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Derrame de petróleo en Perú causado por erupción en Tonga
Repsol indicó en un comunicado que “los resultados han sido remitidos a la autoridad competente”. | Foto: REUTERS

Perú

Perú: Repsol finalizó labores de limpieza en playas afectadas por derrame de petróleo

El derrame se originó el pasado 15 de enero.

20 de abril de 2022

La multinacional española Repsol informó a las autoridades peruanas de la culminación de las labores de limpieza en 28 playas afectadas por el derrame de crudo de mediados del mes de enero frente a las costas de Perú.

“Esto significa que han sido declaradas limpias y listas para el monitoreo respectivo y en espera de la conformidad por parte de la autoridad”, señaló la compañía en un video en su perfil oficial de Twitter, agregando que es resultado de las acciones de contención, recuperación y limpieza en todo el litoral.

Repsol indicó en un comunicado que “los resultados han sido remitidos a la autoridad competente” y que el muestreo “se ha realizado cumpliendo las guías y directrices”, así como que “ha sido analizado por laboratorios independientes y acreditados para tal fin”.

“En los más de 1.400 muestreos fisicoquímicos realizados a lo largo de la costa, los resultados se consideran aptos de acuerdo con los valores determinados por la legislación peruana y los más altos estándares internacionales”, dijo la empresa.

Asimismo, precisaron que “están a la espera” de las evaluaciones” y de la autorización por parte de las autoridades peruanas para el análisis hidrobiológico de la zona, ya que ello determinará “cuándo podrá reactivarse la actividad pesquera”.

Unos 18.000 metros cuadrados de playa fueron afectados por el vertido de petróleo de al menos 6.000 barriles de crudo, una situación que, según defendió Repsol, fue causada por un “fenómeno marítimo imprevisible” a raíz de la erupción el pasado 15 de enero de un volcán en una isla de Tonga.

La emergencia por el derrame de crudo

La caída de 6.000 barriles de crudo al mar ocurrió el pasado sábado 15 de enero, cuando un carguero de la petrolera española Repsol, que transportaba 695.000 barriles, se vio sacudido por un oleaje mayor al esperado, el cual a su vez se atribuye a la erupción volcánica que ocurrió en Tonga.

Los representantes de Repsol en su momento negaron su responsabilidad y dicen no haber sido advertidos por las autoridades marítimas del posible mayor oleaje, mientras que el Gobierno peruano considera que la petrolera debía tener un plan de contingencia, como lo tienen sus colegas, para atender este tipo de situaciones y que no lo implementó.

Como resultado, se declaró la emergencia ambiental por 90 días en la zona marina costera de Lima, así como un “Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo” para la atención de la emergencia. La decisión se basa en el impacto significativo del derrame sobre el ecosistema marino costero, el cual tiene una alta diversidad biológica (fauna silvestre y recursos hidrobiológicos), así como por un alto riesgo para la salud pública.

El Gobierno peruano dio a Repsol un plazo de 10 días para cumplir con todas las acciones de limpieza y descontaminación.

La emergencia creció porque el petróleo derramado se está moviendo con la corriente marina en dirección norte y ya ha avanzado más de 40 kilómetros de la refinería en donde ocurrieron los hechos. Hasta el momento –informó el diario El Comercio– van a 21 playas afectadas según el Ministerio de Salud peruano, el cual recomendó a los habitantes de Lima no acudir a ellas, pues tienen calificación “no saludable”.

Según información de agencias, Repsol dice haber retirado ya 2.384 metros cúbicos de arena comprometida en el operativo de limpieza en el cual participan más de 1.350 personas, en las zonas marinas y terrestres contaminadas. Además de maquinaria pesada en tierra y de embarcaciones especializadas, usan unos paños que absorben el hidrocarburo, pero no el agua.

Mientras esto ocurre, pescadores y pobladores de Ventanilla, la zona inicialmente más afectada, han realizado protestas por no poder desarrollar la pesca o sus negocios turísticos como restaurantes ante el cierre de las playas.