Especiales Semana

TODAVIA NO

Las inversiones en dólares mantienen la tendencia de los últimos años para los colombianos: o muy sofisticadas o muy poco rentables.

21 de febrero de 1994

LOS DOS ULTIMOS AÑOS NO han sido los más atractivos para las inversiones de colombianos en dólares. No tanto porque los resultados globales de las inversiones en Estados Unidos hayan sido malos, sino porque el nivel general de sofisticación del ahorrador colombiano promedio no es alto. En consecuencia, como la gran mayoría de inversiones están en cuentas money-market o en certificados de depósito, los rendimientos se han visto afectados por las bajísimas tasas de interés del mercado estadounidense.
Esa tendencia no parece que vaya a variar mucho durante el curso de este año y las tasas para ese tipo de inversiones estarán entre el 2 y el 3 por ciento anual. Por ende, para quienes deseen mantener parte de su portafolio de inversiones en dólares, valdría la pena considerar algunas otras alternativas. En la teoría ortodoxa, un portafolio debe estar balanceado entre inversiones de renta fija -como bonos o títulos valores- e inversiones de renta variable, como las acciones. Lo normal es dividir por mitades. Sin embargo, el rendimiento de las inversiones de renta fija para este año es tan poco optimista que los asesores profesionales de inversión están recomendando salirse en mayor o menor grado del esquema y acentuar el componente de renta variable dentro de la composición.
Y renta variable es acciones. Los índices accionarios de Estados Unidos tuvieron crecimientos muy importantes el año pasado y la recuperación económica se está empezando a reflejar en los estados financieros de la industria estadounidense. Existen, no obstante, posiciones encontradas entre los asesores sobre los resultados para 1994. Hay quienes consideran que la tendencia de crecimiento continuará y que un número importante de inversionistas institucionales seguirá entrando al mercado de acciones. Existe otro grupo que manifiesta temores de que los rendimientos accionarios no sean tan altos y que el ritmo de crecimiento se desacelere. En cuanto a los mercados emergentes se presentan como alternativas interesantes los de la India, Malasia, Corea y México. Pero el problema que presenta la participación directa en el mercado accionario para un inversionista colombiano corriente es la falta de acceso a la información, lo cual podría conducir a equivocaciones.
En consecuencia, los fondos mutuos -por su relativa sencillez y simplicidad- pueden ser el vehículo más idóneo para invertir en acciones. En la medida en que invierten en una canasta de acciones, los riesgos de pérdida se disminuyen a pesar de que la rentabilidad pueda ser menor. Los colombianos interesados en este tipo de inversiones deben asegurarse de que el fondo mutuo tenga la categoría de offshore, es decir, que tenga su domicilio fiscal por fuera del territorio de Estados Unidos, para evitar que los ingresos sean objeto de impuestos. De acuerdo con la legislación fiscal estadounidense, los rendimientos de los fondos mutuos con domicilio en ese país reciben el tratamiento de los dividendos, y estos están sujetos a una retención en la fuente del 30 por ciento cuando el beneficiario es un extranjero.
Estos fondos mutuos tienen diferentes especializaciones en relación con su portafolio. Unos invierten en acciones -desde aquellas de compañías denominadas Blue Chips, por su solidez financiera y trayectoria, hasta pequeñas empresas que apenas comienzan- tanto a nivel doméstico como global. Existen también fondos especializados en los llamados mercados emergentes o en papeles de renta fija como bonos o títulos. La ventaja de los fondos mutuos es que los montos mínimos de inversión exigidos no necesariamente son muy altos. Hay algunos que arrancan en 1.000 ó 2.000 dólares. La desventaja de estos fondos mutuos es que sus costos pueden llegar a ser altos en términos relativos y en ocasiones también tienen costos ocultos que el inversionista sólo descubre en el momento de liquidar su inversión.
Los inversionistas que dispongan de recursos superiores a los 100.000 dólares podrían pensar en utilizar los servicios de los llamados personal money managers, que son profesionales independientes especializados en asesorar a individuos con alta capacidad de inversión.
Para quienes estén interesados y tengan la capacidad económica, este año puede ser el momento de adquirir finca raíz. Esta ha llegado a niveles muy bajos y parece haber tocado fondo. De manera que el futuro parece ser hacia arriba. De hecho, algunos de los más conocidos inversionistas de Estados Unidos, como George Soros, están invirtiendo en finca raíz y han creado fondos de inversión para tal propósito. Los bancos de inversión de Wall Street han recogido más de 4.000 millones de dólares para adquirir propiedades a precios deprimidos. Pero invertir en finca raíz requiere recursos que probablemente están fuera del presupuesto de la mayoría de los colombianos. Sin embargo, para aquellos que quieran aprovechar las valorizaciones de ese sector sin tener los fondos para una propiedad individual, está la alternativa de los Real Estate Investment Trusts o REITs, que son títulos fiduciarios representantivos de inversiones en finca raíz. El rendimiento promedio de los REITs, fue del 17.6 por ciento en el primer semestre del año pasado. Estos ingresos, no obstante, se consideran en un porcentaje muy alto como dividendos y, en consecuencia, son gravables a la tasa del 30 por ciento para inversionistas extranjeros.
En síntesis, este tampoco parece ser el año de las grandes inversiones en dólares para los colombianos. Puede ser mejor apuesta buscar oportunidades locales.