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"LOS MILITARES NO SON INSTANCIA "REVISORA" DE LOS GOBIERNOS"

SEMANA habla con Italo Luder, el candidato peronista

28 de noviembre de 1983

Días antes del 30 de octubre, Carmen Correa, de SEMANA, entrevistó en Buenos Aires al dirigente peronista Italo Argentino Luder, hasta ese momento el más opcionado candidato a la presidencia de la República de ese país. Un poco antes, en su número del 11 al 17 de octubre, SEMANA entrevistó también al candidato del Partido Radical, Raúl Alfonsín, quien el 26 de octubre, reuniera en la capital argentina a un millón de seguidores suyos, en un impresionante despliegue de poderío político que cuestionó seriamente las posibilidades de triunfo del Justicialismo. Sin embargo, al cierre de esta edición, dos días antes de la elección presidencial, no podía predecirse con seguridad el resultado de las mismas. Lo que sigue son los apartes más importantes de la charla con Luder.
SEMANA: Si gana las elecciones ¿cuáles serán las primeras medidas que tomará?
ITALO LUDER: Hay que partir de la base de que recibiremos un cuadro socioeconómico muy deteriorado. El actual gobierno ha Perdido todo control de la situación económica.
Ahora es necesario el esfuerzo de todos los sectores para la tarea de reconstrucción nacional. Hay que crear las condiciones de convivencia política, con un cuadro institucional adecuado, que genere confianza y credibilidad para el inversionista. Hay que reactivar el aparato productivo del país. Nuestra industria trabaja en un 85% por ciento para el mercado interno. Hay que generar una demanda sostenida para reactivar esa situación, que desde luego será gradual.
En las épocas de los gobiernos justicialistas, la distribución del ingreso era del 50% para el capital y el asalariado. Actualmente el capital recibe un 70%, quedando el 30% para el asalariado.
El sector empresarial debe responder a las necesidades, sin caer en la tentación de limitarse a aumentar los precios; en vez de poner en marcha el 40% de la capacidad instalada ociosa que existe en la industria.
S.¿Cuáles son las principales diferencias entre los radicales y los peronistas en el presente?
I.L.: Radican, en primer término, en la base social. El justicialismo es un movimiento policlasista, que englota a la inmensa mayoría del sector obrero y a los de menores ingresos. El radicalismo, en cambio, disputa una franja del estamento medio y de los niveles de mayores ingresos.
En lo ldeológico, el justicialismo se declara tributario de la doctrina social de la Iglesia Católica y esto lo diferencial muy claramente del radicalismo.
S.: ¿Qué hará usted, de asumir, con el problema de los desaparecidos?
I.L..;No puede haber posiciones tibias en este problema. Personalmente comparto la del episcopado argentino, en el sentido de que el actual gobierno debe dar una explicación razonable sobre el tema. Si así no lo hiciera, el futuro gobierno constitucional, como corresponde a un país civilizado, dará una solución de justicia. Porque si el Estado renuncia a su fundamento ético, carece de propuesta para enfrentar el nihilismo.
S.: Para un extranjero acostumbrado a que las definiciones políticas de los partidarios suelen ser de derecha, de centro o de izquierda, la del partido justicialista puede resultar poco comprensible, porque en él confluyen sectores que aparecen como contradictorios. ¿Cómo aclararía usted esto qnte un extranjero deseoso de entender al peronismo?
I.L.: El peronismo es un movimiento, y ninguna de esas expresiones tradicionales puede comprenderlo cabalmente. Es común presentar al peronismo como el segundo movimiento histórico de los argentinos, dando al radicalismo el primer lugar. De hecho, las dos principales fuerzas del país no responden específicamente al esquema tradicional que usted plantea. Ambos movimientos realizaron tareas propiamente históricas y no exclusivamente programáticas. El rasgo más distintivo del peronismo es la incorporación de los trabajadores a la política y a las decisiones políticas, en un contexto policlasista, con un fuerte sentido nacional, que recibió el aporte de amplios sectores de las capas medias, profesionales, técnicos, artistas, etc. Es una propuesta que va más allá de lo sectorial.
S.: Se dice que los militares van a entregar el poder debido a la tremenda presión de la opinión pública, o porque ya no les queda otra opción.
En su opinión ¿por que lo entregan? ¿Podrían no entregarlo también y permanecer obcecadamente en el poder, como sucede en estos momentos en Chile?
I.L.: El plan de los militares era mantenerse en el poder, pero la presión ejercida por todos los ámbitos de la opinión los ha obligado a entregarlo. Los militares tienen que comprender, antes que sea demasiado tarde, que nadie les ha asignado el rol de instancia "revisora" de los gobiernos civiles. La función de las fuerzas armadas está contenida en la constitución nacional, y la ruptura del orden constitucional es un delito contemplado en el artículo 22 de nuestra carta magna.
S.: ¿Cómo se explica históricamente que la lucha por la justicia social, en otros países llevada adelante por los partidos de la izquierda tradicional, esté representada en la Argentina por el peronismo y que éste sea el que se ha ganado a la clase obrera?
I.L.: El peronismo no se "ganó a la clase obrera", sino que sustancial mente "es" la clase obrera, ya que el 95% de sus fuerzas son de extracción obrera, a la que se han adherido los sectores bajos de la clase media por razones de política económica y reivindicaciones sociales justas y equitativas hasta, como le dije antes, llegar a nuclear otras expresiones del pueblo. Las grandes masas trabajadoras asumen, con el peronismo, la vida democrática y sus plenos derechos, así como la mujer, que nadie antes en los otros gobiernos había reconocido en la política. Fue con Eva Perón y el general Perón que los grandes sectores discriminados tuvieron acceso a sus derechos como ciudadanos y como personas. Ningún otro partido hizo más que el justicialismo.
S.: ¿Será posible evitar la confrontación radicales-peronistas después de las elecciones, si desde ya las acusaciones mutuas son bastante fuertes y han desatado, incluso, brotes de violencia?
I.L.: La violencia es obra de los grupos desadaptados tanto de uno como de otro partido, que no han comprendido aún lo que es la democracia. Lo más importante de su pregunta es la "confrontación postelecciones"; a esto le contestó con la palabra "democracia". El que resulte e!ecto contará con el apoyo y la oposición otorgados en el congreso.
S.: Usted ha dicho que quiere ser un hombre-síntesis del justicialismo y representar a todos los sectores. ¿Es posible representar a sectores tan disímiles como la Intrasigencia Peronista, los "Seguidores de Isabel-" y los sindicalistas?
I.L.: La respuesta se puede dividir en varias partes: primero, todos somos "Seguidores de Isabel Perón", ya que ella es la presidenta del partido. Segundo, el sindicalismo es la fuerza mayoritaria del peronismo, e Intransigencia y Movilización Peronista es una de las fracciones del justicialismo. Existe sólo un movimiento nacional justicialista, que comprende la mayoría del pueblo argentino, y la casi totalidad del movimiento sindical organizado.
S.: ¿Qué piensa de la ley de amnistía?
I.L.: Actualmente no están dadas las condiciones para sancionar esta ley, ni en lo moral ni en lo político.
Una ley de amnistía tiene que responder al clamor de la opinión pública, en la medida que ésta entienda que es la metodología adecuada para alcanzar la pacificación nacional. En este momento dicha ley cumple un objetivo contrario, porque ha desatado la repulsa del país. El futuro gobierno constitucional, a través del parlamento nacional tendrá la facultad de derogarla. -