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. | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

“Si soy el candidato, en febrero puntearé en las encuestas”

Francisco Santos destapa sus cartas para que la convención uribista lo elija su candidato presidencial.

24 de octubre de 2013

Para ganar las elecciones dentro del uribismo, el ex vicepresidente Francisco Santos Calderón hizo una campaña tan audaz como polémica. Primero fueron las vallas en las que comparó hombres de la talla de Pablo Escobar con los jefes guerrilleros. Después publicó un libro-entrevista en el que arremetió contra su primo Juan Manuel Santos y contó apartes de su vida. Y recientemente se adelantó a inscribir un comité de firmas con un nombre distinto al del Uribe Centro Democrático para que respaldara su candidatura.

Fueron golpes de opinión estratégicos que, sumados a su favorabilidad y su reconocimiento en las encuestas, lo daban como seguro ganador en una eventual consulta. Sin embargo, nada de eso le sirvió para ser el ungido de su movimiento. El expresidente Uribe cambió las reglas de juego y pidió que este viernes y este sábado se adelante una convención, en lugar de la consulta que se celebraría en marzo, para elegir el candidato de su movimiento.

En diálogo con Semana.com, horas antes de la convención, reveló que en caso de ganar la Presidencia continuaría con los diálogos de paz con la guerrilla, pero con condiciones. Dijo que esta campaña le ha enseñado a dejar de ser tan ingenuo y que al comienzo sí creyó que el cambio de las reglas de juego era un guiño del expresidente Uribe para que eligieran a Óscar Iván Zuluaga.

Semana.com: ¿Cuáles son las expectativas para la convención?

Francisco Santos:
Primero, que salgamos unidos. Creo que las garantías que se dieron en estos días, sumadas a la actitud del presidente Uribe y a lo que está haciendo Fabio Echeverri, nos ponen en ese escenario. Lo segundo, obviamente que ojalá gane, pero si no, ahí estaré igual. Tengo claridad absoluta de que mi carrera política y mi vida están dentro del uribismo. Tercero, que salgan de ahí tal cantidad de ideas, que sean la base fundamental de mi programa de gobierno. Si salgo elegido, a mí no me preocupa tomar ideas de Carlos Holmes o de Óscar Iván porque va a ser una discusión muy temática. Entonces yo creo que de ahí saldrá uno de los insumos fundamentales para el programa de gobierno del Centro Democrático.

Semana.com: Después de más de dos semanas de tensión, ¿Hay claridad sobre las reglas de juego de la convención?

F.S.:
Para mí hay claridad absoluta. Estoy tranquilo.

Semana.com: ¿Se ha sentido en algún momento ganador?

F.S.:
No, mire, uno no se puede sentir ganador hasta que el último voto esté contado. Eso se lo aprendí a Uribe. Creo que en política tiene que ser creativo y agresivo. No necesariamente ofendiendo, dándose codazos, yo jamás he dado un codazo, pero sí he sido duro en la crítica y en la posición, y he sido muy creativo. En adelante, como candidato presidencial lo que toca es diseñar un programa, hacer una campaña inteligente y derrotar una maquinaria poderosísima, como es la del doctor Juan Manuel Santos.

Semana.com: La campaña no se caracterizó por el juego limpio, pues cambiaron las reglas de juego al final. ¿Qué ha aprendido en este período de campaña?

F.S.:
Que en la política muchas veces lo que uno ve y da por sentado, no es exactamente eso. Que esto está lleno de espejos y para una persona que es transparente, sin filtros, como yo, se hace mucho más difícil entender cómo es que se juega. Yo no soy jugador de ajedrez. Sin embargo, yo siempre he creído que si uno es transparente y uno tiene el corazón por delante yendo sin el codazo y sin el cálculo, finalmente las cosas salen bien. Ha sido una experiencia fascinante para entender lo dura que es la lucha por el poder.

Semana.com: Usted no tiene cuotas ni fichas en las listas al Congreso. ¿Eso no le resta ventaja frente a sus competidores?

F.S.:
Hay escenarios donde me sacan ventaja, pero en otros yo saco la ventaja. Llevo tiempo recorriendo el país. Muchos delegados que llegaron por un lado, acabaron siendo afines a mí. ¿Qué aprendí? Que he debido meterme más en la conformación de la lista. Me equivoqué al no meterme, pero es que yo siempre creí que eso era del fuero del presidente Uribe. He encontrado que la política es de afinidades, de química. No hay voto amarrado. La gente está bien y cuando esta oye y siente la química, empieza a abrir su corazón a una opción distinta, como yo.

Semana.com: ¿El cambio del mecanismo para elegir al candidato fue un guiño hacia Zuluaga?

F.S.:
No. En un principio sí lo vi así. Por eso mi sorpresa. Pero cuando el presidente abrió las garantías y planteó un proceso tan amplio dije: “Abrió esto para que no sea un círculo muy cerrado”, y creo que el presidente en eso mostró un talante democrático impresionante. Si por él fuera, esto serían 30.000 personas eligiendo acompañadas de un taller democrático de un mes (risas).

Semana.com: ¿Cómo se sintió cuando Uribe mencionó otras personas como Juan Lozano y Martha Lucía Ramírez como eventuales precandidatos?

F.S.:
El presidente está pensando obviamente en el poder, en posibles coaliciones y yo creo que los ve como posibles aliados en esta lucha. Lo importante es que si sale un candidato del uribismo ese candidato en febrero va a estar punteando las encuestas o cerquita. Le aseguro que si soy yo, estaré punteando las encuestas.

Semana.com: ¿Qué tiene Santos que no tienen los demás?

F.S.:
Carisma, llegada, afecto. Mire, ocho años de experiencia como vicepresidente. Ese fue un Phd en Gobierno con el mejor profesor del mundo. Trayectoria. Yo fui un activista toda la vida. Cuando el país estaba arrodillado, yo estaba sacando a la gente a marchar. Cuando todo el mundo estaba asustado con los paramilitares, yo estaba enfrentándolos en la plaza pública. Desarmado, sin un partido político. Diciéndoles aquí la ciudadanía se cansó, señores. Eso muestra un valor, un carácter, una trayectoria. Yo tengo mis heridas de guerra. En esta batalla política eso lo hace a uno distinto.

Semana.com: ¿Qué le reconoce a Óscar Iván Zuluaga?

F.S.:
Es un gran técnico, es un hombre muy preparado.

Semana.com: ¿Qué le reconoce a Holmes?

F.S.:
Es un político impresionante. Hombre, y es un político muy decente. Es un gran político. Su papá lo fue y él se lo heredó. Tiene una trayectoria como alcalde, constituyente, embajador…

Semana.com: ¿Qué piensa de pertenecer a un movimiento caudillista cuando usted dice defender valores democráticos?

F.S.:
Hombre, la democracia necesita caudillos. Si los caudillos dejan institucionalidad, eso le va a servir. Todos los partidos han tenido caudillos en su momento. Aquí en Colombia Alfonso López, Laureano Gómez, Simón Bolívar, Rafael Reyes, Rafael Núñez. Muchos de los movimientos y partidos modernos surgen de un caudillo. La fortuna nuestra es que el caudillo es Álvaro Uribe y no Juan Domingo Perón, que no dejó nada y destruyó Argentina. Aquí se va a dejar una base para ser el partido más importante de Colombia en el Siglo XXI.

Semana.com: ¿Qué cree que el país espera del uribismo?

F.S.:
Certezas. Que no sigamos caminando por esos vaivenes. Que no sigamos gobernando con los titulares. Que retomemos ese diálogo ciudadano donde uno veía al presidente diciendo “la embarré”. O veía al presidente peleando también, pero dando la cara. Un gobierno muy firme pero muy pegado al pueblo, que se perdió.

Semana.com: Si usted gana, ¿qué pasaría con el proceso de paz?

F.S.:
Hay que evaluar en qué está porque es que no sabemos si ya hay algo firmado o no. Uno, fundamental, si todavía hay proceso de negociación, que se concentre. Todos los procesos de paz en el mundo exitosos han sido con concentración en zonas de ubicación, con el M-19, el EPL, el Quintín Lame, la Corriente de Renovación Socialista. Esa es una condición sine qua non para seguir; si ellos las aceptan, estamos listos a seguir. Y hay que buscar las condiciones para llegar a una paz sin impunidad y que incluya a las víctimas.

Semana.com: ¿Qué cambiaría del actual gobierno?

F.S.:
Uno es la competitividad. Aquí hay que bajar los precios de energía, los insumos, los costos de transporte. Hay que hacer infraestructura. Se necesita una política de competitividad sin perder empleo de la industria, no podemos ser sólo un país de servicios. Y una política agrícola llena de subsidios. A mí no me da miedo la palabra subsidio. El campo tiene que ser subsidiado y la paz llega por el campo.

Semana.com: ¿Qué le reconoce al Gobierno?

F.S.:
Creó buena institucionalidad pero la llenó de mediocres: la política de tablets si se hace bien conectada a buenos contenidos del Ministerio de Comunicaciones; la Agencia Nacional de Protección es uno de los grandes aciertos; algo de la política exterior, no lo que se refiere a este continente, sino en escenarios como Estados Unidos y Europa… Eso, no más.

Semana.com: Hay un rumor de que usted tiene un acuerdo con Carlos Holmes Trujillo para que en una eventual segunda vuelta se sumen los votos de él a los suyos ¿Eso es cierto?

F.S.:
Yo no tengo garantizado que voy a ser el segundo o el primero. La gente ha minimizado a Holmes, pero él ha estado en muchas más convenciones que Óscar Iván Zuluaga y yo juntos. Todo está abierto. Lo que hay que hacer es echar los discursos, convencer la gente y en par de votaciones salir unidos, porque lo que se viene es una batalla campal.

Semana.com: ¿Cómo están las relaciones con José Obdulio? En Caracol Radio dijeron esta semana que no se habían saludado en un avión…

F.S.:
Lo que pasa es que él iba adelante y yo iba atrás. Estuvimos juntos en una reunión. Pero yo quiero mucho a José Obdulio. Y yo soy un hombre leal. Yo admiro mucho la lealtad de José Obdulio con Uribe.

Semana.com: ¿Por qué los uribistas deberían votar por usted?

F.S.:
Porque mi uribismo está probado. Mi lealtad está probada. Yo no tengo partido diferente al uribismo. Con esos convencionistas voy a gobernar.