¿Piensa De la Calle en una Constituyente?

Falta mucho tiempo para que los eventuales acuerdos a los que lleguen el Gobierno y las FARC en La Habana sean refrendados. Sin embargo, cuando ya se van a cumplir dos años de los diálogos, la posición del jefe negociador Humberto de la Calle parece ser más flexible frente a ese mecanismo.

Este jueves, en un foro sobre el proceso de paz en la Universidad del Rosario en Bogotá, De la Calle sorprendió a muchos cuando aseguró que hay que buscar fórmulas más audaces y creativas para poder refrendar los eventuales acuerdos, al advertir las dificultades que tendría en la práctica un referendo o una consulta popular.

Hace más de un año, De la Calle, en un documento que fue portada en SEMANA, dijo “no” a la constituyente, el mecanismo con el que están jugados las FARC. Y allí mismo dejó entrever que el Gobierno se la jugaría por el referendo.

De hecho, el jefe negociador le pidió al Congreso que habilitara la posibilidad de que un eventual referendo para refrendar los acuerdos que pudieran coincidir con cualquier elección, con el propósito de facilitar la participación.

Pero hoy, De la Calle dejó entrever que esa fórmula quizás haya perdido fuerza y aunque en las fórmulas creativas e imaginativas que reclamó no mencionó la palabra constituyente, esta podría ser la fórmula, pues la Constitución contempla sólo tres mecanismos.

Aparte de esta reflexión, De la Calle también pronunció otras tesis que seguramente pondrán a muchos a pensar. Por ejemplo, ampliar el espectro de los delitos conexos al delito político.

De la Calle, en un mensaje directo a la Corte Penal Internacional, pidió mayor flexibilidad. El mundo y la comunidad internacional deben entender que el conflicto colombiano es inédito y diferente a todos de los que se tenga conocimiento y por lo tanto su negociación y acuerdos en materia de justicia también, según dijo.

También les habló a quienes se oponen a las penas alternativas que no contemplen cárcel para las FARC, explicó que deben estar abiertos a nuevas posibilidades y a cambiar conceptos de justicia transicional.

“Ningún acuerdo como este se ha logrado en vigencia del Estatuto de Roma o la Corte Penal Internacional, sabiendo que no habrá amnistías tenemos que encontrar un enfoque nuevo, esto es, un conflicto vivo donde cada decisión produce efectos, esto es inédito y es un desafío de Colombia, pero también de la comunidad internacional”, precisó.

Finalmente aclaró que para el Gobierno la dejación de armas de las FARC es un inamovible que no va a ser negociado. Por eso reiteró que “no va a haber una paz armada, no es que las FARC vayan a guardar las armas para ver si cumplimos la implementación de los acuerdos, eso no se va a permitir y no está dentro de los temas a negociar”, se comprometió.