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Más de 6 millones de personas venezolanas han huido de su país por la crisis social y económica. Casi dos millones de ellas están radicadas en Colombia. Foto: Esteban Vega | Foto: Esteban Vega

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Según Acnur, 1.000 venezolanos salen cada día de su país sin la intención de regresar

William Spindler, vocero en América Latina de la Agencia de la ONU para los Refugiados, reiteró que cerca de 6 millones de personas han huido de la crisis humanitaria del país vecino y del régimen de Nicolás Maduro.

12 de diciembre de 2021

El éxodo masivo del vecino país no se detiene. El deterioro de la calidad de vida y la profunda crisis social y humanitaria de Venezuela han acelerado la crisis migratoria, que ya suma seis años.

Este diagnóstico lo confirmó recientemente William Spindler, portavoz en América Latina de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), quien fue entrevistado en la emisora venezolana Onda La Superestación, de la cadena Unión Radio.

El vocero de las Naciones Unidas indicó que el impacto de la migración ha sido “enorme” en todas las familias venezolanas, y que este fenómeno se ubica entre el éxodo humano más grande de la región. En este sentido, precisó que ya son 6 millones de refugiados venezolanos los que están en el mundo, y que diariamente “alrededor de mil personas se van de Venezuela sin intención de volver”.

Al hablar sobre la cifra oficial de migrantes venezolanos, Spindler dijo a la emisora radial que es muy difícil tener esa información porque no todas las personas se registran regularmente en el país al que llegan. Por esto aclaró que puede haber un subregistro, estimó que pueden ser más los refugiados venezolanos los que están en el extranjero.

Para finalizar, el vocero de Acnur en América Latina aseguró que la migración venezolana ha tenido un impacto importante tanto dentro como fuera de Venezuela. Sobre este tema, opinó que es favorable la presencia de venezolanos en otros países, pero que también generan un gran gasto para ese país porque tienen que reajustar todo para recibirlos.

Las declaraciones de Spindler van en sintonía con lo manifestado el jueves pasado por el representante especial conjunto para refugiados y migrantes de Venezuela de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Eduardo Stein, quien sostuvo que la regularización de los migrantes y refugiados venezolanos es un asunto crucial para los países de acogida, sobre todo en América Latina y el Caribe, la región que más desplazados acoge, debido al alto número de personas que abandonan Venezuela con los documentos de identidad vencidos.

Colombia es el principal país receptor de venezolanos. Desde el año 2015 ha acogido en su territorio más de 1,8 millones de refugiados y migrantes del vecino país. Las medidas de regularización masiva tomadas por el gobierno del presidente Iván Duque, en febrero pasado, están brindando la posibilidad de que estos ciudadanos tengan el Permiso por Protección Temporal (PPT), un documento robusto que permitirá su identificación y estatus migratorio regular por un periodo de 10 años.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, lanzaron este 9 de diciembre de 2021 un plan regional y anunciaron que en 2022 se requieren 1.790 millones de dólares para apoyar las crecientes necesidades de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela y sus comunidades de acogida en 17 países de América Latina y el Caribe.

El número de refugiados y migrantes venezolanos en todo el mundo ha superado ya los 6 millones, según cifras de las Naciones Unidas. La gran mayoría de estas personas son acogidas por países de América Latina y el Caribe.

Varios países de acogida han establecido mecanismos innovadores de protección y regularización para ayudarles a acceder a derechos y servicios, como Colombia, considerado el país con más políticas humanitarias y de integración de ciudadanos del vecino país en su territorio.

Spindler coincidió con Stein, quien destacó el día del lanzamiento del plan regional que con las fronteras terrestres cerradas por la covid-19, los refugiados venezolanos han recurrido a rutas informales –a menudo a pie– exponiéndose a graves peligros, como las condiciones climáticas extremas, catástrofes naturales, las amenazas de redes de trata y explotación y abuso por parte de traficantes. Mientras tanto, los flujos de salida de Venezuela persisten.