Home

Mundo

Artículo

MUNDO

Buenos Aires bajo el calor preelectoral

Alianza BBC
1 de mayo de 2009

La capital argentina quedó parcialmente paralizada este jueves, como consecuencia de una multitudinaria manifestación organizada por la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical del país.

Un día antes de celebrarse el día del trabajador, los sindicalistas llevaron a cabo un masivo acto en pleno centro porteño para pedir que se garantice la continuidad de los puestos laborales, en medio de la crisis económica mundial.

Pero a diferencia de otras manifestaciones parecidas llevadas a cabo en países como Chile o Francia, aquí el reclamo no estaba dirigido contra el gobierno. Por el contrario, se trató de una muestra de apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien enfrenta en dos meses elecciones legislativas nacionales consideradas claves para su gestión.

"La consigna es la defensa de los puestos de trabajo, la defensa del poder adquisitivo del salario y la defensa de un proyecto que ha permitido a los trabajadores (...) ir recuperando muchas de las conquistas y los derechos que nos habían quitado en la década de los '90", dijo el líder de la CGT, Hugo Moyano.

El evento, que causó gran caos en la ciudad y afectó el servicio de todos los medios públicos de transporte, se produjo al cabo de una semana cargada de ambiente preelectoral.

Democracia "en juego"

El lunes, el ex presidente Néstor Kirchner, jefe del Partido Justicialista (peronista) y marido de la actual mandataria, había advertido que el país "explota" si el oficialismo no triunfa en los comicios legislativos del 28 de junio.

"Tengan en claro que, si no hubiera mayoría en el Congreso, Argentina volvería a caer en el vacío y en la crisis de 2001", señaló el ex mandatario durante un acto electoral, haciendo referencia al debacle económico y político que vivió el país cuando cayó el gobierno de Fernando de la Rúa.

Por su parte el miércoles, la presidenta Fernández apoyó las declaraciones de su marido.
"El 28 no sólo está en juego la posibilidad de seguir con este modelo y este proyecto, también están en juego la estabilidad y la calidad democrática", advirtió durante un acto en la Casa de Gobierno.

Las declaraciones de la presidenta y el ex mandatario generaron fuertes críticas por parte de todo el arco opositor, que los acusó de querer generar miedo en la población.
También hubo voces de disenso dentro del oficialismo. El ex jefe de Gabinete durante ambas presidencias, Alberto Fernández, señaló que "no hay ninguna posibilidad de volver a 2001".

"Yo o el caos"

Muchos analistas políticos en Argentina creen que el kirchnerismo está apelando a una estrategia de "yo o el caos", para ganar adeptos para los comicios legislativos.

Para la consultora política Graciela Römer, se trata del mismo estilo al que Kirchner ha estado apelando desde que llegó al poder, cuando ganó las elecciones de 2003 con menos del 23% de los sufragios, tras el abandono en segunda vuelta del ex presidente Carlos Menem.

"Este estilo confrontacional fue muy útil en las primeras etapas de salida de la crisis, ya que le permitió al presidente más débil de la historia electoral del país, construir o reconstruir de manera muy efectiva y rápidamente una autoridad presidencial", dijo a BBC Mundo.

Sin embargo la analista considera que esa propuesta de "los otros o nosotros" que fue "funcional" para salir de la crisis, comenzó a ser contraproducente para el oficialismo una vez que el país se estabilizó.

Prueba de ello -señala la consultora política- es que las encuestas de opinión le dan al gobierno un nivel de aprobación menor al 30%.

Más polémicas electorales

A pesar de liderar la campaña oficialista para los comicios de junio, Néstor Kirchner aún no ha definido si se presentará como candidato a diputado nacional, algo sobre lo que viene especulando hace tiempo.

Además de la controversia generada por sus palabras esta semana, otra polémica que ha suscitado cuestionamientos de parte de la oposición es la propuesta oficialista de usar los nombres de gobernadores e intendentes populares para obtener votos en los comicios legislativos.

A través de lo que se han bautizado "candidaturas testimoniales", los miembros del ejecutivo aparecerían como candidatos a legisladores, a pesar de que quedaría establecido de antemano que no ocuparán sus cargos en el Congreso si son elegidos.