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| Foto: Archivo Particular

JUDICIAL

Cayó el hombre que mató un oso de anteojos cerca de Chingaza

A través de su cuenta de Twitter el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, confirmó que el capturado quedó a disposición de la Fiscalía.

12 de abril de 2017

Menos de un mes tardó en esclarecerse la muerte de un oso de anteojos cerca de Chingaza. Este miércoles fue capturado el hombre que baleó al animal de 11 años y que causó el rechazo generalizado entre ambientalistas y la ciudadanía por atentar contra especie en peligro de extinción.

"Ubicaron a persona que dio muerte a oso de anteojos en #Fómeque. Agradecimiento especial a las autoridades", confirmó el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, al tiempo que anunció que el sindicado ya se encuentra a disposición de la Fiscalía.

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Según conoció Semana.com, el hombre se presentó voluntariamente ante las autoridades del municipio como consecuencia de la presión por los rastros que venía siguiendo el grupo Investigativo de Delitos contra el Medio Ambiente de la Policía.

El hombre argumentó en su defensa que el oso invadió uno de sus predios y por instinto y defensa ese día el reaccionó. Por ahora, falta ver que delitos le imputará el ente investigador y la versión final que se entregará sobre el crimen. 

Los hechos se presentaron el pasado 19 de enero cuando las autoridades ambientales y municipales de Fómeque entre las veredas Quebrada Blanca y Chinia, cerca del Parque Nacional Natural Chingaza, descubrieron que el cuerpo del oso yacía sin vida junto a la quebrada El Raudal.

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Si bien los osos andinos tienen usualmente un sendero determinado, pueden acercarse a terrenos agrícolas por falta de agua, lo que asusta a los campesinos. Los pobladores los ven como una amenaza hacia el ganado. Sin embargo, Oswaldo Jiménez, director general de Corpoguavio, manifestó en su momento que los osos de anteojos no son cazadores de reses; solo se alimentan de éstas cuando las encuentran muertas.

El pasado 24 de marzo un juez condenó a cinco años de prisión, bajo el beneficio de detención domiciliaria, a un ganadero de Junín por atentar contra un oso de anteojos. Es la primera condena que se conoció por ese tipo de actos.

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