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Este municipio del suroeste antioqueño ha sido tradicionalmente cafetero y cultural, nunca ha tenido minería. | Foto: Catalina Mesa vía ARCADIA

Minería

Crece la tensión por minería a gran escala en Jericó, Antioquia

Este lunes los funcionarios de Anglo Gold Ashanti llegaron al municipio acompañados de la fuerza pública para realizar exploraciones mineras, pasando así por encima de un acuerdo municipal que prohibe dicha actividad. Esta disputa económica ha empezado un sisma político y social.

14 de mayo de 2019

Desde el domingo en la noche los habitantes de Jericó supieron que la multinacional Anglo Gold Ashanti volvería al municipio para continuar con las exploraciones de minerales en la montaña que se levanta a un lado del río Cauca, pasando así por encima del Acuerdo Municipal 010 de 2018 que sigue vigente y que en este momento revisa el Tribunal Administrativo de Antioquia. Por redes sociales circuló la información en la que se aseguraba que los funcionarios llegarían, además, acompañados por la Policía, el Ejército y el Esmad, lo que terminó siendo cierto este lunes a las 11:15 de la mañana y que tenía a medio pueblo en vilo. Varias docenas de campesinos llegaron a la vereda Vallecitos para enfrentarse a lo que consideraban un ataque frontal a la institucionalidad.

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Para evitar una confrontación de grandes proporciones —y las partes se han visto las caras y todo ha terminado en tensión y en el uso de la fuerza por parte de la Policía— el alcalde Jorge Pérez llegó al lugar y habló con los directivos en territorio de la mina Quebradona —como se llama el proyecto de AGA— para que no pasaran por encima de las órdenes impartidas por el Concejo Municipal, recomendación que fue acatada después de más de tres horas de ires y venires, quedando consignado que la minera no intentará la exploración hasta que el Tribunal se pronuncie.

“Es lamentable la actitud de la multinacional minera, pues ellos saben que el acuerdo aun está vigente y que no hemos conocido el fallo del Tribunal Administrativo de Antioquia, pero ellos obvian eso. Ellos van a la vereda Vallecitos con el Esmad, la Policía, el Ejército y esa no es la manera, son campesinos, quienes están allá no son delincuentes”, le dijo el alcalde a SEMANA.

Y es que la disputa en Jericó es de grandes poderes, pues la tierra en la que se explotaría el mineral pertenece por partes iguales a campesinos tradicionales de la región y a empresarios poderosos de Medellín: accionistas, dueños y gerentes de empresas que hacen parte, por ejemplo, del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA). Como si fuera poco, la preocupación de muchos es que la región nunca ha sido minera, siempre ha sido agrícola y ganadera, sin contar la enorme tradición cultural que posee, y  es todo esto lo que temen perder los paisas.

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El diputado Norman Correa aseguró que AGA llegó para dividir al pueblo, pues allí se quieren dedicar a la cultura, el turismo y la agricultura sostenible: “Es muy distinto el paisaje de un campesino con su sombrero, con su mula, con su zurriago, con su carriel, con su poncho, al paisaje de un minero con su casco, sus botas, su overol, su camioneta y su dinamita, en el suroeste no queremos minería”. Sin embargo, la explotación de cobre parece exacerbar las ambiciones de empresas de Medellín que encontrarían en dicho mineral y en dicho movimiento eeconómico fuentes de ingresos.

Sobre los altercados de este lunes el gobernador Luis Pérez —quien ha asegurado en varias oportunidades y otros contextos que las regiones deben seguir sus vocaciones productivas—dijo: “Como ese acuerdo está vigente, el señor alcalde tiene toda la autoridad de hacer control de la minería a gran escala, entonces ahí se nos presentó un pequeño choque de trenes y tendremos que esperar a que el Tribunal de Antioquia diga si el acuerdo está vigente o no”.

Pero el panorama es incierto, pues los intereses son muchos y han movido la política local, pues el suroeste antioqueño es uno de los botines del Centro Democrático, partido que nunca ha perdido una elección en la zona y donde el presidente Ivàn Duque arrasó en campaña. Y como si fuera poco, en la región nació el expresidente Álvaro Uribe Vélez, así que el CD se debate entre su apoyo a la expansión minera y el cuidado de un puñado de votos que no le caen nada mal.

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Justo en medio de esta disputa, el expresidente Uribe tuitió el 7 de abril un video de 13 minutos hecho por la oposición minera y en el que se explica por qué —según su visión— a Jericó no puede llegar la minería. El trino estuvo acompañado de las siguientes palabras: “Jericó y Suroeste, preservar el verde, potenciar los proyectos verdes, no a la minería”. Toda una sorpresa para sus seguidores, pues fue el gobierno Uribe el que más licencias ha otorgado en la historia de Colombia.

Justo Juan Camilo Nariño, expresidente de AGA y ahora presidente de la Asociación Colombiana de Minería, le contestó: “Presidente, el desarrollo de Colombia y de nuestros municipios sólo se alcanzará potencializando de manera armónica todos los sectores económicos. No es responsable dejar a un lado oportunidades económicas, sobre todo dándole credibilidad a inexactitudes y mentiras”. La polémica pasó de agache, sin embargo, se sintieron los golpes bajos entre aliados. Y es que un sector del Centro Democrático si ha apoyado la minería en Jericó: el de los paolos, liderado por la senadora Paola Holguín, que en las últimas semanas ha guardado silencio con el tema por obvias razones.

Razón tiene el alcalde Pérez al decir: “No es fácil porque en esta lucha de poderes nosotros estamos en una inferioridad muy notoria, somos un municipio de sexta categoría donde la mayoría de los jericoanos estamos en contra de  la actividad minera pero por encima tenemos la voluntad de la secretaría de Minas de Antioquia que promueve la minería, el ministerio, la Agencia Nacional Minera y lo que dice el presidente Duque sobre que la única salida económica que tiene el país es la explotación de los recursos, eso no es cierto, el tendría que revisar el verdadero potencial del país. Hay que mirar la potencialidad de producir alimentos, la biodiversidad, el turismo. A veces vemos complicada esta puja, pero estamos parados en un marco legal, nos amparamos en el acuerdo 010; aspiramos que cuando estas confrontaciones jurídicas se agoten todos los colombianos se levanten para proteger los territorios”.

Y es que las tensiones han aumentado en las últimas semanas, pues en la Audiencia Pública realizada el pasado 12 de abril en Jericó, AGA se quejó de que se le había impedido el buen desarrollo de su posición, hecho que fue condenado hasta por Héctor Abad Faciolince en su columna de El Espectador. Sin embargo, los opositores se quejaron porque un directivo de AGA se había tomado más del doble del tiempo permitido para las intervenciones.

Sobre la audiencia, AGA le dijo a SEMANA: “Hemos participado y seguiremos participando en todos los escenarios en los que nos inviten y en los que se nos permita explicar el significado de la minería responsable, bien hecha y con el firme propósito de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades donde nos encontramos. El diálogo no solo es nuestra insignia sino un aprendizaje adquirido de lo que se conoce como ‘el Espíritu Jericoano’ (…)”. Además, sobre las tensiones de poder dijeron: “Hemos dicho que las diferentes posiciones sobre la minería tienes orígenes y explicaciones que son muy diversas. Desde luego no nos corresponde a nosotros opinar sobre las decisiones que tomen al respecto los partidos o las organizaciones políticas, o las posiciones que adopten quienes los representan”.

Mientras tanto, se sabe que en el próximo mes, AGA tramitará ante la Anla la licencia ambiental del proyecto, lo que ya tiene con los ánimos crispados a los pobladores, pues la licencia social del proyecto parece que no es de consenso total en Jericó.

La Mesa Técnica del Suroeste de Antioquia, organización que apoyó las actividades institucionales y comunitarias para oponerse a la perforación de la montaña por parte de AngloGold Ashanti, celebró la suspensión de las actividades en el municipio. “Existe un amplio consenso por parte de comunidades, empresarios, colectivos y autoridades de que Jericó es un territorio autosuficiente, rico y sostenible que cuenta con fuentes importantes de desarrollo que pueden verse seriamente afectadas por la operación minera, lo que nos ha llevado a determinar que la extracción no representa un buen modelo de negocio para Jericó”, dijo Claudia Vásquez, Directora de la Mesa Técnica en un comunicado.