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Ballena azul: El aterrador juego de la muerte

SEMANA explica en qué consiste y cómo prevenir la diabólica tendencia en redes sociales, que incita al suicidio a los adolescentes y tiene alarmado al mundo.

29 de abril de 2017

Las redes sociales otra vez son noticia. Ahora porque han vuelto a mostrar su lado más oscuro, lo que tiene alarmados a padres de familia, profesores y a las autoridades en Europa y gran parte de América Latina. La razón es el descubrimiento de un ‘juego’ promovido por canales de internet, que incita a los adolescentes a suicidarse. No se trata de un asunto menor. Ya varios han muerto en algunos países incluido Colombia, que no ha escapado a esta macabra tendencia que se ha vuelto viral.

 El asunto llegó como un tsunami y tomó por sorpresa a muchos en esta parte del mundo. El tema estalló en la lejana Rusia. Hace varios meses, diversos medios de ese país informaron sobre una extraña racha de suicidios de adolescentes entre los 10 y los 17 años de edad. Calcularon que la cifra de víctimas podría rondar las 150, tan solo entre 2016 y comienzos de este año. De acuerdo con los reportes las muertes estaban ligadas a Vlontakte, la red social rusa similar a Facebook. Por allí se creaban diversos grupos anónimos a los que se unían decenas de jóvenes para participar en lo que llamaron el reto de la ballena azul. El nombre de este macabro reto provendría de la decisión que toman esos gigantescos animales de encallar en las playas para morir.

La perversa práctica consiste en cumplir 50 retos en 50 días. Los adolescentes deben realizar una serie de tareas que les son ordenadas por ‘el curador’, una especie de administrador del grupo que va dando las instrucciones. Los primeros pasos son desafíos aparentemente inofensivos como dibujar una ballena o contactar a otro integrante del grupo. El adolescente debe enviar fotos o videos como prueba de que ha cumplido y recibe nuevas ‘misiones’. A medida que avanzan cada vez son más siniestras y retorcidas.

Cada vez son peores: escribir en un brazo y una pierna “F57” con un cuchillo o navaja. Levantarse a las cuatro de la madrugada y ver películas de terror y responder las preguntas del ‘curador’ para verificar que efectivamente su víctima vio el filme que le indicó. Cortarse los labios, pincharse con agujas las manos o hacer algo doloroso o que le cause alguna enfermedad son parte de esos retos. Subir y permanecer durante horas en cornisas o puentes. Finalmente, el último reto consiste en saltar de un edificio o suicidarse por otros métodos. Aquellos que se rehúsan a continuar en el juego reciben chantajes del ‘curador’, quien los presiona con la amenaza de asesinar a los familiares si no siguen adelante. Aprovecha que en la etapa de reclutamiento los adolescentes han publicado y entregado una gran cantidad de información sobre sus familias y amigos.

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A finales del año pasado las autoridades rusas arrestaron a Philippe Budeikin, un ruso de 22 años de edad, al comprobar que había creado varios grupos en redes sociales en los que hizo que al menos 15 niños y adolescentes se suicidaran. Parecía un asunto local en Rusia. Sin embargo, como suele ocurrir con muchos temas en internet y redes sociales, se extendió rápida y silenciosamente hasta cruzar el Atlántico.

Hace dos semanas una profesora de Buga se comunicó con el Centro Cibernético Policial de la Dijín. Preocupada le contó a los oficiales que algunos alumnos suyos le habían comentado que estaban participando en esos juegos. Hasta ese momento, las autoridades desconocían el tema. Los investigadores realizaron un primer barrido y descubrieron en Colombia varios grupos en los que estaban inscritos decenas de menores, quienes, utilizando la red social Facebook, participaban en el tema de la ballena azul. Pero quizás lo que más aterró a los peritos informáticos fue descubrir que el macabro juego ya había dejado víctimas en el país.

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El primero de ellos, un joven de 14 años, se ahorcó el 30 de marzo pasado en el garaje de su casa en Bogotá. Algo similar ocurrió el 18 de abril a una menor de 13 años, quien, con ese mismo método, se quitó la vida en Cúcuta. Los familiares de estos dos adolescentes confirmaron que solo después de la tragedia se dieron cuenta de que los menores habían participado en el reto de la ballena azul. La Dijín y la Fiscalía empezaron a investigar otros casos ante la alta sospecha de que estaban relacionados con ese terrorífico juego.

La Dijín por medio de la Interpol emitió una circular morada para ser difundida en 190 países. Esta se utiliza para alertar a los cuerpos de Policía de esa organización sobre la existencia de nuevas tendencias o amenazas criminales, especialmente contra menores. Lo que ocurrió después demostró la dimensión del problema.

Policías de México, Costa Rica, Brasil, Uruguay, Chile, Brasil y Argentina se comunicaron con sus colegas en Colombia para solicitar apoyo tecnológico y rastreos de cuentas, ya que tenían la sospecha de que ese oscuro juego también los había invadido. Y fue así. Los brasileños reportaron diez casos de suicidio y ocho intentos. Los mexicanos y uruguayos también encontraron muertes ligadas a ballena azul. Las alarmas se encendieron a lo largo de América Latina.

En Colombia los expertos de la Dijín dieron el primer paso para identificar y solicitar a Facebook cancelar las cuentas y los grupos que actuaban en el país. A comienzos de la semana anterior los peritos detectaron seis grupos de estos. En tan solo uno de ellos había más de 3.000 cuentas de usuarios, lo que evidencia la dimensión de la amenaza.

El siguiente paso fue tratar de ubicar en dónde estaba el administrador de esos grupos, el encargado de reclutar a los menores y darles las órdenes. El objetivo era arrestarlo y judicializarlo por el delito de inducción o ayuda al suicidio, que contempla una pena de dos a seis años de prisión. La búsqueda de estos delincuentes llevó a establecer que quienes manejan estos grupos están por fuera del país, en México, Perú y Argentina. Con autoridades de esas naciones los investigadores colombianos están adelantando las pesquisas para detenerlos.

“La Policía tiene todas las capacidades y los expertos para trabajar nacional e internacionalmente para ubicar en cualquier lugar del mundo a los responsables. Y eso es lo que estamos haciendo. Sin embargo, es importante hacer un llamado a los padres de familia y a los colegios para estar atentos de los menores ante este fenómeno” (ver recuadro), afirmó a SEMANA el director de la Dijín, general Jorge Luis Vargas.

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“El gran problema es que no se trata de una organización con un jefe y subalternos que cumplan órdenes. No hay una estructura. En cualquier lugar un sociópata de estos arma un grupo y comienza a reclutar menores y a dar instrucciones para que se quiten la vida”, explicó un experto de la unidad de cibercrimen. “Cuando empezamos a bloquear las páginas y los sitios relacionados con la ballena azul algunos simplemente crearon grupos nuevos con otros nombres con el mismo fin. Igual los tenemos identificados y también los estamos persiguiendo y bloqueando”, concluye.

A medida que se fue conociendo la existencia de esta enfermiza tendencia en diversas regiones del país, profesores y padres de familia empezaron a identificar las señales de alerta. Hacia el final de la semana ya se conocía una docena de nuevas denuncias. La Dijín junto con la Fiscalía y Medicina Legal crearon además un grupo de trabajo interinstitucional que ha empezado a revisar casos de suicidios de jóvenes para determinar si están relacionados con este ‘juego’.

“Todos conocemos casos como el de la ballena azul. Por esta razón hacemos una vez más el llamado a los papás y las mamás, para que estén alerta y tomen todas las medidas y ejerzan los controles para evitarlo”, afirmó la directora del ICBF, Cristina Plazas. Por ahora lo cierto es que, mientras las autoridades tratan de bloquear estas páginas y perseguir a quienes las promueven, la recomendación de la funcionaria es la medida más efectiva para evitar que más niños sean víctimas de este aterrador juego de la muerte, que tiene con los pelos de punta, literalmente, a medio mundo.

Señales de alarma

La Policía hace algunas recomendaciones para detectar y evitar que los niños y adolescentes caigan víctimas de este y otros juegos perversos en las redes sociales.

1 Explique a los niños y adolescentes los riesgos de grupos cerrados en redes sociales que atenten contra su integridad física o psicológica.

2 Detecte comportamientos extraños que se salgan de la rutina diaria de sus niños o adolescentes, como levantarse a la madrugada, no dormir o pasar noches enteras viendo películas de horror.

3 Identifique marcas inusuales en el cuerpo de los menores, como imágenes de la ballena o heridas provocadas por ellos mismos. También si realizan preguntas extrañas sobre formas de morir o suicidio.

4 No permita que los niños o adolescentes a su cargo planeen encuentros con desconocidos a través de redes sociales.
5Se ha determinado que las víctimas son aceptadas en estos grupos cerrados por la cantidad de información que publican en redes sociales. Controle y evite que los menores publiquen datos personales o familiares.

6 Configure las opciones de privacidad de sus redes sociales, para que desconocidos no accedan a su información.

7 Los administradores de estos grupos realizan ingeniería social muy precisa para poder manipular a sus víctimas con la información disponible en sus perfiles. Los delincuentes usan esos datos para amenazar a los menores y forzarlos a hacer lo que se les ordena.

8 Oriente a sus hijos para evitar que asuman retos promovidos vía internet.

9 Las instituciones educativas, profesores y padres de familia deben promover que los menores usen responsablemente las posibilidades de internet. También deben estar atentos a señales como cambios inexplicables de comportamiento.

10 Ante cualquier sospecha o inquietud comuníquese y denuncie a @caivirtual o caivirtual.policia.gov.co.