LA VUELTA AL MUNDO EN EDITORIALES
Quizás como nunca antes, el nombre de Colombia pasó a ocupar las primeras páginas de los diferentes diarios internacionales. Mientras en el frente interno se libraba una batalla para dar con el paradero de los principales capos, en el externo el país luchó para colocar a la opinion pública internacional a su favor.
El resultado fue bastante satisfactorio. De ser la causa del problema, Colombia pasó a ser vista como la victima. Los llamados para que la ayuda sea algo más que retórica, fueron continuos. Desde Nueva York hasta Roma, pasando por Washington y París, se multiplicaron las peticiones para que los gobiernos comprendan que esta no es solo la lucha del Estado colombiano, sino una guerra en la que están envueltos prácticamente todos los países del mundo. Para ilustrar esa idea, SEMANA reproduce algunos apartes de los editoriales de los principales diarios de Estados Unidos y Europa sobre la situación colombiana.
THE NEW YORK TIMES
Nueva York
(Agosto 23 de 1989)
"La valerosa decisión del presidente Virgilio Barco de Colombia de permitir la extradición de los narcotraficantes colombianos levanta un serio interrogante. Si los colombianos desean tan vehementemente actuar contra los narcotraficantes, ¿porqué Washington no quiere dar más ayuda?
(...) Ese esfuerzo (de lucha) permanece severamente obstaculizado por recursos limitados, particularmente la falta de helicópteros. (...) La movida del presidente Barco sobre la extradición ha levantado grandes elogios de la Casa Blanca. Pero el elogio es barato. América necesita la ayuda que Colombia desea dar. Colombia desesperadamente necesita, y se merece, dinero y equipo".
LE MONDE
París
(Agosto 21 de 1989)
"Colombia, que tiene el récord mundial de la violencia (más de 18 mil asesinatos por año, o sea cerca de dos por hora), está de nuevo en peligro después de una serie de atentados en estos últimos días, contra altas personalidades. (...) La situación de la decena de países latinoamericanos y caribeños más o menos implicados en la producción, refinación y tráfico del polvo blanco se vuelve dramática.
(...) El primer ministro de Jamaica Michael Manley, viene de pedirle a las Naciones Unidas la creación de una 'fuerza multilateral de lucha contra la droga'. Sin duda ha llegado la hora para la comunidad mundial, de escucharlo" .
THE INDEPENDENT
Londres
(Agosto 23 de 1989)
"Colombia es un ejemplo extremo de un estado en peligro de ser tomado por el crimen organizado. (...) Los 'extraditables' han dicho que desencadenarán una guerra total contra el gobierno si uno de ellos es enviado a los Estados Unidos. (...) No hay, sin embargo, duda de que las cosas se pueden poner mucho peor. (...) Pero si el problema (de las drogas en el mundo) sigue empeorando, la legalización de algunas drogas como manera de recortar las utilidades de los criminales que ahora las ofrecen, tendrá que volver a la agenda política".
EL PAIS
Madrid
(Agosto 24 de 1989)
"El presidente Virgilio Barco no tenía otra opción que 'declarar la guerra' a los narcotraficantes, movilizando todos los medios para impedir que se siga sembrando la muerte con la impunidad con que actúan desde hace años. (...) ¿Se llevarán hasta el fin estas medidas? Las experiencias del pasado no han sido muy positivas. El presidente Barco nunca ha tenido la energía suficiente, pero cabe esperar que la extrema gravedad del momento no permita el que a grandes palabras sigan hechos tímidos".
THE TIMES
Londres
(Agosto 23 de 1989)
"Si el presidente Virgilio Barco tiene éxito en su ofensiva contra los barones colombianos de la cocaína, el mundo le quedará en deuda. Es también la condición para la superviviencia de su país. (...) La guerra no puede ser ganada por Colombia sola.
(...) Ningún otro país ha perdido tantos jueces, policías, soldados, periodistas y gente común, ante los escuadrones de la muerte de los barones (de la droga). (...) El compromiso de Colombia para acabar con el tráfico de drogas no puede ser sostenido sin inversión extranjera compensatoria y préstamos para hacer la transición hacia una economía normal. (...) Los países andinos necesitan más que apoyo moral. (...)".