Talento escondido

La semana pasada, un hacker que se hace llamar Guccifer saltó a la fama cuando logró descifrar las contraseñas del correo electrónico del expresidente estadounidense George W. Bush. Tan pronto se supo la noticia, muchos creyeron que encontrarían jugosos detalles de su vida privada, tal vez alguna infidelidad. Otros soñaban con que se revelaran los secretos de Estado mejor guardados de su administración. Nada de eso. Fuera de una serie de correos sobre la salud del padre de Bush, Guccifer sacó a relucir un pasatiempo del expresidente que nadie conocía: la pintura. Según el hacker, se trata de dos autorretratos que el exmandatario le envió a su hermana. Eso lo convierte en un miembro más del club de líderes que, como Winston Churchill o Nelson Mandela, dedicaron al arte su tiempo libre. Lo más curioso es que ahora los cuadros están causando revuelo entre críticos de arte como Jerry Saltz. “Pinta, George, pinta más. El Museo Whitney de Arte Norteamericano debería ofrecerle a este hombre una pequeña exhibición”, escribió en su columna de la revista New York Magazine.