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El Secretario de Defensa, Ashton B. Carter y el ministro de Defensa ruso Sergei K. Shoigu discutiran sobre mecanismos para pacificar el conflicto en Siria. | Foto: Archivo SEMANA

DIPLOMACIA

Rusia y EE. UU.: los rivales que se unirían para pacificar a Siria

Esta semana los secretarios de Defensa de ambas naciones acordaron la posibilidad de discutir sobre mecanismos militares para afrontar ese conflicto.

18 de septiembre de 2015

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, manifestó el viernes que los Estados Unidos están preparados para entablar conversaciones entre militares con Rusia, con respecto a Siria. Kerry precisó que el presidente Obama considera que es el camino a seguir y que es muy importante.

Al parecer el primer paso ya se dio. El diario estadounidense The New York Times registró este viernes un anuncio del Pentágono en donde declararon que el Secretario de Defensa, Ashton B. Carter, se había comunicado telefónicamente y por primera vez con el ministro de Defensa ruso Sergei K. Shoigu.

El diálogo militar estaba congelado entre los Estados Unidos y Rusia desde el 2014, a raíz de la anexión de Crimea por parte de Moscú.

El Pentágono precisó que Carter y Shoigu se pusieron de acuerdo para discutir sobre mecanismos para pacificar el conflicto en Siria. Y Kerry afirmó que el objetivo inicial de las conversaciones era ayudar a “definir las posibles opciones” sobre cómo actuar a continuación en Siria.

En Moscú, la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, le dijo a los medios que nunca se habían negado a dialogar con los Estados Unidos y que “seguimos abiertos para explorar todos los asuntos de interés mutuo, incluyendo el tema de Siria”.

Este anuncio surge en el momento en que se ha hecho evidente que Washington está alarmado por el incremento de la presencia militar rusa en Siria. Efectivamente en las últimas semanas Moscú ha intensificado su ayuda al régimen de Bashar al Asad, su aliado en Medio Oriente.

Llama la atención que la administración estadounidense no reiteró en esta ocasión lo que han dicho varias veces y es que para que se le encuentre una salida durable al conflicto sirio, el presidente de ese país, Bashar al Asad, debería irse primero.

Según el New York Times, “Kerry parecería aceptar la posibilidad de que al Asad tal vez se quede en el poder a corto plazo”.

Este es un punto fundamental pues el presidente sirio ha tenido el apoyo de Rusia durante la guerra y esa posición contrastaba de manera radical con el condicionamiento norteamericano. La administración Obama se había mantenido firme al insistir en que la presencia del presidente sirio era un impedimento para encontrarle una salida sostenible al conflicto.

No obstante, como reportó el diario, Kerry dijo que la administración Obama no iba a cambiar sus objetivos centrales en Siria, es decir la derrota del Estado Islámico (ISIS) y la búsqueda de una salida política al conflicto.

Del lado ruso, la diplomacia también está activada pues el ministro de Asuntos Extranjeros, Sergei Lavrov anunció la semana respecto a su intervención militar en Siria que estaban dispuestos a coordinar ciertas acciones con el Pentágono para “evitar incidentes involuntarios” y reiteró su disposición para llevar a cabo las discusiones entre militares.

De cualquier manera, frente a la encrucijada de la guerra en Medio Oriente, un verdadero acercamiento diplomático entre los Estados Unidos y Rusia permitiría evitar que la situación se complique aún más, sujeta a confrontaciones externas, aún por resolver.

Sin embargo el panorama es particularmente complejo, sobre todo si se tienen en cuenta los conflictos de intereses de ambos paises con respecto a esa región del mundo. Está por verse si el hecho de tener al Estado Islámico como enemigo común puede ayudar a limar las asperezas y a construir un diálogo eficiente.