¿Regreso con gloria?

Hace apenas un par de semanas la mayoría de los observadores internacionales opinaba que Mario Vargas Llosa era un escritor muy brillante que había resultado un político muy malo. Pero el viernes 14 cuando el autor de "La tía Julia y el escribidor" arribe al aeropuerto de Lima para responder al llamado de sus seguidores, muchos cambiarán de opinión. Si la renuncia del escritor a la candidatura del Frente Democrático -de tendencia derechista- fue una retirada estratégica, habrá que decir que tuvo éxito.
Desde que el escritor emprendió su repliegue a Europa, los seguidores de su movimiento Libertad, donde predominan las clases media y alta, comenzaron a recoger firmas en varias ciudades del Perú. Algunos explican el furor de sus seguidores por el hecho de que tanto éstos como los miembros de los otros sectores que integran el Fredemo, son conscientes de que la izquierda está desarticulada y en la figura de Vargas Llosa podría estar la victoria segura en las próximas elecciones presidenciales.
Pero aunque vayan muchas personas al aeropuerto y se recolecten miles de firmas, el político Vargas Llosa aún deberá enfrentar las serias divisiones que permanecen en el interior del Fredemo, entre la facción del ex presidente Balaúnde Terry y el ex alcalde de Lima,Luis Bedoya Reyes. Y tendrá que curar las heridas que abrieron los términos de su carta de renuncia, en la que el escritor dejó traslucir demasiada amargura. Sólo entonces se sabrá si Vargas Llosa es un gran político, o tiene la suerte del jugador novato.