Especiales Semana

VACACIONES Y DEPORTES

3 de julio de 1989

DEL PAIS DE LOS MOLINOS DE VIENTO
Muchas imágenes pueden llegar de inmediato a la memoria cuando se habla de Holanda. Posiblemente el tradicional molino de viento--símbolo por excelencia-sobre extensas llanuras. Tal vez las construcciones tipicas del siglo XVII, convertidas en souvenir por los artesanos de la porcelana azul. Quizás los enormes quesos amarillos que se venden en cualquier delicatessen del mundo. O seguramente los polders --terrenos robados al mar--, con la fascinante obra de ingenieria que existe en ellos. O la incansable variedad de flores, con el tulipán a la cabeza. O la ciudad miniatura de Madurodam, en La Haya. O los diamantes más famosos del planeta. O la recién elegida Miss Universo. O el famoso equipo de fútbol holandés, varias veces subcampeón del mundo.

Porque, en realidad, Holanda es un país maravilloso, que parecería construido especialmente para el turista. Un interminable mosaico de opciones hace del reino de los Países Bajos un paraíso que bien vale la pena visitar. Con su estratégica ubicación geográfica, Amsterdam se ha ido convirtiendo en la puerta de entrada de ese sueño llamado el "Viejo Mundo".

A PIE O EN BICICLETA
Amsterdam, la capital holandesa, constituye con seguridad la ciudad más fácil de visitar en Europa. De hecho se aconseja al turista dejar atrás los formalismos y si es posible dedicarse a caminar por las calles, para entrar en contacto con un mundo decididamente atractivo, o tomar una de los 11 millones de bicicletas que existen en el país.

El primer encanto puede ser la arquitectura de los siglos XVII y XVIII, las casas de 3 ó 4 pisos, con diseño tipico, que se agrupan a lo largo de calles que miran de frente los canales de la ciudad... los canales que le han merecido el titulo de "Venecia del Norte". Y así, calle tras calle, las sorpresas no se hacen esperar. En cualquier parque de la ciudad un violinista puede interrumpir el recorrido con sus notas melodiosas, o quizás el responsable de la demora sea un mimo callejero que ha atraído la atención de los caminantes.

En compañía de una mujer, llegará otra escala obligatoria para ver de cerca--y posiblemente para comprar-alguna de las verdaderas obras de arte que se realizan en los talleres de los cortadores de diamante.
También será indispensable hacer un alto en el camino para adentrarse en el fascinante mundo del arte y de la cultura que se mueve en la capital holandesa, y en general en el país entero.
Cientos de museos y galerias de arte de renombre internacional, decenas de teatros y de salones de ópera constituyen uno de los mayores orgullos del reino. No podria ser de otra forma si se recuerda que artistas tan famosos como Van Gogh o Rembrandt vieron su primera luz en este país de ensueño.

Y, con justa razón, los propios holandeses aseguran que no es dificil inspirarse en su pais. Si el turista no se conforma con la respuesta verbal, cualquier holandés podrá conducirlo de inmediato hasta los polders, donde la mágica visión de un terreno artisticamente arrebatado al mar será la mejor respuesta.

Pero lo cierto es que a cada paso se encuentra un nuevo motivo de inspiración: los kilómetros de canales, que dejan ver en cada orilla hermosos palacetes, o que reflejan en sus aguas las luces de esos puentes que parecen sacados de un cuento de hadas. Los parques naturales, o los parques recreativos, con cientos de especies de flores que convierten al ojo humano en el receptáculo de la magia del color. Los castillos medievales, cuidadosamente restaurados, que hacen juego con el Amsterdam moderno, lleno de luces de neón, de lujosos casinos y tentadoras discotecas, y de informales cafés que agrupan sin inhibición al bohemio o al aristócrata.

FLORES GIGANTES, PALACIOS EN MINIATURA
Holanda ha sabido aprovechar al máximo su indiscutible vocación por el cuidado de las flores. Sus diversas especies no sólo han adquirido fama mundial por la belleza y el cuidado de los cultivos, sino también por la organización del mercado interno y externo.

Para la muestra, un recinto con millones de botones. Se trata del Aalsmeer Flower Auction, una especie de bolsa de valores donde cada día, en modernisimas salas de subasta controladas electrónicamente, se venden y se compran 9 millones de flores.

Y asi como es de gigante el mundo de las flores, es de pequeña la ciudad de Madurodam.
Se trata de una copia en miniatura de una tipica ciudad holandesa, con todo su encanto, su vida y su movimiento. En Madurodam --construida en el fastuoso puerto de La Haya-se puede apreciar con lujo de detalles cómo funciona y cómo es en la realidad un país donde conviven los castillos medievales con los modernos edificios de finales del siglo.
Cada construcción de esta ciudad mágica existe en la realidad, desde la más artistica capilla gótica hasta el más fiel canal interno.

En fin. Posiblemente los encantos de Holanda no tendrían último renglón. Lo único cierto es que cuando el turista ha decidido seguir su camino, todo Europa se abre a sus pies desde esta puerta de entrada que es Amsterdam. A siete horas de Suramérica, la capital holandesa posee una envidiable localización, como punto de partida hacia Paris, Londres, Madrid, Roma o cualquiera de los destinos del Viejo Mundo.

Y en Holanda, un país pequeño sobre el mapa, existe una aerolinea gigante en rutas y en servicios. Se trata de KLM, la linea "confiable, puntual, solicita y cordial".
Ellos aseguran que esta compañía holandesa ha hecho del mundo su casa, y asi lo comprueban sus 134 destinos en más de 75 países del planeta.

KLM se ha empeñado en posicionar a Amsterdam como la entrada ideal de Europa, y sus conexiones con los diversos destinos, su excelente servicio a bordo y sus ideales servicios complementarios en tierra asi lo están demostrando.

AGUA, SOL Y DEPORTE
Al salir de vacaciones se transforman las rutinas deportivas, se abandonan los gimnasios, se cambian los hábitos alimenticios y esto perjudica tanto la salud como la silueta. Este problema, sin embargo, también cuenta con una agradable solución.

El descanso y el turismo pueden complementarse, mientras se esté cerca del mar, un lago, una laguna o una represa, con los deportes acuáticos, cuya práctica suele ser la más relajante.

El deporte más común, aunque no por eso el menos bueno, es la natación--es por cierto el más completo, puesto que pone en funcionamiento prácticamente todos los músculos del cuerpo--Aparte de este se encuentran otros deportes tonificantes y agradables, como el esquí acuático y el buceo.
Sólo es necesario encontrar una lancha amarrarse a ella montado en uno o dos esquíes --según el estilo preferido-y lanzarse a una emocionante y relajante aventura sobre el agua.
Y es seguro que quien aguante las tres primeras caídas sin desmoralizarse, habrá encontrado una afición para todas las temporadas de vacaciones.

Pero si existe una experiencia aún más maravillosa es la aventura submarina. Bajo el agua hay lugares de belleza indescriptible, recodos de la naturaleza que el hombre apenas conoce.
Multitud de especies animales y vegetales multicolores que el común de la gente sólo ha visto en los libros de biología del bachillerato o en los programas científicos de la televisión, pueden ser descubiertas al practicar la maravilla del buceo. Bucear es olvidarse por un rato del mundo y sus problemas y descubrir un fantástico universo.

Para hacerlo no hay que viajar muy lejos. En Colombia hay una gran cantidad de sitios donde se puede viajar. Entre otros, están Gorgona, Bahia Solano, San Andrés y Providencia, las islas del Rosario y Capurganá. Y para el buceo en alturas, o sea en agua dulce, está el río Sabaleta, en el Valle del Cauca.

Ingresar al mundo de los deportes acuáticos es comprobar que, además de tostarse, existen incomparables opciones para divertirse bajo el sol .-