Home

Mundo

Artículo

Mick Jagger, reina Isabel II, Elton John
Mick Jagger, la reina Isabel II y Elton John. | Foto: Mick Jagger, reina Isabel II, Elton John Foto: Europa Press - Reutters- Europa PressEuropa Press, Reutters,

Reina Isabel

“Isabel II fue parte de mi infancia y siempre estuvo ahí”: ídolos del rock lamentan muerte de la monarca

Cantantes legendarios como Elton John y Mick Jagger se pronunciaron respecto al fallecimiento de la monarca del Reino Unido.

8 de septiembre de 2022

Este jueves 8 de septiembre del 2022 será el día que pasará a la historia con el fallecimiento de Isabel II, nacida el 21 de abril de 1926, a quien nombraron Elizabeth Alexandra Mary. La reina estuvo directamente relacionada con la música, pues por el palacio pasaron grandes personalidades como The Rolling Stones, Queen, The Beatles, Elton John, Sting, Eric Clapton, Van Morrison, The Bee Gees, David Gilmour y Bono.

Entre tanto, Mick Jagger, vocalista de la legendaria banda de rock The Rolling Stones, lamentó profundamente la muerte de la monarca británica, a través de su cuenta oficial de Twitter: “Durante toda mi vida, Su Majestad, la reina Isabel II siempre ha estado ahí”.

Jagger recordó que Isabel estuvo presente en su vida, desde el inicio de la misma: “En mi infancia puedo recordar ver los momentos destacados de su boda en la televisión. La recuerdo como una hermosa joven, a la muy querida abuela de la nación. Mi más sentido pésame está con la familia real”.

Por su parte, Elton John, emitió un comunicado oficial, en el que expresó su tristeza, afirmando: “Junto con el resto de la nación, me entristece profundamente la noticia del fallecimiento de su majestad la reina Isabel”.

Y agregó que ella “fue una presencia para estar cerca y condujo al país a través de algunos de nuestros momentos más grandes y más oscuros, con gracia, decencia y una calidez genuina de cuidado”. Coincidiendo con Mick, en que “la reina Isabel ha sido una parte importante de mi vida, desde mi infancia hasta hoy, y la echaré mucho de menos”.

De igual manera, el papa Francisco se mostró “profundamente entristecido” por la muerte de la reina Isabel II y ofreció oraciones por su “eterno descanso” y por su hijo Carlos, ahora convertido en rey.

En un telegrama personal dirigido al nuevo monarca, el jefe de la Iglesia católica rindió homenaje a la “vida de servicio incansable” así como a su “devoción al deber” y a “su testimonio inquebrantable de fe en Jesucristo”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lamentó en un comunicado el fallecimiento de la reina Isabel II, “más que una monarca” y cuya labor a lo largo de más de siete décadas “ha definido una era” a nivel mundial. “En un mundo de cambios constantes fue una presencia constante y un motivo de tranquilidad y orgullo para generaciones”, finalizó.

La monarca había sido por 70 años el símbolo más importante y querido de ese país. Había sobrevivido guerras, decenas de primeros ministros, varios papas. Ningún escándalo la había hecho ni siquiera tambalear y aún en la novelesca vida llena de intrigas, celos, infidelidades y peleas de la casa real británica, había logrado mantener siempre la sabiduría y la calma.

Según The Times, para hacerse una idea de cuánto ha abarcado la reina, si su coronación fue vista por 20 millones de espectadores en el entonces raro televisor en casa de un privilegiado vecino, la de su sucesor la presenciarán miles de millones, muchos desde su teléfono inteligente. Si en 1955 la casa real envío 395 telegramas de felicitación a ciudadanos que cumplían 100 años, en 2020 la cifra ascendió a 16.254.

Por su parte, quien asume el trono y las funciones que le competen al máximo líder de la monarquía es Carlos III, quien ahora es rey. Como es una institución anacrónica, su único sentido es que quien esté en el trono sea un “modelo a seguir” para sus súbditos. Eso, luego de su muerte y con la llegada de Carlos al trono, no volverá a suceder. La reina Isabel, que fue un modelo de virtud y diplomacia, tuvo que vivir todos los escándalos de sus hijos, que se caracterizaron por demostrar lo opuesto.