¿Cómo afectaría a Colombia el despliegue naval de EE.UU. hacia Venezuela?

En medio de una crisis sanitaria sin precedentes la tensión entre Estados Unidos y Venezuela no ha hecho sino aumentar. El presidente Donald Trump anunció operaciones antinarcóticos en Centro y Suramérica, enfocadas en el régimen de Nicolás Maduro, porque considera que los carteles de droga van a aprovechar la pandemia para aumentar el envío hacia Estados Unidos. Esto significa que hay un despliegue naval con buques de guerra cerca de la costa de Venezuela.

Por supuesto, Colombia con sus 2.200 kilómetros de frontera recibe las consecuencias de lo que suceda con la crisis venezolana. ¿Cómo afectará a Colombia el despliegue naval? Este fue uno de los temas que se analizaron en Semana en vivo.

Para la analista internacional Laura Gil el despliegue naval es un nuevo episodio que hace parte de un “edificio jurídico para una intervención” que Estados Unidos estaría preparando. Esto porque Estados Unidos acusó a Maduro y a su círculo de poder más cercano de tráfico internacional de drogas. “La imputación de cargos sirve para la argumentación jurídica de la intervención armada, cualquier forma que ella tiene, eso es parte de la construcción de ese edificio jurídico, que se podrá usar o no. Los barcos están en frente de la costa, puede ser que no este el apetito de Estados Unidos en este momento, pero en términos discursivos la imputación de cargos sirve para eso”, explicó Gil.

Por el momento, solo hay hipótesis sobre las consecuencias que este movimiento trae. Maduro solo ha dicho que "es una manipulación horrorosa, miserable de Donald Trump para tratar de desviar la atención", que está en año electoral. Sin embargo, analistas temen que el aumento de la presión no derive en una salida negociada -como propuso Estados Unidos previamente sin Maduro ni Guaidó- sino en una confrontación que cobre muchas vidas.

“Todos sabemos que Maduro no va a decir yo me alejo y aquí les entrego un gobierno de transición. Juan Guaidó es el presidente legítimo pero en el papel, y Maduro es el presidente ilegítimo pero en ejercicio. En este momento hay que elegir si salvamos vidas o un principio. EE.UU. se fue por el lado principista, yo lo que me pregunto es cuántas vidas nos costará”, dijo la politóloga Laura Gil.

Para Ronal Rodríguez, investigador y vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, asegura que no es el momento para ejercer tal presión sobre Venezuela en medio de una pandemia. “Si la idea era aprovechar la debilidad estructural que tiene el régimen de Maduro para lograr salir de él lo que se va generar es que la transición de la democracia en Venezuela no va a contar con el apoyo internacional, no van a haber países que puedan mandar contingentes para elecciones para apoyar el proceso de construcción institucional. Sin ese apoyo el régimen puede llegar a utilizar la violencia, lo cual generaría para Colombia aún más desplazamiento venezolano”, explicó.

Esto porque Rodríguez considera que Maduro ha demostrado ser un “dictador que no tiene miedo en utilizar su poder para castigar a la población venezolana (…) ha instrumentalizado la crisis sanitaria”. Advierte que al verse arrinconado Maduro va a utilizar la crisis del coronavirus contra Colombia. "Este es un régimen que ha amenazado al gobierno colombiano y quiere en cierto sentido desestabilizar a Colombia, porque cree que así puede llegar a generar algún espacio mayor de resistencia y esa es mi preocupación".

Sin embargo, desde el autodenominado gobierno interino de Juan Guaidó no se ve el mismo panorama. Tomás Guanipa, embajador de Venezuela en Colombia, aseguró que esta “es una oportunidad de reflexión para el régimen de Nicolás Maduro”, para buscar la salida negociada. Guanipa considera que el principal responsable de no llegar a una intervención es Nicolás Maduro. Además, explica que este es justo el momento en que Venezuela más necesita que se dé una transición para atender la crisis sanitaria por coronavirus.

La senadora María del Rosario Guerra (Centro Democrático) también considera que no es un mal momento para aumentar la presión sobre el régimen. "Para muchos nunca va a ser el momento, pero lo que es una realidad es que los narcotraficantes no paran de hacer sus negocios (...) Yo aspiro a que con la presión sea la salida (para no llegar a la intervención)", aseguró.

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