“Estamos desesperados, enfermos, no sabemos qué hacer. Queremos regresar a nuestra tierra„
Fue la petición que por tres meses repitió Mow be, líder de los indígenas nómadas Nukak Makuk, quien se suicidó esta semana al no poder guiar a su clan de regreso a la selva, de donde había sido desplazado por la violencia.