Usted reeditó en vinilo su álbum debut Opalescent, muy ambient, pero me llama la atención que dice que en ciertos aspectos se relaciona con lo que hace ahora ¿qué aspectos? ¿qué se mantiene en el Hopkins de hoy del Hopkins de 19 años? No sé por qué ese disco ha tomado fuerza con el pasar de los años, como dices yo tenía 19 años y en realidad no sabía qué iba a hacer después. Lo editamos en vinilo porque a la gente le gusta ese disco, he encontrado algunas cosas que me llaman la atención y mantienen la esencia que tiene hoy mi música. Pero insisto en que es un álbum que hice siendo muy joven y no sabía para dónde iba. A los 23 conoció a Brian Eno, ¿cómo lo describiría?, ¿qué anécdotas tiene con él? y, ¿cómo influyó en su visión para hacer música? Lo conocí gracias al guitarrista de Imogen Heap.  Yo tenía solo 23 años y, bueno, empecé a colaborar con él. De Brian fue la idea de que yo fuera el coloreador de Viva la vida de Coldplay. Brian es un tipo muy técnico, pero al mismo tiempo no permite que se corte cuando llevas un impulso, porque muchas cosas salen de la improvisación. El dinamiza muy bien la música: aprendí a estar más tranquilo a la hora de improvisar, a buscar una paz que evite hacer un análisis de lo que hago con poco tiempo y buscar la manera de encontrar lo valioso. El trabajo con Brian, sin darnos cuenta, contabilizó un montón de horas continuas de música. Le puede interesar: La electrónica: un género joven e imprescindible para Estéreo Picnic ¿De verdad estuvo a punto de dejar la música y meterse en una oficina por el fracaso de su segundo álbum Contact Note? ¿cómo es esa historia? (Risas) Ese álbum la verdad no llamó la atención de la prensa, pero en realidad estaba desconectado con lo que estaba sonando en ese momento. Sí, la verdad estuve a punto de tener un trabajo de oficina, pero nunca fui a la entrevista. ¿Qué siente ahora cuando escucha ese álbum después de su éxito con Immunity? Mira, creo que hacer una canción pop que pegue es más difícil que hacer una canción de electrónica. Pero yo era conocido más por ser productor y quería mi música, siento que este es el momento para hacer eso, mientras pueda seguir tocando en clubes estaré bien. El éxito de ese disco me tiene tranquilo, quiero hacer más música porque estoy haciendo lo que siempre quise hacer con mi vida Usted no solo  “coloreó” de Viva la vida, un álbum clave en la carrera de Coldplay, también fue su telonero, ¿cómo fue esa experiencia? Los integrantes de Coldplay son músicos increíbles, me emocioné cuando colaboré con ellos. Y sí, aunque no compartíamos público les abrí algunos shows, creo que la gente reaccionó de una manera positiva, yo sabía que también tenía que proponer mis cosas y no estar “detrás de la escena” Usted pasa su vida en ciudades enormes, Bogotá es una de ellas, y para sobrellevar eso usted medita ¿qué malestar le genera la vida contemporánea? La meditación ha sido clave en mi carrera, llevo 14 años haciéndola y me ayuda a limpiar mi mente de tanta basura que tenemos. Gracias a la meditación me desbloqueo y encuentro ideas muy profundas a las que pienso que son muy difíciles de acceder. Mi público se concentra en las grandes ciudades, y la verdad quisiera vivir alejado de la urbe. Pero bueno, tengo energías todavía. La experimentación va muy ligada al uso de drogas, un tema en el que usted es muy abierto. Quiero saber el papel que tiene el DMT para crear una experiencia diferente, para poner a bailar y crear una atmósfera psicodélica. He tenido días en Amsterdam con setas y he experimentado con el DMT, por eso la molécula aparece en la portada del singularity. Todo legal y monitoreado. Creo que usadas de una forma correcta ayudan a dar rienda suelta a capas a las que no tenías acceso antes. Singularity es un álbum muy fiel a su nombre desde el sonido. Hay momentos de cambios drásticos, y contrastes en el color de la música, ¿qué imagen o sensación querías crear con este álbum? Wow… Creo que tal vez quise ofrecer la música que les permitiera a las personas defenderse y explorarse. Creo que el componente del estallido musical es importante, pero igual de importante son los momentos tranquilos en el diseño, lo siento como un médico de emergencia, quise darle a la gente ese tipo de trucos con muestras informáticas y obtengo así una gran ronda de estado meditativo y de conciencia. No iba a tocar piezas en vivo, el sello que editó el disco no quería, pero cuando tocaba probaba algunas cosas en vivo. Le puede interesar: Playlist: el Estéreo Picnic en 63 canciones