En Video | El momento exacto en el que el sargento (r) Ávila sale de su casa rumbo la eutanasia

El sargento en retiro de la Policía Nacional, Gilberto Ávila, cumple este lunes su deseo de que le practiquen la eutanasia. A las 8:00 a. m. salió de su casa por última vez. A las afueras de la finca en la que vive, lo esperó una calle de honor que, a manera de homenaje, le abrieron miembros del comando Jungla de la institución.

Aunque Ávila manifestó en sus últimos días de vida sentirse desilusionado por el poco acompañamiento por parte de la Policía en medio de su enfermedad, salió orgulloso con prendas del comando Jungla, mientras sus excompañeros, muchos de ellos instruidos por él en su juventud, recitaban la oración que los caracteriza y les da fuerzas en medio de sus misiones.

“A todos les pido dignidad, valentía y honestidad”, fueron parte de las últimas palabras que dijo en público el sargento Ávila, antes de que empezara la caravana desde Salento hasta Armenia, Quindío, donde lo recibieron un equipo de especialistas encargados de practicarle la eutanasia.

Cabe resaltar que él tomó la decisión de tener una muerte digna tras padecer 17 años de párkinson, una enfermedad degenerativa que cada vez le dificulta más quedarse en pie y que su cuerpo atienda las órdenes de su cerebro. Para poder participar de los homenajes que le han hecho en la última semana, se toma un sobre de pastillas que le genera dopamina. Lo que le ayuda a tener algo de movimiento, pero le causa problemas psicológicos.

Después de su muerte, que se programó a las 10:00 s. m. de este lunes, será cremado y sus cenizas reposarán en uno de los árboles que tiene en la casa dónde vivió en los últimos 4 años; el mismo árbol en el que él alimentaba a los pájaros de la región con papaya.

Cabe recordar que el pasado sábado, más de 35 uniformados de la dirección Antinarcóticos que pertenecen al grupo elite, Comando Jungla, rindieron un homenaje al sargento (r) Gilberto Ávila, luego de conocer la radical decisión que tomó, de programar su muerte para este 26 de septiembre a las 10:00 a. m.

El sargento fue miembro de los grupos élites de la Policía desde la década de los 90 y durante 20 años persiguió y dio de baja a los hombres más peligrosos del País; entre ellos, Raúl Reyes, Pablo Escobar, alias Don Diego, alias Cuchillo, entre otros. Pero además fue instructor de cientos de comandos Jungla. Este sábado, decenas de ellos, acompañados del general Tito Castellanos, director Antinarcóticos de la Policía Nacional, llegaron hasta la casa del suboficial retirado, en zona rural del municipio de Salento, Quindío.

Castellanos compartió en la juventud con Ávila. “Con el que usted también compartió tantas visiones y aventuras”, dicen en el video de homenaje.

“Mi primero Gilberto Ávila Llanos, desde el área de operaciones sus comandos Jungla, queremos saludarlo, expresarle nuestro sentimiento de gratitud, de respeto y admiración”, dice uno de los uniformados que tomó la vocería entre el todo el pelotón que posó junto a un helicóptero de la institución.

Manifiestan que, con el homenaje, quieren demostrarle lo importante que él fue, tanto para ellos como para la Policía y el país. “Por su entrega, su compromiso”, que fueron guía para todos los comandos que en algún momento compartieron con él en esa unidad de lucha contra el narcotráfico.

“Nos formó, nos lideró, nos ayudó. El sentimiento de respeto es grande (…) Todos queremos decirle gracias. Gracias por lo que hizo, por el legado que está dejado. Porque acá vamos a continuar en la lucha, cumpliendo la misión. Por Colombia, Por nuestra Policía. Mi primero, gracias”, se escucha en el homenaje.

Ávila, en los últimos días de vida, ha tenido junto a su cama boinas, gorras y chaquetas Jungla. Su piel se erizó cuando vio en el video a sus pupilos haciendo honores en su nombre: “Honor y Gloria. Por siempre Jungla”.

Vea acá, la historia completa, esta fue su entrevista en exclusiva con SEMANA: