El drama de María Eudice, madre de dos militares desaparecidos hace 27 años por las Farc y de quienes nadie da respuesta

María Eudice Hernández de Barrero no puede contener las lágrimas al hablar nuevamente del caso de sus dos hijos militares, que fueron desaparecidos, según ella, por la guerrilla de las Farc entre los años 1997 y 1998.

Hoy, 27 años después, con un proceso de paz vigente entre las extintas Farc y el Gobierno, sigue sin recibir información del paradero de los dos varones que alegraban su vida con sus historias en la milicia.

El drama para María Eudice, madre de cinco hijos comenzó en enero de 1997, cuando su tercer hijo Carlos Alberto Hernández, suboficial del Ejército, quien viajaba en un bus junto con otros dos compañeros, en Doncello, Caquetá, fueron abordados por hombres de las Farc quienes se los llevaron con rumbo desconocido, sin que a la fecha se sepa de su paradero.

Señaló que tocó todas las puertas posibles con el gobierno y la guerrilla, pero hasta el momento todo ha sido en vano. Incluso se atrevió a ir a la que se conoció como zona de despeje para hablar con los jefes de las Farc, quienes no le brindaron ninguna solución.

“Yo fui y allá a Cartagena del Chairá, no nos dieron ninguna información la guerrilla. Allá hablamos con todos y ellos nos dijeron que no lo tenía y hablé con ese Fabián Ramírez que estaba allá, nos dijeron que ellos no lo tenían”, dijo la señora María Eudice, en medio de lágrimas.

Pero como si la tragedia de tener un hijo desaparecido no fuera suficiente, otro de sus hijos, quien también era suboficial del Ejército, decidió retirarse de la fuerza para iniciar la búsqueda de su hermano, pues quería hacer algo para calmar el dolor que estaba sufriendo su mamá por tener a uno de sus hijos desaparecidos.

Es así como Juan José, uno de los mayores de los cinco hermanos, inició la peligrosa travesía para de reconstruir el camino que había recorrido su hermano con el fin de lograr obtener información sobre su paradero y de quienes se loe llevaron en enero del 1997.

Sin embargo, Juan José, tampoco conto con suerte, para la fecha la guerra entre el Estado y las Farc estaba al rojo vivo. La guerrilla arremetía con crudeza con todo lo que tuviera que ver con el verde de la fuerza pública. El 18 de julio de 1998, en Granada, Meta, zona donde delinquía la extinta guerrilla de las Farc fue desaparecido el otro hijo de doña María.

“Al año desapareció el otro (Juan José) y me fui también a buscarlo y tampoco no supe nada. Donde vivía me dijeron que él había salido y que como por allá había mucha guerrilla, que tal vez lo habían llevado por ser militar (...) nunca me dieron información”, señaló la mamá de lo militares, quien aseguró que ninguna autoridad le brindó información.

Agregó que después de seis años de tocar puertas, acudir al Ejército, a la guerrilla, a los organismos humanitarios, la Fiscal del caso que lo llevaba en Bogotá la contactó para informarle que había un guerrillero que tenía información de Carlos, el primero de sus hijos que había desaparecido.

“El guerrillero dijo que era el que había cogido a Carlos y a un sargento y que los habían amarrado y que después de que los habían amarrado los vendaron y que los tenían allá mismo en Florencia, los vendaron para que no se volaran”, señaló María Eudice, quien recordó que el guerrillero les dijo que así los tuvieron durante un mes.

Aferrada a las fotos de sus hijos militares al lado de un cristo que tiene como un altar en su casa, doña María muestra los recortes de prensa de la época con las noticias de la desaparición de los dos hermanos y de otros militares que no regresaron al seno de sus hogares por cuenta de la cruda guerra que se vivía entre el Estado y la guerrilla.

La tragedia para la familia de doña María Eudice no se detuvo con la desaparición de sus dos hijos, Fabián, otro de los hermanos Hernández, murió cinco años después como consecuencia de un cáncer que habría desarrollado por los hechos que vivía su familia.

“Algún día la verdad va a salir a la luz, sea como sea. Puede que estén vivos y si están muertos, poder recuperar sus cadáveres”, clamo doña María Eudice, madre que encarga el drama de la desaparición forzada en Colombia.