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Dim Dotcom a la salida de un juzgado en Nueva Zelanda junto a su esposa. | Foto: BBC

TECNOLOGIA

La venganza de Kim Dotcom

El fundador de Megaupload, Kim Dotcom, está sacando el máximo partido a su libertad condicional, concedida tras su detención por presunta piratería informática y daños a la propiedad intelectual. Sigue usando internet para difunfir informaciones contra sus enemigos.

27 de marzo de 2012

Desde entonces Dotcom, así como los tres ejecutivos también bajo sospecha, permanecen en Nueva Zelanda con vigilancia electrónica y con la prohibición expresa de acercarse a internet.

No obstante, escudado tras un ejército de abogados –incluido Robert Bennet quien en su día defendió al expresidente Bill Clinton en el caso Lewinsky- Dotcom sigue haciendo uso de la red en lo que parece una venganza personal.

Cuando el enemigo le hacía la corte

A la espera de la próxima audiencia que decidirá en agosto si se aprueba su extradición a Estados Unidos, Dotcom utilizó portales en internet como TorrentFreak para difundir informaciones contra sus enemigos.

Fue allí donde el fundador reiteró que las grandes empresas del entretenimiento no sólo eran sus clientes y le propusieron varias vaces asociarse con él, sino que éstas tenían pleno derecho de borrar los contenidos que quisieran del portal.

Según él, 490 cuentas de Megaupload pertenecían a miembros de la Asociación del Cine de EE.UU. (MPAA) y de la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos (RIA), quienes habrían subido 16.455 archivos.

Para probar esto, esta semana, el millonario filtró cinco correos electrónicos supuestamente enviados por representantes de las mayores compañías del entretenimiento estadounidense como Disney, Warner Bros y Fox.

Una de las misivas, que según el Dotcom le envió en 2010 Joshua Carver de Warner Bros, decía que la empresa querría "subir todo nuestro contenido de una vez en lugar de hacerlo de uno en uno".

"Nos gustaría hablar con alguien de marketing sobre su página de internet y sobre cómo podríamos trabajar juntos para promover algunos de los contenidos de Turner en Megavideo", decía otro correo electrónico fechado en 2009 enviado por quien dice ser responsable de marketing de Turner.

Defensa

La defensa de Megaupload dice poder demostrar que 1.058 cuentas del portal pertenecían a funcionarios del gobierno de Estados Unidos, lo que incluiría a trabajadores del Departamento de Justicia y del Senado.

También alegaron que unos 15.634 soldados tenían cuentas en el portal de descargas y que estos habrían subido 340.893 archivos.

Por otra parte, los abogados de Dotcom ya lograron que un juez declarase "nula" la orden judicial que llevó a la confiscación sus bienes.

La juez neozelandesa Judith Potter dijo que la medida no debería haberse llevado acabo por "errores en el procedimiento" cuando se rellenaron los formularios correspondientes.

Ahora Dotcom dice centrar sus esfuerzos en recuperar la base de datos de Megaupload.
Los vídeos de la discordia
Megaupload

Los datos de 66,6 millones de usuarios de Megaupload permanecen en servidores de una empresa estadounidense.

Los contenidos de la página de descargas permanecen por el momento almacenados en los servidores de la empresa estadounidense Carpathia Hosting, lo que les ha convertido en víctimas del acoso de abogados de ambos bandos.

Los de Hollywood les conminan a que preserven los datos de los 66,6 millones de usuarios del portal para hacer uso de ellos en "potenciales demandas civiles" por violaciones de copyright. Desde la compañía se dijo que no se actuará contra los usuarios de a pie, sino contra los "intermediarios" de Megaupload, sin dar más detalle.

Los abogados de Megaupload le exigen a Carpathia la entrega de la base de datos para respaldar la defensa de Dotcom y sus ejecutivos.

Sin embargo, nadie parece estar dispuesto a pagar a la compañía de almacenamiento de datos los US$9.000 diarios que según afirma la empresa le cuesta tan sólo refrigerar los servidores. La deuda ya ascendería a unos US$500.000 que dicen no poder afrontar.

Respecto a la orden de extradición, si ésta fracasa, las autoridades de Nueva Zelanda tendrán que plantearse seriamente si están dispuestas a financiar con dinero público un litigio iniciado por Estados Unidos.

Si ningún departamento del gobierno neozelandés se hiciera cargo del caso, según informaron fuentes de la Corte suprema de ese país, Dotcom podría recuperar los bienes consfiscados. Lo que no se sabe todavía es si esa hipotética devolución incluiría la ansiada base de datos.