MARCHA ATRAS

16 de abril de 1984

La semana pasada, el gobierno mexicano anunció la reprivatización de 339 de las 467 empresas que pasaron total o parcialmente a control del Estado a raíz de la nacionalización de la banca privada en septiembre de 1982. Esta medida, recibida con entusiasmo por el sector privado, originó las más airadas críticas de la izquierda mexicana, que calificó la decisión del gobierno de De la Madrid como el más grave retroceso en un momento en que resulta más necesario que nunca reforzar la rectoría económica del Estado. Pero los sectores conservadores aseguran que al volver las empresas a manos de sus antiguos propietarios, está garantizando su manejo eficiente.