Especiales Semana

UNA GOLONDRINA NO HACE VERANO

No obstante una última gran corrida, la temporada de toros resultó mediocre

26 de marzo de 1984

Una golondrina no hace verano podría ser la conclusión de la temporada taurina que terminó. No obstante que la última corrida de toros en Bogota fue alegre, entretenida y espectacular, a pesar del exceso de generosidad de la presidencia en el otorgarniento de orejas, el resto de la temporada en el país se caracterizó por su mediocridad.
El domingo 19 de febrero en la capital se lidiaron cinco toros de Antonio García de la ganadería de Vistahermosa que constituyeron el mejor lote de la temporada y uno de Clara Sierra, igualmente bueno, sólo el primero de la tarde no estuvo a la altura.
Este buen juego de los toros convirtió la tarde del 19 de febrero en el desquite para los catorce mil aficionados, quienes domingo tras domingo abarrotaron la Santamaría. En esa tarde alegre y llena de colorido, Palomo Linares, "El Soro" y César Rincón cortaron un total de 8 orejas en lo que fue considerado un exceso de generosidad por parte de la presidencia pero que, sin lugar a dudas, correspondió al entusiasmo de los tendidos.
El Presidente Betancur, sólo faltó a una corrida covirtiéndose en una figura familiar en la plaza. Sin embargo, en los corrillos taurinos se comentaba que lo único que le había hecho falta a B.B. para "redondear su faena" en la temporada habría sido la exDedición de un comunicado solicitando que no se le brindaran toros, ya que el exceso de brindis de que fue objeto llegó a producir los primeros pitos que se han oido en público en este gobierno.
El total de corridas en el pais fue de 36 y las orejas cortadas 75, lo que da un promedio de no más de 2 orejas por corrida. En Cali se vieron 7 corridas de abono y 1 fuera de temporada, se cortaron 21 orejas. Alli el mayor número de apéndices, 5, las cortó "El Soro". En Manizales hubo 5 corridas y 12 orejas. El trofeo de esta ciudad se lo llevo Tomás Campuzano, quien sin ser considerado "gran figura" si está catalogado como uno de los toreros de gran elegancia. En Medellin, 8 corridas y 9 orejas, destacándose la actuación de "El Yiyo", quien en Bogotá pasó en medio de una tremenda broncá. En Cartagena se dieron 3 corridas y 8 orejas se cortaron, pero a pesar del alto número de apéndices no hubo faenas memorables. En Bogotá hasta la quinta corrida sólo se habian cortado 9 orejas. Con las 8 orejas del 19 de febrero, el número subió a 17. Los dos trofeos capitalinos se los ganaron Paco Ojeda y José Mari Manzanares.
En cuanto a toreros, las empresas se preocuparon por traer a los diestros más destacados en las ferias españolas. Este fue el caso de Paco Ojeda, quien venía precedido de una tremenda campaña publicitaria, pero sólo pudo redondear un triunfo por todo lo alto en la quinta corrida en Bogotá con un toro de Clara Sierra, "El Pimcanto". Paco Ojeda demostró que para triunfar necesita una clase de toro muy especial, pero de todos modos comprobó que no es el "saco de patatas", calificativo que le dio el famoso critico español Alfonso Navalón, en un virulento ataque publicado en El Tiempo. Paco Ojeda pertenece al grupo de los toreros con "ángel", cuyas grandes faenas, aún cuando escasas, dificilmente se borran de las mentes de los aficionados. Vicente Ruiz "El Soro" no obstante el rechazo de los criticos y los ortodoxos se convirtió en el idolo de la afición por su alegria, emoción y en particular por sus magistrales pares de banderillas. José Mari Manzanares, el ganador de la temporada española el año pasado, sigue en el pelotón puntero por su sapiencia y buen torear. "El Yiyo" y "El Cubero", pasaron sin pena ni gloria. Palomo Linares que comenzó su carrera con ardor juvenil, parecido al del Galanismo, mantiene su calidad ahora que ha pasado a ser un pilar del oficialismo de la tauromaquia. César Rincón, quien no tuvo una temporada muy pareja y fue acremente criticado en Medellín por Eduardo de Vengoechea, lo que le valió al comentarista un puñetazo del apoderado de Rincón, llegó a la Santamaría con la intención de sacarse el clavo y en franca lid con sus compañeros obtuvo un resonante triunfo. Esta actuación le vale para seguir reinando por encima de sus coterráneos Herrera, "El Puno", "El Cali", y hacen pensar que tiene la suficiente materia Prima como para convertirse en el digno sucesor del maestro Cáceres. Otro bogotano, Jairo Antonio Castro, saboreó las mieles del triunfo en Cali. Pero de los colombianos, Pepe Cáceres, sigue siendo el número 1, a pesar de frisar ya los 50 años. Su único defecto, la suerte final o muerte del toro, es cuestión del pasado, ya que en esta temporada demostró que aprendió, por fin, a estoquear.
¿A QUE OBEDECIO EL FRACASO?
Si no faltó voluntad por parte de los espadas, la falla principal parecia ser los toros y se llegó a plantear la crisis en las ganaderias. SEMANA se entrevistó con los presidentes de las dos asociaciones que agrupan a los ganaderos en el país ASOLIDIA y ASTOLCO, la primera presidida por Isabel Reyes de Caballero y la segunda por Jorge Gutiérrez. Ambos coincidieron en que la falta de preparación de los toros con una antelación de tres meses, pudo haber sido la causa del regular desempeño de los animales, ya que a comienzos de diciembre no se sabía si habría o no corridas. Sumado a ésto dice doña Isabel Reyes, "los ganaderos de la sabana atravesamos por una situación muy grave: la falta de agua y la poca que se consigue es muy mala, contaminada, que origina plagas en los anima les de lidia". Las tierras están también muy erosionadas y se puede graficar la crisis contando que por ejemplo un hombre a caballo durante siete horas por Madrid-Funza-Mosquera, no encuentra pastos ni agua sino un paisaje casi que desértico. Los costos se hacen altisimos para la alimentación y para una corrida (6 toros) se gastan cada quince días más de $50.000.00
A pesar de esto los ganaderos colombianos no consideran la situación desesperada. Las últimas importaciones de sementales se hicieron en 1979 y la situación podria haberse considerado crítica si el resultado de éstas fueran los toros lidiados en la pasada temporada. Sin embargo, esta camada no saldrá al ruedo sino hasta el año entrante y los expertos confian que habrá una mejoría como consecuencia de esto. Eso mismo, sin duda, esperan los miles de aficionados que con estoicismo y lealtad llenaron hasta las banderas las plazas de toros del país, esta vez sin grandes retribuciones. -
FIESTA MILLONARIA
Uno de los espectáculos más caros es el de los toros. Una barrera cuesta más de $2000.oo y una boleta de palco o "gallinero" no baja de $400.oo, en cualquierplaza del país. Los costos son tambien muy altos pero generan buenas utilidades. Los defensores de la fiesta opinan que cada año en las temporadas brindan trabajo a mlles de personas: empresa ríos, matadores, subaltemos, hoteleros, médicos, músicos, pintores, diseñadores de carteles y boletas, vendedores de comestibles, fotógrafos, costureras, etc. A más de los jugosos impuestos que reciben las administraciones de las cludades donde se realizan ferias.
Los aforos o número de espectadores en cada plaza son así: Cali, 16.500; Manizales, 18.700; Cartagena, 16.500; Medellín, 10.000.
Por ser esta plaza la que mayores Impuestos paga y tener el menor cupo, ganaderos, matadores y subalternos cobran tarifas con un 20% de descuento. Bogotá tiene un aforo de 14.500 espectadores y la taquilla de una corrlda llena es de $15.000.000.oo. Los empresarios de la Plaza de la Santamaría regalan al Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte, 200 boletas, que ellos reparten entre los diferentes funcionarios distritales. "A cada concejal le envían dos boletas, justiflcándolas que como no tlenen sueldo, deben tener el derecho a beneficiarse con cualquler tipo de actividad recreativa que se dé en el Distrito. El 22% de la taquilla de Bogotá va como Impuesto que se reparte entre Coldeportes y el Instituto.
Un traje para un torero cuesta entre $60.000.oo y $80.000.oo. Y un torero de primera línea suele tener más de quince trajes. Un toro para corrida de primera categoría cuesta $200.000.oo, y va disminuyendo en la medida que el festejo baja de categoría. Para una corrida de feria, un toro debe tener mínimo 4 años de edad y pesar 435 kilos. El Incumplimiento de estos reqvisitos es sancionado mediante una multa tasada por el Código de Policía.
Los honorarios de los toreros están amparados por una especie de "reserva bancaria". La Unión de Toreros de Colombia denunció recientemente que los toreros espanoles firman por una cantldad y reciben una mucho mayor, ésto con el objeto de evadlr impuestos. SEMANA logró establecer que en la pasada temporada a Paco Ojeda, se le pagó US$20.000.oo por actuación. José Marí Manzanares y Palomo Linares, ganaron entre US$12.000.oo y US$15.000.oo. Tomás Campuzano, Vicente Rulz "El Soro", "El Niño de la Capea", "El Yiyo", se cotizan en US$ 10.000.oo y en este último grupo se incluyen a toreros colombianos como Pepe Cáceres y César Rincón. Otros toreros nacionales como "El Cali", Jairo Antonio Castro, Jorge Herrera, ganan entre US$5.000 y US$7000- De acuerdo con la categoria del torero estos honorarios son libres y las empresas los proveen de alimentación, hospedaje y les pagan las cuadrillas, así como los pasajes de traslado. Mientras que a un torero como "El Cali" o Jorge Herrera debe de sus honorarios pagar el hotel, su cuadrllla de subalternos, sus pasajes, lo que le viene a representar unos $300.000.oo cada vez que sale a jugarse la vida. -