de correo pasarán en las Navidades próximas muchos millones de postales. Algunas viajarán una corta distancia dentro de la misma ciudad; otras irán de Roma a Santiago de Chile, de San Salvador a París, de Bogotá a Bruselas. El envío de postales navideñas es costumbre casi universal, que a veces nos une en la distancia a amigos y familiares a quienes nunca vemos y a los que, por las prisas de la vida diaria, rara vez escribimos.
¿Cómo nació esta costumbre? Los historiadores mencionan una postal de Año Nuevo dibujada en Europa hacia 1450, pero se sabe muy poco de ésta. Sea como fuere, lo cierto es que la misma no tuvo secuela inmediata, pues la postal navideña no volvió a aparecer hasta 1843, en Inglaterra.
Sir Henry Cole, primer director que tuvo el famoso Museo de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto, pidió a un artista amigo, John Calcoltt Horsley, que dibujara motivos propios de Navidad en una postal.
Horsley logró una feliz creación y, en 1846, ya se habían vendido más de mil litografías de su obra. La oficina británica del Tesoro se hizo cargo de la venta de las artísticas tarjetas, cuya difusión se vio muy favorecida por la reforma postal inglesa, gracias a la cual podían enviarse a lugares distantes por sólo un peñique de franqueo.
LAS PRIMERAS POSTALES DE NAVIDAD
Estaban divididas en tres paneles o secciones. El central ilustraba una alegre reunión familiar; en primer plano aparecían los más ancianos de la familia haciendo un brindis. Los paneles laterales representaban dos de las obras cristianas de misericordia, "vestir al desnudo" y "dar de comer al hambriento". El mensaje impreso era breve y sencillo: "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo". Pocos años después, en 1870, la costumbre de enviar postales navideñas estaba ya profundamenee arraigada en Inglaterra. Se había convertido en parte de la tradición británica de celebrar la Navidad.
Louis Prang, un inmigrante alemán, llegado a los Estados Unidos en 1850, abrió un modesto taller de litografía en Roxbury, Estado de Massachusetts. Allí perfeccionó la técnica de la impresión multicolor, utilizando hasta diecisiete colores para crear las más variadas tonalidades.
Sus reproducciones de pinturas al óleo resultaron notables por su extraordinaria fidelidad al original. El propio Prang, en 1875, presentó al público norteamericano una línea completa de diversas postales navideñas.
Muchas exhibían una rosa, flor favorita de su creador. Pero otras contenían motivos alegóricos propios de Navidad y otras escenas religiosas.
Los precios de estas postales eran elevados. En 1890, cuando comenzaron a importarse tarjetas más económicas de Inglaterra y Alemania, Prang se retiró.
La impresión de tarjetas de Navidad en los Estados Unidos, en gran escala, no comenzó hasta después de terminada la Primera Guerra Mundial, en 1918. Muy pronto se extendió a la América Latina, donde se imprimen ya, desde hace años, postales con leyendas en español.
Las más recientes innovaciones introducidas en el campo de las artes gráficas permiten que la postal navideña mantenga bajos precios a la vez que notable calidad artística. Tambien, en las clases de arte, dibujo y trabajos manuales de muchas escuelas, se alienta a los escolares a que dibujen sus propias postales, lo que estimula la iniciativa artística del muchacho y le permite lograr una creación muy personal y espontánea.