Las sentidas palabras del comisionado Beristain a la familia de Ángela Salazar

La comisionada Ángela Salazar perdió la batalla contra la covid-19 este viernes, 7 de agosto, tras una semana de hospitalización por la gravedad de sus síntomas. La noticia fue divulgada en horas de la mañana por la propia Comisión de la Verdad que la describió como una "defensora permanente de la igualdad", con especial énfasis en los derechos de las mujeres.

Oriunda de Tadó, Chocó, la mujer impulsó las causas de los trabajadores bananeros y las empleadas domésticas; pero además se convirtió en la voz de la comunidad negra y palenquera del país.

Distintas organizaciones sociales y líderes enviaron un mensaje en solidaridad a la familia de Salazar, de 66 años, pero uno de los más sentidos, quizá, fue el del también comisionado Carlos Beristain, quien es el único integrante de la organización de origen extranjero. Además, es médico y psicólogo y especialista en atención a víctimas de diferentes delitos a nivel mundial.

En sus palabras, Beristain recordó que el primer encuentro que tuvo con la chocoana fue en Urabá, en 1997, durante un taller de mujeres viudas que expresaron sus vivencias para, juntas, superarlas. "El trabajo psicosocial se convirtió luego en un hilo invisible que volvió a juntarnos varias veces, con el movimiento de mujeres, con los manuales de apoyo, con las comunidades afro", escribió.

Salazar solía decir, según recuerda el comisionado, que tal vez era "bruta", por no decir las cosas con el lenguaje articulado que otros usaban. Pero Beristain resalta que ella no necesitaba muchas palabras para transmitir un mensaje transformador.  "La actitud de escucha y la mirada es donde está lo importante. Lo importante es la gente", fue la enseñanza que le dejó.

Igualmente, el comisionado recordó el encuentro que sostuvieron luego de un viaje Antofagasta, Chile, cuando se divirtieron en una celebración organizada por las asociaciones comunitarias.

"Era un 20 de julio, porque en esa favela, una de las asociaciones comunitarias había organizado una fiesta.  O sea, música y algo de tomar, el resto lo pusiste tú, y yo me pegué a ese baile encendido. Tengo fotos que dan su testimonio, pero son esas memorias pegadas al cuerpo que nos acompañan toda la vida, las que lo certifican. Como esas heridas de las que quedan cicatrices, hay historias lindas que se quedan en el cuerpo".

Finalmente, Beristain dice que el dolor por la partida de Salazar es tan grande que se niega a "taparlo con recuerdos", porque ese sentimiento es también su presencia. "Apenas ayer, después de los saludos y abrazos, y de preguntarte como estabas, empezaste a hablarme de lo étnico en la comisión, de la importancia de que lo afro se vea en las regiones. Yo te decía, ya hablamos cuando te recuperes. Pero tenías prisa. Con esa tozudez campesina también yo te abrazo. Seguiremos esa lucha tuya, nuestra, solo si nos dejas esta cicatriz de vida, nada de despedida", agregó.