Especiales Semana

Virginia Gutiérrez de Pineda

Antropóloga pionera en las investigaciones sobre las comunidades indígenas. Analizó a la familia y la cultura en Colombia.

Isabel Ortiz Pérez*
3 de diciembre de 2005

Virginia Gutiérrez de Pineda ocupa un preponderante lugar en las ciencias sociales de Colombia. Uno de sus temas y aportes recayó en la familia, en donde destacó la presencia de tipologías (el andino, el santandereano, el negroide y el antioqueño), unidas a complejos geográfico-culturales, en una época en la cual persistía la visión de un prototipo de familia única, con roles definidos para hombres y mujeres, producto de la tradición. Su obra muestra también una caracterización exhaustiva de la familia santandereana, con una sólida argumentación sobre las raíces profundas del patriarcalismo. Tesis que han dado sustento a recientes investigaciones que han ampliado y enriquecido las categorías y las visiones de su legado. Virginia Gutiérrez de Pineda nació en Socorro (Santander ), en la primera década del siglo XX. Muy joven viajó a Bogotá para estudiar bachillerato en el Instituto Pedagógico Nacional, en una época en la cual las mujeres no salían de casa, dado que la maternidad se creía que era el destino inevitable de toda mujer. Desde esos años tempranos, ella se caracterizó por su ímpetu para estudiar y por hacer realidad sus anhelos y sueños de superación. Continuó estudios en ciencias sociales y etnología, en la Escuela Normal Superior, centro académico considerado como el esfuerzo de mayor nivel educativo creado en las primeras décadas del siglo XX en Colombia. Esta formación fue decisiva en su preparación y su espíritu investigativo. Allí, con un grupo de destacados compañeros, muy pocas mujeres, orientó su trabajo a descubrir aspectos ignorados por las ciencias sociales de la época, como investigar la vida cotidiana de comunidades indígenas. Un trabajo que hizo con Roberto Pineda Giraldo, su esposo, quien también era su compañero de estudios. Estas investigaciones pioneras reconocieron la sabiduría indígena, en un país dominado aún por prejuicios y discriminaciones. Posteriormente, realizó una maestría en antropología social y médica, en la Universidad de California, y allí combinó sus estudios con las tareas de madre de cuatro hijos pequeños. Estos estudios dieron lugar, posteriormente, a sus aportes sobre la medicina tradicional, en los cuales se establece la relación entre el país triétnico que somos y el carácter de la medicina popular arraigada en Colombia. La importancia de su obra está en la manera como combinó evidencias empíricas, recogidas en la convivencia con la gente, mediante entrevistas y observación participante, con las teorías funcionalistas del momento. Así dio lugar a visiones teóricas de gran originalidad y novedad para la época. Profesora titular y honoraria de la Universidad Nacional durante 30 años, se la recuerda por la forma como integró investigación y docencia. Sus alumnos de las escuelas de medicina, sociología y antropología dan fe de su obra como maestra e investigadora. Y en la memoria de quienes la tuvimos cerca, murió el 2 de septiembre de 1999. Queda el legado inolvidable de su entusiasmo y su acción comprometida. *Sicopedagoga de la Universidad Pedagógica Nacional, directora de la Fundación Mujer y Futuro en Bucaramanga.