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RELACIONES EXTERIORES

Colombia y Ecuador vuelven a la diplomacia

Tras cuatro días de intensas negociaciones en Nueva York, los gobiernos anunciaron que volverán a tener encargados de negocios en Quito y Bogotá desde octubre.

Alianza BBC
25 de septiembre de 2009

“El Canciller del Ecuador y el Canciller de Colombia nos sentimos complacidos de poderle comunicar a la opinión pública de los dos países, que se ha decidido iniciar un proceso de diálogo directo, con el propósito de lograr la normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos países”, dijo el ministro colombiano, Jaime Bermúdez.

A su turno, el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, subrayó “la necesidad de construir una visión positiva de aquí para adelante, que marque un fortalecimiento de lo que nuestros pueblos desean fundamentalmente”.

El anuncio fue muy bien recibido por el ex canciller colombiano Augusto Ramírez Ocampo y por el analista internacional Gabriel Misas, de la Universidad Nacional de Colombia, con quienes dialogó BBC Mundo.

18 meses de tensiones
El acuerdo comienza a ponerle fin a 18 meses de tensiones que se originaron a raíz del bombardeo colombiano en territorio ecuatoriano, donde se dio muerte a Raúl Reyes, el número tres de la guerrilla delas Farc.
 
Eso originó el rompimiento de relaciones diplomáticas por parte de Ecuador el 3 de marzo de 2008.

Entonces comenzó un pugnaz cruce de acusaciones entre ambos gobiernos, relativas, en buena medida, a las Farc.

Los acuerdos, anunciados por los cancilleres, se lograron en buena parte gracias a la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter.

Los dos cancilleres firmaron un comunicado de once puntos, donde hay dos reiteraciones fundamentales para los dos gobiernos y los presidentes Rafael Correa, de Ecuador, y Álvaro Uribe, de Colombia.

Por un lado, “el gobierno de Colombia reitera su compromiso que no realizará operaciones militares o de seguridad en territorio ecuatoriano”.

Y, por otro, “el gobierno de Ecuador reitera que no tolera ni tolerará la presencia de grupos armados irregulares en su territorio y que cualquier incursión armada será repelida, de ser necesario, incluso por la fuerza”.

Por ahora seguirán, en La Haya y Washington, los procesos judiciales iniciados por Ecuador contra Colombia, por los supuestos daños por las fumigaciones en la frontera de cultivos ilícitos y la muerte de un ciudadano ecuatoriano durante el bombardeo contra Raúl Reyes.

Adicionalmente, mientras el gobierno de Colombia se mantiene en que no acepta la competencia de la justicia ecuatoriana para investigar funcionarios o exfuncionarios suyos –por el mismo bombardeo-, el de Ecuador expresó que respeta la autonomía de su sistema judicial.

También, los dos gobiernos se comprometieron a reactivar la Comisión Binacional de Frontera “y ampliar los mecanismos de coordinación y comunicación entre las autoridades civiles, militares y de policía”.

Ese punto se considera fundamental para tramitar los incidentes y mejorar el diálogo entre las autoridades de los dos países, que estaba prácticamente roto por la inexistencia de relaciones diplomáticas.

"No pudo ser mejor"

“El comunicado no pudo ser mejor ni más completo, porque se abordaron todos los temas que estaban pendientes”, declaró a BBC Mundo el ex canciller colombiano, Augusto Ramírez Ocampo.

Según el experto, el comunicado logró “superar varios de los problemas que dieron origen a las desavenencias entre los dos países”.

El profesor Gabriel Misas, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia, Iepri, celebró el acuerdo y destacó el papel jugado por el Centro Carter desde 2008.

“Yo, sin embargo, lamento que este acuerdo no se hubiera alcanzado antes, pero entiendo que la “doctrina Santos (del ex ministro colombiano de Defensa), de perseguir “terroristas” en cualquier territorio, demoró las cosas”, declaró Misas a BBC Mundo.

De acuerdo con el profesor, “en ese escenario es mejor empezar por tener encargados de negocios en lugar de embajadores, teniendo en cuenta que aún hay tantos contenciosos entre los dos países”.

Relaciones a nivel de encargados de negocios significa un escalón menos que a nivel de embajadores, pero, en la práctica, es la reanudación de vínculos diplomáticos.