Especiales Semana

¿Y AHORA QUE?

18 de febrero de 1991

LA GUERRA SECRETA
Detrás de las espectaculares operaciones aéreas lanzadas contra Irak por Estados Unidos y sus aliados, una operación encubierta trata de minar la moral de los soldados iraquíes en su propio patio. Se trata de un plan desarrollado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y puesto en práctica en combinación con los grupos de resistencia en Kuwait y en el propio Irak.
Según funcionarios norteamericanos, el programa se dirige además a desorientar a los generales iraquíes sobre los planes militares de la coalición. y se basa principalmente en la guerra sicológica Incluye transmisiones de radio con proclamas que describen la superioridad militar de los Estados Unidos y la corrupción del régimen de Saddam Hussein y la introducción por contrabando de miles de radios portátiles para que las transmisiones sean escucitadas. Además, en varias ocasiones los aviones de Estados Unidos han lanzado millones de hojas escritas sobre los soldados iraquies, en los que se les conmina a abandonar la lucha y desertar de su ejército.
Otro aspecto del prograrna implica el trabajo en equipo con las Fuerzas Especiales del Ejercito, que efectúa misiones de tipo comando tras las líneas enemigas. Según funcionarios del Pentágono ese ángulo del programa estaría destinado a tratar de desestabilizar el gobierno de Hussein, y buscar su derrocamiento inmediato.
Sin embargo, algunas operaciones han traído más dolores de cabeza que éxito. Se supo, por ejemplo, que la supuesta deserción de seis helicópteros iraquies registrada el 7 de enero, fue en realidad reflejo de una información destinada a la tropas iraquies, que fue recogida como cierta por los propios militares norteamericanos. Igual cosa sucedió hace alguno dias, cuando se dijo que 50 tanques iraquíes habían cruzado las líneas en plan de desertar. Ello parecería confirmar que primero cae un mentiroso que un cojo.

NUESTRO HOMBRE EN EL GOLFO
La ciudad de Amman no es solamente la capital de Jordania. También es hoy la sede transitoria de Francisco Tulande, e único periodista colombiano desplazado desde el país para cubrir in situ la crisis del Golfo Persico. El experimentado comunicador bogotano es la cuota criolla entre más de 600 periodistas de todo el planeta. Y lo cierto es que, en medio de su soledad, y con recursos técnicos relativamente inferiores, ha hecho una labor a la altura del prestigio internacional de la radio colombiana.
Tulande transmite para Radio Cadena Nacional más de diez informes diarios sobre la situación del Golfo Pérsico.