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EL ACUSADO

El teniente coronel Alvaro Hernán Velandia niega su vinculacion al MAS y denuncia que fue objeto de una acusación ligera.

2 de mayo de 1983

Armando Calle fue detenido en mi batallón, a raíz de interrogatorios practicados a dos elementos de las FARC. Ellos fueron detenidos por extorsión. Nos empezaron a colaborar y nos suministraron información según la cual el dirigente sindical Armando Calle, quien manejaba las cuentas corrientes del Banco Ganadero, tenía vinculación con Andrés Sarmiento, alias "Argemiro", jefe de un comando guerrillero de las FARC. Lo llamamos y los interrogamos. Pero ese sujeto no aportó ningún dato a la investigación. No encontramos pruebas fehacientes que lo comprometieran. Siguiendo nuestros procedimientos, le hicimos un exámen médico y expedimos una constancia de trato, lo cual nos permite evitar que surta efecto una de las tácticas de la subversión: pasar de acusados a acusadores. Se lo dejó en libertad, pero se le exigió que se presentara semanalmente en el batallón.
La noticia se regó como la pólvora. Aquí vinieron directivos del banco para enterarse de la situación. Entiendo que eso le causó un traumatismo a la entidad, que vio disminuir el número de clientes. Era época preelectoral y se calcula que en este sector del Magdalena Medio se alcanzaron a recoger cerca de 250 millones de pesos por concepto de rescates por personas secuestradas, hechos que conoce la opinión pública.
"Eso de las amenazas es falso"
Un tiempo después, en las cercanías de Murillo, al norte del Tolima, yo estaba adelantando un entrenamiento de rutina con el batallón, cuando me enteré de que ese señor había sido maltratado. Posteriormente, se supo que él culpaba al Batallón Patriotas de ser el autor material. A raíz de esto, el Comandante de la VI Brigada ordenó a la Juez 27 de Instrucción Penal Militar que adelantara la investigación correspondiente, con el objeto de clarificar el asunto. Todo se ha hecho con rectitud y objetividad, pero con la peculiaridad de que, en ningún momento, ese señor ha rendido indagatoria o ha ratificado los cargos lanzados a los cuatro vientos a través de los periódicos comunistas. Eso de las amenazas es falso. No es mi sistemá, ni el de información militar.
Esto lo analizo yo como una especie de venganza. No había razón alguna para deshacernos de él. Pero no descarto que en Dorada haya tenido problemas, que la gente a la cual le hizo mal lo haya tenido pendiente. Pero lo que sucedió no obedece a nada que se haya tramado en el batallón.
Esta situación que se está presentando es una estratagema que han planeado para ponernos en tela de juicio; una guerra psicológica que busca enfrentar al Ejército con el pueblo. Nosotros estamos combatiendo los efectos de un fenómeno que obedece a múltiples causas y aunque combatirlos no es la solución, es un paliativo que permite frenar el avance subversivo.
Acusación falsa
La acusación que se me hace de estar vinculado al MAS es una acusación ligera. Adolece de un aspecto fundamental en una investigación: escuchar a las partes. La acusación pública se hizo con base en unas declaraciones o informaciones recogidas en forma unilateral, seguramente de gente interesada en frenar nuestro trabajo para mantener las instituciones, la democracia. En ningún momento se acudió a los canales militares para solicitar información o colaboración en la investigación y posteriormente se calificaron los delitos, estando el proceso en una etapa embrionaria.
Mientras se involucra con ligereza a personal militar, no se sabe que se esté adelantando investigación alguna sobre las personas que crearon el MAS en Antioquia y en el Valle. La organización publicó un aviso en varios diarios, donde afirma que 223 mafiosos del país financiaron el movimiento, contribuyendo con dos millones de pesos cada uno, para combatir el secuestro. Esta organización operó, no sé si aún opera, para suplir las deficiencias que el Estado tiene para mantener la seguridad de una región. Esto puede constituir una prueba fehaciente de asociación para delinquir y, sin embargo, no conozco que se esté adelantando ninguna investigación al respecto. No sé a qué obedezca: intereses personales, institucionales... no sé. No estoy de acuerdo con esa organización, porque el Estado tiene sus propios organismos, encargados de velar por la seguridad, así adolezcan de grandes fallas, de escasez de recursos.
En cuanto a la supuesta organización que quieren atribuir a la institución militar, yo de plano afirmo que es una falsedad. En ningún momento ha operado ni operará en nuestro ejército que es acrisolado en su proceder.
Tampoco ha habido colaboración directa o indirecta.
No he sido escuchado todavía en indagatoria, pero creo que si se obra con imparcialidad va a quedar en alto el nombre de la institución y de quienes la conformamos. Mi carrera militar, sin embargo, tiene un límite. Algún día voy a regresar nuevamente a la vida civil y necesito garantizar una tranquilidad futura para mí, mi esposa y mis hijos, quienes se han visto afectados por estas circunstancias. Se me marcó con una acusación que me acompañará toda la vida, así el resultado de la investigación arroje un veredicto absolutorio.--