Si mal no recuerdo, cuando en 1995 se llevó a cabo el primer Rock al Parque, las bandas metaleras fueron las que acogieron con mayor entusiasmo la convocatoria. Los grupos seleccionados Acutor, Kilcrops, Sangre Picha, Leishmaniasis, Catdral y Darknnes, entre otros, mostraron el buen momento por el que pasaba el metal colombiano. Y este género se volvió tan importante para festival que al cabo de un par de festivales contó con su propio día en el las voces guturales, melódicas o líricas, los distorsionados y rápidos riff, los solos de guitarras y el doble bombo de la batería son protagonistas. Desde entonces, la tarima de Rock al Parque ha sido la vitrina de las mejores bandas colombianas de Death, Black, Heavy, Power, Progresivo, industrial, etc. Masacre, Agony, koyi K Utho, Legend Maker, Cuentos de los Hermanos, Soulburner, Loathsome Faith, han hecho parte de ese ramillete de más de un centenar de grupos que han tocado en el festival y que han demostrado, que pese al poco apoyo de la industria musical, el metal es uno de los géneros más consolidados dentro escena rockera del país. Puede leer: Gustavo Cerati, dos décadas del álbum ‘Bocanada’ Y en un poco menos de 25 años de historia, el día del metal ha dejado grandes presentaciones de bandas internacionales (A.N.I.M.AL, Brujería, Fear Factory, Black Label Society, Shadows Fall) e innumerables anécdotas como la impresionante granizada del 3 de noviembre de 2007 que obligó a cancelar ese día el festival. Pese a la inclemencia del clima, los metaleros capitalinos no se quedaron con las ganas de ver sus bandas pues los organizadores reprogramaron la fecha una semana después. Eso demuestra la importancia del metal.

High Rate Extintion/ Foto: Esteban Vega Pero sin lugar a dudas lo que ha mostrado este cuarto de siglo es la evolución que ha tenido el público metalero y el género. Hace unos años, recorrer por la tarde el parque Simón Bolívar daba pesar, la audiencia era mínima y los escenarios empezaban a llenarse a medida que se acercaba la hora de la presentación de las bandas internacionales. Ahora la situación ha cambiado. Los metaleros apoyan más el metal nacional y empiezan a colmar desde temprano los tres escenarios del parque. En esta edición fue impresionante ver que antes de las 4 de la tarde la plaza principal tenía una gran afluencia.

Glen Benton, vocalista y bajista de Decide / Foto: Esteban Vega Estos años han mostrado que el metal no solo tiene su bastión en Bogotá y Medellín, sino que hay ciudades bastante metaleras. Armenia y Pasto, en especial, han tenido un protagonismo en el festival. Eso lo demostró la banda pastusa de black metal Lucifera, que tuvo una destacada participación en esta edición. Por otro lado el profesionalismo ha aumentado. En el escenario Plaza, por poner un ejemplo, el sonido de las bandas colombianas no tuvo nada que envidiarle a las extranjeras. Tenbrarum sonó con una calidad inigualable y fue un excelente enlace entre Tarja y Angra, incluso le dieron una sorpresa al público al interpretar El Velo de Estados Alterados, que contó con la participación de su vocalista Fernando Sierra. Lo mismo sucedió con Under Threat, que tocó antes de Deicide y con el grupo pereirano Internal Suffering que le antecedió Dying Fetus de Estados Unidos.

Tarja / Foto: Esteban Vega Angra dio un gran espectáculo. Demostró el virtuosismo de sus músicos y la gran calidad vocal de Fabio Lionel. Ellos también sorprendieron al público, cuando llamaron al vocalista de la nueva etapa de Kraken para cantar Carry On, en homenaje al fallecido cantante de Angra, Andrea Matos. Finalmente, Deicide con su fuerza musical retumbó los oídos del público. Le puede interesar: ¿Se puede separar al artista de su obra? Nick Cave responde En el día metal vale la pena registrar el aumento del número de mujeres en las bandas metaleras. Sin contar el gran show de Tarja, la tarde contó con la destacada participación de Alejandra Blasfemia, vocalista de Luciferia; Alicia Benítez, guitarrista de El Sagrado y Nataly Ossman, una cantante pop que en esta ocasión hizo las voces corales de Tenebrarum.

Tenebrarum / Foto: Esteban Vega

Fernando Sierra (Estados Alterados), Nataly Ossmamn y David Rivera de Tenebrarum / Foto: Esteban La Rotta En esta edición de aniversario llamaron la atención las dos bandas metaleras Buites y R.O.R que hacen parte de CREA, un programa del distrito que busca transformaciones sociales a través de la música y la formación artística. Fue interesante ver cómo estos jóvenes totalmente novatos en la escena hicieron todo lo posible para cautivar el público.

Angra / Foto: Esteban Vega

Fabio Lione, vocalista de Angra / Foto: Esteban Vega En resumen, esta edición de aniversario mostró por qué el metal es uno de los pilares del festival y que su calidad y profesionalismo ha aumentado de manera excepcional hasta el grado de no tener nada que envidiarle a la escena internacional. Esos hechos deberían ser material suficiente para que la industria musical del país mire hacia el metal y vea en el género una buena oportunidad de negocio. *Historiador y periodista de SEMANA