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| Foto: Ilustración: Jorge Restrepo - semama

POLÍTICA

Clara y Marta, las chicas superpoderosas

¿Qué futuro les espera a Clara y Marta Lucía, las dos mujeres revelación de la política?

23 de agosto de 2014

Las elecciones de 2014 serán recordadas por varias razones. Una de las menos visibles por la opinión es el buen desempeño en las urnas de dos candidatas presidenciales: Marta Lucía Ramírez del Partido Conservador y Clara López del Polo Democrático. Desde el tercer lugar de Noemí Sanín en 1998, no le había ido tan bien no a una sino a dos mujeres en la contienda hacia la Casa de Nariño. Cuatro millones de colombianos, el 30 por ciento de la votación, apostaron por la carta azul o la amarilla en primera vuelta. Pasada la campaña y definido el gabinete, ¿qué caminos seguirán estas dos figuras de talla presidencial?

A pesar de venir de orillas ideológicas opuestas, las dos dirigentes regresan al ruedo con la intención de sacarle jugo a ese respaldo electoral. El problema es que ambas son las manzanas de la discordia dentro de sus partidos; López por apoyar a Santos y Ramírez por irse con Zuluaga. Les queda por lo tanto el enorme desafío de unificar sus partidos y superar las peleas internas de cara al Congreso y a las elecciones regionales de 2015.

Limar esas asperezas, mantener sus liderazgos vigentes y seguir enamorando a la opinión pública son los retos inmediatos de ambas, pues el éxito de la primera vuelta no dura por sí solo. Estas son las cartas que se jugarán las dos excandidatas presidenciales en los próximos años:


La alcaldía de Bogotá está Clara

Una cosa quedó confirmada en la capital de la República luego de la primera vuelta: el estigma del carrusel de la contratación no acabó políticamente al Polo Democrático. Su candidata Clara López obtuvo la segunda mejor votación en la capital (501.302 votos) y se convirtió en una aliada clave para la reelección de Santos. Su apoyo abierto le ayudó al presidente a recuperar en segunda vuelta a Bogotá. La campaña de este año posicionó a la exalcaldesa dentro del abanico de aspirantes a suceder a Gustavo Petro. De acuerdo con la última encuesta del Centro Nacional de Consultoría, publicada el 21 de julio, Clara encabeza las preferencias en intención de voto para la Alcaldía con el 27 por ciento, por encima de Marta Lucía Ramírez (16 por ciento), Rafael Pardo (13 por ciento) y Angelino Garzón (10 por ciento).

Ese desempeño ha aumentado la cotización de López para las elecciones a la Alcaldía de Bogotá del próximo año. Pero en ese camino se interponen las actuales peleas internas de su partido, el Polo Democrático. La decisión de Clara de respaldar con entusiasmo la reelección de Santos no cayó nada bien dentro de algunos sectores polistas, especialmente los cercanos al senador Jorge Enrique Robledo. Tanto así que en una carta pública el jefe del Polo en el Congreso señaló que la excandidata violaba los estatutos del partido y que enviaba un mensaje confuso a sus seguidores. Para los críticos de López, lo que ella ganó en primera vuelta, lo perdió en la segunda. Esa visión no es unánime. “Clara salió fortalecida de esa contienda y la prueba de eso es que hoy es la cabeza más visible y respetada dentro del Polo” afirma el senador Iván Cepeda.

Ante estas fricciones internas, la excandidata se ha dedicado a rearmar sus bases y a mantener el respaldo en las regiones. “He estado dando las gracias, reorganizando y proyectándonos en tres puntos específicos: proceso de paz, refrendación del acuerdo y elecciones del próximo año” le dijo Clara a esta revista. Además está pendiente el cuarto congreso del partido, que se planea para antes de diciembre y que será definitivo para determinar el rumbo de esa colectividad.

También está sobre la mesa la postura frente a la paz. La excandidata amarilla señaló que “en caso de que se llegue a firmar la paz, el Polo debe reconsiderar su posición de no participar en el gobierno.” Esta postura no cae muy bien dentro de muchas tendencias de ese partido que esgrimen con orgullo las banderas de la oposición a Santos.

Lo que sí pudo confirmar SEMANA es que los ojos de Clara están puestos en el Palacio de Liévano. “Mucha gente me está planteando la Alcaldía de Bogotá. Hay respaldo alrededor de esa posibilidad. Y yo desde luego la veo con mucho entusiasmo” dijo la dirigente. Es apenas lógico que ese sea su destino. Clara sabe que su fuerte es la capital, que es conocida por haber sido alcaldesa en 2011 y que la izquierda necesita mantener esta valiosa plaza en las elecciones locales de 2015. Todos estos factores apuntan a una candidatura competitiva para el próximo año.


Marta Lucía para 2018

A Marta Lucía Ramírez le fue mejor de lo que muchos imaginaban. Con 2 millones de votos y un tercer puesto en la primera vuelta, la exministra de Defensa regresó al conservatismo a los primeros puestos en una campaña presidencial. Una candidatura que surgió como una insurgencia de las bases contra los congresistas azules santistas terminó por proyectar a la exsenadora como una importante figura de la oposición. No obstante, su presencia en el tarjetón y su adhesión a Óscar Iván Zuluaga fracturaron las huestes conservadoras. Para Marta Lucía, los azules deben buscar luz propia en el Congreso y ganar independencia frente a la Casa de Nariño, algo muy difícil de lograr ante la atracción de la mermelada.

Desde el triunfo de Santos, Ramírez se ha movido por su cuenta. Luego de tomarse unos días de descanso, regresó a darle la vuelta al país para mantenerse activa en las regiones y cuidar sus votos. Además, como miembro del Directorio Nacional del partido, ha estado presente en las reuniones y ha hablado con varios congresistas para incluir sus proyectos de campaña en la agenda legislativa. Y también ha estado conversando con el gobierno. El presidente Santos la invitó hace unos días a Palacio a hablar del proceso de paz. Ramírez le recomendó ponerle freno a la arremetida guerrillera de las Farc y le envió una carta en la que le reiteró su posición de que haya negociación, pero con condiciones.

Aunque algunos creen que el camino más lógico para mantenerse vigente y cobrar su buen desempeño electoral es la presidencia del Partido Conservador, Marta Lucía le confirmó a SEMANA que no está detrás de ese cargo. “No estoy aspirando a la dirección a pesar de que tengo todo el día llamadas que me piden asumir las riendas.” En su lugar está apoyando la candidatura del representante a la Cámara David Barguil, quien lideró el grupo de parlamentarios que la ayudó en su campaña. De ganar el congresista por Córdoba, Marta Lucía tendría un mayor espacio con la cúpula de los azules que le ayudaría a mantener su liderazgo en la opinión pública.

A pesar de su sorprendente resultado electoral en Bogotá y el surgimiento de un bloque de votos de derecha en la capital, a Ramírez no le interesa la Alcaldía. Su mirada sigue puesta en la Casa de Nariño. “No me cabe duda de que Marta Lucía aspirará a la Presidencia de la República”, dice Omar Yepes, expresidente del conservatismo. A pesar de que varias veces ha dicho que no es su obsesión, su nombre está desde ya incluido en el abanico de aspirantes conservadores para las elecciones de 2018.

Así que mientras Clara le apuesta a una meta más próxima y con un trabajo ya abonado en la capital, Marta Lucía se la juega por un reto más difícil dentro de una colectividad dividida y que se acerca a Santos. Sea para 2015 o 2018, las dos sorpresas de la pasada campaña presidencial han empezado a girar parte del capital político que ganaron en las urnas.