Entre las condiciones más conocidas se encuentran la enfermedad renal crónica, diabetes , el VIH / Sida, la hemofilia y otras coagulopatías, la artritis, la hepatitis C y 11 tipos priorizados de cáncer.
Entre las condiciones más conocidas de enfermedades de alto costo se encuentran la enfermedad renal crónica, diabetes , el VIH / Sida, la hemofilia y otras coagulopatías, la artritis, la hepatitis C y 11 tipos priorizados de cáncer. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Foros Semana

Reforma a la salud: ¿Qué va a pasar con los pacientes de alto costo?

Para reflexionar sobre el impacto de la reforma a la salud en los pacientes de alto costo –que se calcula son el 13 por ciento de la población– y acerca de otros temas relacionados con la viabilidad de la propuesta del Gobierno, este 23 de marzo tendrá lugar el foro ‘El futuro de la salud’. ¡Regístrese!

21 de marzo de 2023

En Colombia hay 7 millones de pacientes de alto costo, que, en la actualidad, son atendidos por un especialista a través de programas diseñados por las Entidades Promotoras de Salud (EPS). De acuerdo al Ministerio de Salud, estas enfermedades generan gastos muy altos derivados de tratamientos y medicamentos, lo que le cuesta al Estado 11 billones de pesos por año.

Para Néstor Álvarez, presidente de Pacientes Alto Costo, organización centrada en el derecho a la participación social en salud, la reforma sí es necesaria porque “el sistema de salud actual tiene deficiencias tanto en resultados como en barreras administrativas, pues las EPS no han hecho la tarea”. Sin embargo, asegura que, a pesar de las buenas intenciones del Gobierno, la propuesta tiene debilidades que afectan el bienestar de los usuarios, en especial a los de alto costo.

A su juicio, la división de la prestación de servicios de salud en dos unidades, los Centros de Atención Primaria (Caps) y la red hospitalaria para los servicios especializados de mediana y alta complejidad, implican riesgos en la atención, que “van en contra de la integralidad del paciente establecida en la Ley Estatutaria de la Salud”.

Este posible escenario, agrega, afectará a los pacientes de alto costo en la continuidad efectiva del tratamiento de estos programas especiales; además, los llevará a más trámites. Manifiesta que con este nuevo modelo de atención hacer un reclamo será mucho más difícil, pues no hay una ruta clara para radicar solicitudes y peticiones, lo que ralentizará procesos que ya están establecidos con las EPS.

Otra de las debilidades de la propuesta del Gobierno está en lo financiero, agrega Álvarez. Ceder la administración a entidades públicas teniendo en cuenta las deficiencias demostradas no convence a las asociaciones de pacientes, pues la corrupción se puede incrementar en la compra de servicios de atención en los municipios y departamentos.

Por su parte, los médicos especialistas consideran que al reorientar el aseguramiento social con enfoque colectivo existe un riesgo de desfinanciamiento de la atención complementaria y por tanto de los programas de pacientes crónicos y de alto costo. Igualmente, el bolsillo de estos usuarios podría enfrentarse a costos impagables ante un aumento en las listas de espera e ineficiencia del modelo público planteado.

Ante la no integración de un sistema de información adecuado, pronostican la pérdida de datos de alta relevancia para la toma de decisiones y la evaluación de la gestión del riesgo. Lo que se traduce en ineficiencias en el proceso de diagnóstico, estadificación y definición de tratamientos. En este sentido, Álvarez, asegura que “el sistema de información unificado es esencial para avanzar en la reforma y determinar las enfermedades y grupos poblacionales”.

Pablo Ashnerr, director científico de la Asociación Colombiana de Diabetes, menciona que la reforma no contempla la capacitación de los médicos encargados de la atención primaria de enfermedades como la diabetes tipo 1. Esta falencia afecta la correcta atención y calidad de servicio para esta población. Según él, “con aumentar la cantidad de profesionales no se va a cambiar nada, si no saben qué hacer”.

De igual manera, los profesionales de la salud prevén una disminución en el tamizaje efectivo y detección temprana en enfermedades crónicas como cáncer de mama; y un menor acceso a tecnologías para el cáncer, medicamentos, inmunoterapia o terapias dirigidas. Por lo que piensan que el proyecto de ley pone en riesgo la vida de esta población.

Ambas orillas concuerdan en que el proyecto de la reforma a la salud no tiene en cuenta a esta población, ya que no plantea estrategias reales para solucionar uno de los grandes problemas en la atención: la falta de oferta. Tampoco describe un plan para aumentar la capacidad y construir redes que garanticen la integralidad y la atención efectiva con resultados medibles.

Frente al futuro de la salud de los colombianos, asociaciones de pacientes, médicos hacen un llamado al Gobierno para debatir, conciliar y explicar algunos de los puntos de la iniciativa y llegar a consensos para que se apruebe una reforma que beneficie al país.

Para analizar el efecto que la iniciativa tendría en los pacientes de alto costo y en el sistema de salud un grupo de expertos se reunirá en el gran foro ‘El futuro de la salud’, que se realizará este 23 de marzo en el edificio de SEMANA. Ingrese al siguiente enlace y haga su registro.

Algunos de los panelistas participantes serán David Racero, presidente de la Cámara de Representantes; Paloma Valencia, senadora del partido Centro democrático; Fabián Cardona, vicepresidente redes de valor SIES Salud; Juan Carlos Giraldo, director general de la Asociación Colombiana de Clínicas y Hospitales; Paula Acosta, presidenta ejecutiva de Acemi, y Carlos Álvarez, consejero Científico Nacional para las Ciencias de la Salud y la Vida.

Organizan Foros Semana, con la invitación de Sies Salud y Virrey Solís IPS; y el apoyo de Boehringer Ingelheim, Droguerías Cruz Verde y Sanofi.