El incremento de la inversión en las capacidades de las personas es una de las propuestas. | Foto: Getty Images

EMPLEO

¿Ser trabajador tiene futuro?

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó cuáles son las inversiones necesarias para que los trabajadores tengan un mejor futuro. Son tres ejes de actuación, que según la entidad, derivarían en crecimiento, igualdad y sostenibilidad para las generaciones presentes y futuras.

11 de abril de 2019

Ante situaciones como el desarrollo tecnológico, el cambio climático, movimientos demográficos y la globalización, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que conmemora su centenario, reveló un informe que analiza lo que tiene que pasar para que exista un futuro más prometedor para los trabajadores.

De acuerdo con el organismo, hay medidas firmes que desde todas las esferas de la sociedad deben impulsarse para así aprovechar las oportunidades que podrían traer estos cambios. Desde gobiernos, organizaciones de empleadores y trabajadores mismos están llamados a la “revitalización del contrato social”.

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Mejorar la calidad de vida de los trabajadores, ampliar las opciones disponibles, cerrar la brecha de género y revertir los estragos a causa de las desigualdades son algunos de los desafíos, que descritos por la OIT, no ocurrirán si no se toman medidas enérgicas.

Son tres ejes de actuación, que según la entidad, derivarían en crecimiento, igualdad y sostenibilidad para las generaciones presentes y futuras. Las inversiones se tendrían que incrementar en las capacidades de las personas, en las instituciones del trabajo y lo que desde la OIT llama un “trabajo decente y sostenible”.

Invertir en las capacidades de las personas se refiere a permitirles que prosperen en una era digital, libre de emisiones de carbono, teniendo en cuenta las dimensiones más generales de desarrollo y progreso en las condiciones de vida, incluidos los derechos y un ambiente propicio que haga posible que las personas puedan ampliar sus oportunidades y mejorar su bienestar.

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Invertir en las instituciones del trabajo es una propuesta dirigida a consolidarlas y revitalizarlas desde la reglamentación y los contratos de empleo hasta los convenios colectivos y los sistemas de la inspección del trabajo. Estas entidades son las piedras angulares de una sociedad justa. “Forjan los caminos que conducen a la formalización, la reducción de la pobreza laboral y un futuro de trabajo con dignidad, seguridad e igualdad económicas”, señala la OIT.

El incremento a la inversión en trabajo decente y sostenible se refiere a las grandes transformaciones económicas en curso, relacionadas con las nuevas tecnologías, la convulsión demográfica y el cambio climático, tendrán efectos perturbadores y transformadores en nuestras economías y en el trabajo.

Según argumenta el organismo “se requieren grandes inversiones que den forma y encaucen estas transformaciones para crear trabajo decente. Los países deben ahora priorizar inversiones sostenibles a largo plazo que favorezcan el desarrollo humano y protejan el planeta, en consonancia con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas”.

Desde el reporte, la entidad hace un llamado a revitalizar el contrato social, con medidas destinadas a que los países establezcan estrategias nacionales sobre el futuro del trabajo a través del diálogo social entre los gobiernos y las organizaciones de trabajadores y de empleadores.

La OIT -que agrupa a gobiernos, empleadores y trabajadores- dice ser un organismo idóneo para ser brújula y guía del camino en la construcción del futuro del trabajo. Por ello plantea en el informe las que serían sus responsabilidades en este proceso y las del sistema multilateral.

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