Tosh, una marca carbono neutro.
Al medir sus emisiones de productos como sus infusiones, Tosh analiza el cultivo de albahaca y las prácticas para su siembra, pero también mide la manera en la que el cliente calienta el agua para la preparación de la bebida en su casa. | Foto: Tosh

Sostenibilidad

Lecciones de sostenibilidad de la primera marca de consumo masivo en Colombia certificada como carbono neutro

Varios años duró el camino que recorrió Tosh hasta obtener el sello del Icontec. El compromiso de sus colaboradores y proveedores fue vital para el éxito del proceso.

Redacción Semana
29 de mayo de 2024

En 2015, cuando todavía muy pocas empresas hablaban de emisiones de carbono, en Tosh ya se trabajaba para medirlas y analizar estrategias que permitieran reducirlas. Dos años más tarde, la compañía emprendió el camino hacia la carbono neutralidad. Octavio Morales Soto, líder de Sostenibilidad en el Negocio Galletas de Nutresa, explicó que en 2017 empezaron a trabajar en el tema, motivados por el propósito superior definido por la marca Tosh de “impulsar a las personas para que vivan en armonía, cuidándose, y de esta forma puedan disfrutar el presente y vibra con su entorno”.

El objetivo de alcanzar la carbono neutralidad, que se convirtió en un programa bandera alineado con ese propósito superior, tuvo como primera tarea medir la huella de carbono. “Se revisó la extracción de la materia prima, por ejemplo, el trigo. Este producto crece en países como Estados Unidos, Canadá o Argentina, entonces evaluamos el impacto del cultivo, la forma en la que se cosecha y su proceso de transformación. Analizamos cómo se trae hasta Colombia, la ubicación del producto en puerto y el transporte que se usa para llegar a la planta de preparación de la harina, en Santa Marta. Luego el transporte de la harina hasta la fábrica de Noel y cada detalle del proceso de preparación de la galleta. La medición se hace con todos los ingredientes de todos los productos de la marca”, aseguró Morales.

Tosh analiza el impacto de cada uno de los procesos en la cadena de producción de sus productos.
Tosh analiza el impacto de cada uno de los procesos en la cadena de producción de sus productos. | Foto: Tosh

La medición también estudia el comportamiento del consumidor. Con las infusiones, por ejemplo, se analiza el cultivo de albahaca y las prácticas para su siembra, pero también se mide la manera en la que el cliente calienta el agua para la preparación de la bebida en su casa. Cada detalle cuenta y da una idea del impacto ambiental que se genera en el proceso y, a partir de ese conocimiento, se toman medidas.

“Cuando conocemos la cifra de emisiones se establecen planes de trabajo orientados a su reducción, por eso, cada año se implementan medidas que contribuyen al objetivo y que, a la vez, aportan resultados complementarios”, añadió Morales.

A partir de estos resultados, se implementaron mejoras en todo el ciclo de vida del producto en un concepto denominado “desde la cuna hasta la tumba”. Si antes algunas materias primas eran importadas de Europa hoy se compran a un proveedor local o más cercano, para evitar las emisiones generadas en el transporte. De allí nace el replanteamiento del ciclo de transporte, a través del programa Transporte Limpio, que incorpora mejores prácticas de conducción y disminuye la huella de carbono.

Así mismo, se definieron estrategias innovadoras como la sustitución de ingredientes que generan mayor impacto ambiental. “Reemplazamos el azúcar por ingredientes que endulzan y pueden ser obtenidos con menor impacto. Con ello, logramos que muchos de nuestros productos no tuvieran el sello de exceso de azúcar, que emite el Ministerio de Salud”, precisó Morales.

Además de todas estas medidas, la operación en general adoptó prácticas más amigables con el ambiente. Se instalaron paneles solares, calderas que no trabajan con carbón sino con biomasa y la energía eléctrica es 100 % certificada. Desde cada perspectiva que se observe el proceso de producción en Tosh hay una nueva manera de hacer las cosas, enfocada en la meta de reducir la huella de carbono. Del 2017 al 2023, la marca logró disminuir en 42 % las emisiones de CO2.

Además de reducir las emisiones, para obtener el sello de Carbono Neutro Certificado se deben compensar aquellas que son inevitables en virtud de la producción, es decir, el 58 % restante.

“La marca podría comprar bonos para protección forestal en África o en Costa Rica, pero decidimos que el trabajo lo teníamos que hacer aquí mismo, en nuestra tierra y de allí nació el programa de conservación en un corredor biológico en el oriente antioqueño. Ahí está el Bosque Tosh, un motivo de orgullo para la marca, porque es la materialización del trabajo que estamos haciendo en el terreno y con los campesinos para la protección de estas zonas”.

Tosh alcanzó la meta de obtener el Sello Carbono Neutro. Sin embargo, más allá del certificado, el resultado más valioso ha sido sumar aliados a este sueño: desde quienes cultivan la tierra con mejores prácticas agrícolas, pasando por los transportadores que usan vehículos con combustibles no fósiles, hasta los expertos que mostraron el camino para garantizar la protección de un ecosistema en riesgo.

*Contenido elaborado con el apoyo de Tosh.