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SOCIAL

Cerro Matoso: líder de un diálogo social en el Alto San Jorge

La minera que opera en el sur de Córdoba ha logrado establecer un diálogo social con las comunidades vecinas a la operación centrado en el mejoramiento de la calidad de vida y desarrollo de las poblaciones.

27 de noviembre de 2018

El presidente de Cerro Matoso, Ricardo Gaviria, dijo recientemente que la operación de su empresa no se circunscribe únicamente a la explotación del ferroníquel. “Nosotros tenemos como prioridad de nuestro trabajo el relacionamiento con los vecinos que conlleva a ejecutar de manera conjunta proyectos de orden social que mejoran la calidad de vida de estas poblaciones y a buscar un equilibrio sostenible en el desarrollo”.

“En el último lustro, las comunidades asentadas en al área de operación han visto una transformación en diferentes escenarios de sus vidas. La educación, como solución primaria para superarse; el aprendizaje de nuevos oficios, como aporte a la generación de fuerza laboral; la construcción de nuevas viviendas que suponen el mejoramiento de la calidad de vida; el acompañamiento a las juntas de acción comunal, que se constituye en el empoderamiento de estos colectivos como líderes del desarrollo; y el respaldo cultural pleno para develar todo el legado ancestral de comunidades negras e indígenas”, explicó el presidente Gaviria.

Desde la llegada de Cerro Matoso a la región, hace 35 años, la relación con el SENA fue estrecha y enmarcada en un diálogo transparente. Al inicio se aportaron aprendices que hicieron sus prácticas en la empresa, muchos de ellos están a punto de pensionarse después de tres décadas de intensa labor. Luego se abrieron patrocinios para oficios claves en la compañía, gestión que aún se mantiene. Pero desde hace cinco años se dio vía libre al proyecto más ambicioso en esta relación: que el SENA tuviera su sede propia en el Alto San Jorge. Es así que, a través de la Alianza por lo Social entre Cerro Matoso, el gobierno nacional y las alcaldías municipales vecinas a la operación, se concreta el proyecto.

El SENA Agroindustrial del Alto San Jorge funciona desde enero del año 2017 y cubre a los habitantes de Ayapel, Buenavista, La Apartada, Puerto Libertador, San José de Uré y Montelíbano (ciudad sede) y beneficia a más de 200 mil habitantes  —13% del total del departamento de Córdoba—.

“Cerro Matoso invierte diez mil millones de pesos en este proyecto que se desarrolla en dos fases. La primera fue la reconstrucción y dotación completa de instalaciones que tienen un área total de 1.800 metros cuadrados y la entrega de un predio de 1.3 hectáreas. En la segunda fase (en proceso) se edificarán dos nuevos bloques de 1.500 metros cuadrados”, explica el presidente de Cerro Matoso, Ricardo Gaviria.

La empresa minera donó unas modernas instalaciones (allí operaba toda la estrucutura administrativa de la compañía en Montelíbano), dotó de los equipos necesarios de vanguardia para la formación de los aprendices y el SENA asumió todo el manejo con la asignación de los instructores y el personal necesario para el funcionamiento del establecimiento.

“Las nuevas obras que estamos iniciando, incluyen la construcción de la nave industrial y el área de servicios del SENA Regional. Las instalaciones que entregará Cerro Matoso completamente dotadas permitirán la formación de jóvenes y adultos en Electricidad, Refrigeración, Automatización, Automotriz, Moto, Metalmecánica, Soldadura, Construcción y Confecciones”, reveló el Vicepresidente de Asuntos Corporativos de Cerro Matoso, Luis Marulanda.

A finales del año 2019 el SENA del San Jorge tendrá en funcionamiento los nuevos bloques de formación que beneficiarán a alrededor de 600 aprendices más de la región.

Aprendices que dejan huella

Diana del Carmen Arrieta, aprendiz de Manejo Integral de Residuos Sólidos. “Soy madre de familia y tener el SENA aquí en Montelíbano es una gran ayuda porque ya no tuve que ir a otra población a estudiar. Es una huella muy grande que se deja en el Alto San Jorge”.

Karín Ávila, aprendiz de Manejo Integral de Residuos Sólidos. “Quiero irrigar el mensaje de cómo poder reciclar correctamente. Estas instalaciones son muy cómodas, desde aquí, y con esta donación de Cerro Matoso, se está proyectando nuestro futuro y el de la región. Esperamos muchos años esta sede”.

Las comunidades fortalecidas en su cultura

Cerro Matoso lidera ha venido liderando el fortalecimiento cultural de los habitantes vecinos a la operación minera, una estrategia diseñada con varios propósitos: rescatar los valores culturales ancestrales de esas poblaciones que durante siglos han habitado la ribera del río San Jorge de orígenes indígenas o afrodescendientes, involucrar en actividades formativas a las nuevas generaciones de modo que aprovechen, de mejor manera, los tiempos libres, adaptar nuevas rutinas en las poblaciones, empoderar a los adultos en ejercicios productivos que signifiquen nuevas alternativas de desarrollo.

El proceso apunta a generar una formación que permita llevar esa riqueza a otros escenarios fuera del departamento. Y en el mismo sentido, crear empresas de microempresarios artesanales que trabajen la caña flecha, en el simbólico y tradicional sombrero vueltiao, las manillas, las carteras, entre otros productos.

La iniciativa de la empresa surgió del diálogo efectivo con los líderes que representan a las comunidades y que demostraron el interés constante por impactar positivamente a la región con el rescate del legado cultural de los habitantes con arraigos étnicos en el sur de Córdoba.

Cerro Matoso, durante la ejecución del proyecto, ha dotado con instrumentos musicales, vestuario, capacitación con profesores externos y apoyos logísticos a las comunidades de Centro América y Bocas de Uré. A la fecha, se han constituido grupos folclóricos, los cuales se han presentado en varias ocasiones en eventos públicos y han brillado por la calidad y el aprecio del capital ancestral que estaba perdido.

Danzas y cantos

“Este fortalecimiento cultural se concertó con Cerro Matoso a través del proceso de diálogo social que ha traído más confianza con la empresa. Nos han dotado de instrumentos, vestuario para las presentaciones y los profesores que han llegado de otras regiones del departamento. Después de más de dos años de trabajo estamos viendo los resultados, tenemos a unos niños y jóvenes apasionados por el aprendizaje de nuestra riqueza ancestral. El grupo que se forma ya suma cuarenta integrantes. Lo que parecía perdido por las influencias de la sociedad, los muchachos lo han descubierto en su sangre”, exclamó el Gobernador Indígena del Cabildo de Centro América, Luis Joaquín Rojas.

Nasly Sofía Ibáñez del Consejo Comunitario de Comunidades Negras de Boca de Uré dice que, “el agradecimiento es enorme por el apoyo a los niños. Vamos a poder mostrar nuestra cultura y herencia de antepasados en otros escenarios. Estamos expresando, con estas manifestaciones, nuestro sentimiento. Estamos muy motivados. Los niños y jóvenes están empleando su tiempo libre y encontrando herramientas para evitar peligros como la drogadicción”.

Nuevas casas, más calidad de vida

El programa de construcción y mejoramiento de viviendas en las zonas rurales de las comunidades vecinas a la operación de Cerro Matoso ha mejorado la vida de núcleos familiares.

Solo quienes han padecido la tragedia de vivir en casas con piso de tierra saben de lo que esto significa. Es vivir el miedo a cada instante, pero sobre todo en las noches cuando pueden entrar animales muy peligrosos o cuando las fuertes lluvias entran sin control y no hay nada que las detenga o drene. “Esto se parece a vivir en una tumba”, exclamó una mujer campesina.

“La construcción de viviendas es una ejecución que le ha cambiado la vida a centenares de familias que ahora ya viven en cómodas construcciones. Con recursos de inversión social de Cerro Matoso ya se han realizado un total de 252 mejoramientos, además de 63 gestionados por Cerro Matoso y ejecutados por Prosperidad Social, la cifra sube a 315.  Adicionalmente hay otros 128 mejoramientos programados para realizarse en el transcurso de los próximos nueve meses, lo que quiere decir que a junio de 2019 la cantidad de mejoramientos realizados ascendería a 480. Esto equivale a la mitad de las casas de nuestras comunidades del área de influencia directa”, dice el Vicepresidente Luis Marulanda.

A estas iniciativas se unen las brigadas de salud integrales permanentes en toda la región, la formación en emprendimiento para que los campesinos aprendan a gestionar proyectos productivos y el Programa de Becas de Educación Superior para los jóvenes de las comunidades rurales que a la fecha tiene un centenar de estudiantes formándose profesionalmente.