Cientos de mujeres con máscaras, marcharon por las calles de París con carteles que decían cosas como "Seis meses en cárcel por una sonrisa" o "En vez de un mandato divirtámonos". Se trata de las 18.000 prostitutas de París, a las que una nueva ley pretende condenar por "solicitud pasiva", lo que quiere decir que podrán ir a la cárcel por ofrecer sus servicios en la calle. Entre las recompensas que el gobierno francés piensa ofrecer está la de garantizar los papeles a los extranjeros que vayan y denuncien a las mujeres que transgredan la draconiana ley. Para algunos Pigalle nunca será lo que fue.